Desobediencia solar frente a energías sucias

3.5.2012
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Entrevista a Barcia, impulsor de las renovables desde Ecooo.

Su nombre es José Vicente, pero todos lo llaman por el apellido, "incluso mi familia". Barcia tiene un largo historial como activista en movimientos de paz y de insumisión en organizaciones como Ecologistas en Acción. Pero ahora dedica gran parte de su contagiosa energía a la defensa de las energías renovables desde "la empresa sin ánimo de lucro" Ecooo, que fundó Mario Sánchez Herrero y dirige Cote Romero. Apostaron fuerte por la fotovoltaica y hoy ven cómo, desde el Gobierno, decreto tras decreto, se van dando hachazos sistemáticos a una fuente de energía que en su momento nos convirtió en referencia mundial. Hablamos de todo ello con Barcia durante la presentación en Biocultura Barcelona de la campaña Desobediencia Solar que ha lanzado esta empresa fotovoltaica.

Desobedecemos a un sistema energético que, en el caso del Estado español, está controlado por cinco grandes compañías energéticas

Desobediencia Solar es un nombre con mucha fuerza y muy inspirador, ¿qué hay detrás de esta propuesta?
Hay una primera reflexión que tiene que ver con el filósofo La Boétie y con Thoreau, que para mí son los padres de la desobediencia civil, puesto que la mejor forma de evitar que un dictador te haga daño es evitando que ese dictador tenga la posibilidad de hacértelo, es decir, restándole poder. Y eso puede hacerse bien a través del boicot o bien a través de la propuesta. Nosotros entendíamos que no solo debía haber protesta sino también propuesta, y que esa propuesta podía ser tremendamente ilusionadora y motivante, pero, a la vez, con una formulacion crítica, de ahí el concepto de desobediencia solar.

¿Y a qué desobedecéis?
Pues a un sistema energético que, en el caso del Estado español, está controlado por cinco grandes compañías energéticas.

¿Esas compañías son las que, tal y como estamos oyendo últimamente, forman un oligopolio?
Es el oligopolio que se agrupa en la patronal UNESA, donde está Gas Natural, Iberdrola, Eon, Endesa y EDP. Este modelo energético lo que viene haciendo históricamente es condicionar y mediatizar las políticas de los diferentes gobiernos. Por ejemplo, no se entiende que, en el caso del Estado español, tengamos un parque de energía solar muy inferior al de, por ejemplo, Alemania, teniendo allí muchísimas menos horas de sol. Pero es que, además, es importante saber cuáles son las consecuencias. Las causas del oligopolio energético son claras, son la concentración de poder que se traduce en una concetración pingües beneficios y en una concentración de la toma de decisiones. UNESA condiciona las decisiones que toma el gobierno sobre nuestro consumo eléctrico y de dónde proviene. Pero, sabidas las causas, las consecuencias de eso son muy graves.

¿Cuáles son las consecuencias de ese oligopolio energético?
La primera es la ambiental, donde nos encontramos con una realidad de cambio climático, con un agotamiento de los sumideros del planeta y también con una limitación y disminución de la capacidad homeoestática del planeta, para recuperarse y ser resiliente. Por otro lado, nos encontramos con otra huella, que es la que tiene que ver con la erosión democrática, porque el sistema energético actual está sirviendo para hurtar la capacidad de empoderamiento y de decisión de la gente sobre un consumo ético y responsable de la energía. Y, en tercer lugar, una huella no inferior que damos por normal y que es lo que denominamos huella energética en los derechos humanos.

No se entiende que tengamos un parque de energía solar muy inferior al de Alemania. En Europa se llevan las manos a la cabeza

¿De qué forma influye la energía que consumimos en los derechos humanos?
Cada vez que echamos gasolina al coche, esa gasolina guarda una relación directa con las guerras del petróleo. Cada vez que encendemos el calentador con gas natural, ocurre lo mismo, porque prácticamente todo el gas que usamos en el estado español proviene de Argelia, donde, para mantener ese flujo de gas, se violan sistemáticamnete los derechos humanos. Y, en el caso de la nuclear, funciona con el uranio enriquecido que le compramos a Francia, que curiosamente ha intervenido en Mali para proteger los yacimientos de uranio. En los años ochenta, en la ONU, se aprobó la cláusula Kimberley, que hacía una distinción entre los diamantes que iban a ser legales y los diamantes de sangre. Los legales serían aquellos que se obtuvieran a partir del derecho a la vida, sin violar los derechos humanos, sin guerras, explotación infantil ni de la Tierra, y se aprobó.

¿Quieres decir que se debería aplicar un criterio similar a la energía para asegurar que se respetan los derechos humanos y ambientales?
Nos resulta tremendamente llamativo que esa misma lógica que aplicó la ONU en los diamantes no se aplicara en algo que se utiliza de manera muchísimo más habitual y que es transversal a todas las sociedades como es la energía. Pues bien, a todo eso desobedecemos. Lo hacemos de una manera positiva, constructiva y también rotunda. No queremos seguir con este modelo energético, es global y queremos hacerlo de otra manera.

Vosotros proponéis una alternativa desde Ecooo, ¿a qué se dedica exactamente vuestra empresa?
Es una organización, una empresa pequeña sin ánimo de lucro, que lleva funcionando más de nueve años y que está especializada en instalaciones solares fotovoltaicas en tejado y en soberanía eléctrica.

Cada kilovatio de electricidad renovable que entre en el circuito eléctrico significa que la misma cantidad producida por nuclear o energías fósiles la expulsaremos del sistema eléctrico. Apoyar eso es ser desobediente solar

¿Puede una empresa definirse "sin ánimo de lucro"?
Es una acuñación rara pero que nos identifica, es la que tenemos y la que nos creemos. Es sin ánimo de lucro porque todos los beneficios que obtenemos, todos, se destinan a la concienciación y a la lucha por un nuevo modelo energético: campañas de concienciación, trabajo con escuelas, apoyo a la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, apoyo a diferentes plataformas antifracking... Y nos definimos como "de no lucro" porque además nos salimos de la dinámica de la competitividad, es decir, nosotros vamos de la mano de Som Energia, por ejemplo, y de otras cooperativas energéticas que están surgiendo. Creemos en las alianzas y lo cierto es que nos da buenos resultados. Y, además, las decisiones en Ecooo las tomamos entre todo el equipo.

Desde Ecooo se lanza esta campaña de Desobediencia Solar. ¿En qué consiste exactamente?
Una vez que hacemos las instalaciones fotovoltaicas, siempre sobre tejado, lo que hacemos es colectivizarlas a través de participaciones pequeñas, de tal manera que la gente puede comprar –en clave de coparticipación– una parte de esa instalación. Las podemos comprar entre muchas personas. Esas instalaciones están conectadas a la red eléctrica y, al vender la electricidad, repercute positivamente en todos los que hemos comprado esa instalación. Ahora mismo, aun con todos los recortes, alguien que invierta 100 € en un trocito de instalación va tener una rentabilidad anual del 6% durante 25 años. Esto es muy elevado, porque nuestras instalaciones siguen teniendo prima antigua. 

En esta propuesta, hay un incentivo más allá de la inversión económica.
Claro. En primer lugar, se trata de empoderarte y ser cotitular de una instalación solar. En segundo, pedimos que te hagas un vídeo de 30 segundos o un minuto con el móvil y nos lo mandes para hacer público por qué haces una compra ética y cuál es tu posicionamiento a favor de las renovables y en contra del actual modelo energético. Y, tercero, ayúdanos a viralizarlo por redes, con una lógica muy básica y que es muy sencilla de entender. Mi amiga Cote, que es una experta en el sistema eléctrico,  siempre cuenta este chiste que no tiene ni pizca de gracia: “¿Alguna vez os han explicado cómo es el sistema eléctrico español? ¿Sí? ¿Y lo habéis comprendido? Si lo habéis entendido, es que lo han explicado mal." Frente la opacidad interesada y a la complejidad artificial que plantean ellos, nosotros lo que decimos es que hay procesos que son tremendamente sencillos: cada kilovatio de electricidad producida por renovables que entre en el circuito eléctrico significa que la misma cantidad producida por nuclear o por energías fósiles la expulsaremos del sistema eléctrico. ¿Lo has entendido?[pagebreak]


El equipo de Ecooo, al completo.

Sí, claro, un kilovatio verde más en la red eléctrica es un kilovatio nuclear o fósil menos.
Esto es muy importante, porque ahí es donde se produce el verdadero acto de desobediencia. Si tú apoyas una tecnología que es madura, eficaz, eficiente y autóctona, que descentraliza la energía y la pones a competir con otras energías en el mercado, ahí es donde está desplazando de facto a las energías sucias. Hay algunos mitos que son absolutamente falsos, como que la energía solar es cara. Ante este mito, lo que tenemos que decir es que un panel fotovoltaico en los últimos cuatro años ha bajado siete veces su precio. Costaba más 800 € y ahora apenas supera los 100 €. 

En Ecooo estamos colectivizando las instalaciones solares a través de participaciones pequeñas, de 100 euros

¿Cuántas personas habéis conseguido que se hagan "desobedientes solares" y tengan esta coparticipación en energía renovable?
La campaña tiene menos de un mes, y ya somos unos 200 desobedientes solares. Y comuneros de Ecooo son unos 500. La diferencia entre un comunero y un desobediente es que el primero invierte más dinero, a partir de 1.000 € por participación. Pero el beneficio es exactamente idéntico, no primamos el que compra un trozo por 50.000 € frente a uno que compra un trocito a 100 €.¿En qué situación están las renovables ahora en España? ¿Se puede decir que el Gobierno ha lanzado una guerra contra las renovables, como se denuncia desde vuestro sector?

El Gobierno actual ha pactado con UNESA un plan sistemático de erradicación de las renovables del sistema eléctrico español

¿Pero es un sector en el que hace pocos años éramos punteros?
Hasta hace tres años, éramos punteros, y sin embargo ahora mismo, en solar, ya hemos sido superados por países como Chipre. El sector empresarial de renovables está dando la voz de alarma. Jorge Morales, que es una de las referencias del sector, viene a decir que las empresas de energías renovables están sufriendo acoso y derribo con el fin de ser expropiados. Se está intentando conducir a las renovables al banco malo para que este acabe liquidando financieramente al sector. Y esto se produce porque en estos últimos años, antes de la crisis, los lumbreras estratégicos de las cinco grandes compañías eléctricas pensaban que el consumo eléctrico iba a crecer infinitamente. Se ponen a hacer plantas de ciclo combinado, que van con gas, y lo que ocurre es que llega la crisis y la demanda decrece, produciéndose lo que los expertos denominan "pobreza energética". Hay gente que lo está pasando realmente mal, que no tiene electricidad o gas en su casa porque no se lo puede permitir. Hicieron una inversión multimillonaria y esa inversión, al decrecer la demanda eléctrica, esas plantas de ciclo combinado, resulta que son un fiasco económico de proporciones astronómicas. Y ¿qué es lo que hacen? Intentan cargarse a todo el sector renovable para que la electricidad que se demande provenga no de las renovables sino del gas, ¡que es de importación! Hay que recordar que el 80 % de los recursos energéticos para producir electricidad provienen del extranjero. Eso hace que el Estado español sea profundamente vulnerable y que se vulnere cualquier concepción de soberanía energética. Esto se traduce en un profundo desequilibrio de nuestra balanza comercial y de nuestra deuda, que se debe en gran parte a la compra sistemática de los materiales energéticos, sobre todo, gas y petróleo.

El problema que han tenido las renovables es que el sol no se puede privatizar, los de UNESA no pueden controlarlo

Y en vez de invertir en un tipo de energía que tenemos abundante y una tecnología propia, se está haciendo justo lo contrario. ¿Por qué?
El problema que han tenido las renovables es que el sol no se puede privatizar, no pueden controlarlo. UNESA, junto con el Gobierno, tienen secuestrado el decreto de autoconsumo con balance neto. Porque saben que, una vez que se apruebe, va a significar la segunda revolución solar.

Explícanos qué es el autoconsumo con balance neto y las posibilidades que tendríamos si se aprobara.
Hay básicamente tres tipos de autoconsumo: el aislado, el parcial y el autoconsumo con balance neto. El aislado se da cuando tenemos una casa, no tenemos acceso a la red, o no la queremos, y la electrificamos con renovables, que pueden ser o una sola o un mix de renovables (biomasa, solar y eólica). El autoconsumo parcial es que estamos en nuestro piso, queremos producir nuestra propia energía, pero estamos conectados a la red. De la primavera hasta el invierno, y durante el día, vamos a producir más energía de la que consumiremos. Y lo que hacemos es verterla a la red. Lo que dice la ley en estos momentos sobre eso es que tienes que darte de alta en actividades económicas, tienes que pagar impuestos, pasar por una tremenda burocracia, etc. Es decir, está creado para desincentivarte y expulsarte de facto de tu posibilidad como productor.

¿Desincentivan haciéndolo muy difícil y caro?
Claro, por eso el autoconsumo con balance neto vendría a paliar esto: nosotros estamos conectados a la red desde nuestras casas, pero queremos quitarnos una parte importante de la factura eléctrica. Entonces, ponemos paneles. Por el día vamos a consumir bastante menos electricidad de lo que producimos y vertemos a la red. En invierno y por la noche, la absorbemos. Y lo que pedimos es una compensación de saldos, con unos peajes que sean razonables. ¿Qué ocurre ahora? Pues que UNESA y el Gobierno tienen secuestrado el decreto, pero están obligados aprobarlo. Lleva un retraso de 16 meses. Sabemos que, en el momento que se apruebe, va a venir envenenado, porque lo que van a intentar precisamente es que los  peajes, tanto de entrada como de salida, sean muy caros para desincentivarnos. Pero también ellos saben y nosotros sabemos que, una vez que se apruebe el autoconsumo con balance neto, todo el movimiento ecologista, todo el movimiento social que lucha por una sociedad diferente va a presionar para que se mejore ese decreto de autoconsumo.

Cuando se apruebe el decreto de autoconsumo con balance neto, habrá una segunda revolución solar, porque ahora los paneles son baratos

¿Y qué ocurriría si se consigue ese autoconsumo con balance neto real y efectivo?
Sencillamente que la racionalidad nos pondría en un escenario donde, primero, el ciudadano vuelve a ser ciudadano y no solo cliente pasivo. Y como ciudadano corresponsable y con poder de decisión de su realidad energética, que, además, será productor solar, conseguirá que haya una revolución solar. Muchísima gente vamos a generar pequeñas plantas de renovables, sobre todo de solar fotovoltaica, que nos va a rebajar una parte importante de la factura y esto es lo que temen ellos, que los ciudadanos seamos soberanos energéticamente, que tengamos una mayor capacidad de autogestión y que, por tanto, les quitemos una parte importante de sus beneficios.

Hay países en los que esto ya funciona.
En algunos estados de EEUU, en buena parte de Alemania... No sé si es exactamente como lo estamos pidiendo nosotros, pero lo cierto es que funciona. Hace unas semanas, los que formamos la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético (junto con Cote Romero somos coordinadores) hemos ido a Bruselas a reunirnos con miembros de la Comisión Europea y allí se han llevado las manos a la cabeza cuando les contábmos lo que estaba pasando aquí, nos miraban con cara de total estupor e incredulidad.[pagebreak]



¿Hay un total desconocimiento en Europa del parón al que se ha sometido a las renovables?
Hay desconocimiento y hay espanto. Es muy duro escuchar cómo un funcionario alemán de la Unión Europea invoca a la inteligencia de los españoles para que le demos la vuelta a esto, en el sentido de que en Alemania tienen un parque solar instalado mucho más grande que nosotros teniendo muchas menos horas de sol. Nos decían "Por favor, sed inteligentes". No entienden. Y nosotros se lo explicamos, que en realidad nos están llevando a una segunda Edad Media porque lo se está haciendo es reforzar –en clave de oligopolio, de feudo– el dominio y el predominio de unos pocos sobre la producción energética y  eléctrica. Desde una perspectiva democrática, el oligopolio vulnera las reglas democráticas porque no se mantiene la independencia del poder ejecutivo. Prueba de ello son las "puertas giratorias, que vinculan el poder político directamente con las grandes energéticas.

A nosotros nadie nos pregunta, lo único que se nos dice es 'seguid pagando la tercera factura eléctrica más cara de la Unión Europea'

El fenómeno de las "puertas giratorias" es el paso de un político a una empresa privada y viceversa, lo que supone que puedan tomarse decisiones políticas que favorezcan a esa empresa determinada y no a la ciudadanía en su conjunto.
El caso paradigmático es el de Felipe González. A instancias de Gas Natural, el ministro de medioambiente del PP autoriza a Gas Natural, de la que es consejero Felipe González, que haga un oleoducto en las proximidades de Doñana, de cuyo parque nacional Felipe González ha sido patrono hasta un mes antes de apoyar esa decisión. Es decir, tenemos todo el ciclo ahí, está el PP, el PSOE, está Gas Natural... Y está el interés de los españoles por conservar su patrimonio natural que se ve vulnerado. La Junta de Andalucía ha anunciado que no lo va a autorizar. Pero, además de todo esto, si el concepto de democracia no es formalista sino índole liberal, también ese concepto de democracia está absolutamente violado en tanto que el mercado eléctrico es un oligopolio porque UNESA tiene una posición de control y dominio de un mercado, y por tanto no es libre. El sancrosanto dogma de la competitividad también se vulnera y, por supuesto, el concepto de democracia participativa. A nosotros nadie nos pregunta, lo único que se nos dice es "seguid pagando la tercera factura eléctrica más cara de la Unión Europea".

¿Qué receptividad encontráis entre la gente a la compra de renovables como acto desobediencia solar? ¿Qué podemos hacer en general los que no estamos de acuerdo con ese oligopolio de energías sucias?
La reacción es de apoyo y de adhesión. Y la adhesión se da de dos maneras: la gente se suscribe, se hace copropietaria y desobediente solar o bien hay personas que no pueden porque estamos muy apurados por la crisis, pero que sí nos dicen que ellos difunden y cuentan esta campaña. Y eso es muy importante. ¿Qué podemos hacer? Es muy importante hablar del modelo energético porque nunca ha estado en ninguna negociación social. Se han hecho luchas parciales, como por ejemplo, contra la nuclear, pero, como modelo, se ha hablado muy poco. Es un debate que se le ha hurtado a la sociedad porque el lobby energético es tan poderoso que ha conseguido ser casi invisible, hasta que logramos que Jordi Évole, con asesoramiento de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, saliera con el "Oligopoly" [en el programa "Salvados", que emite La Sexta] poniendo en solfa y demostrando qué tipo de prácticas mafiosas tiene UNESA, y UNESA con el Gobierno. Hablar de ello y generar efervescencia social es muy importante. Estamos en un momento en el que no debemos renunciar a nuestra vocación de ciudadanos y ciudadanas conscientes con capacidad para analizar, decidir y de vincular nuestros consumos con nuestro modelo ético y nuestro modelo político. Y además de hablar, actuar. ¿Formas de actuar? Para nosotros es participando en la desobediencia solar. Pero hay más, por ejemplo, cambiando la empresa que nos factura la luz: cada vez hay más organizaciones, entidades cooperativas que te permiten cambiar de compañía y voy a citarte a varias: está Som Energia, GoiEner, en el País Vasco, Zencer, en Andalucía, y están saliendo muchas más, pues este es un modelo diferente de comercializadora que le está haciendo frente al oligopolio.

Lo que nosotros proponemos es economía real. El dinero viene de la venta de la electricidad que producimos, porque la energía solar es eficaz y muy eficiente

Vuestra propuesta a través de Ecooo no es solo apostar por la soberanía energética sino que también es una forma diferente de invertir el dinero.
Eso es. Ahora mismo, si colocas una imposición a plazo fijo en un banco, te van a pasar tres cosas: una, que te van a proponer entre un 1,6 y un 1,7... Puede que menos. Dos, a eso le tienes que descontar los impuestos. Y, tres, y a eso tienes que descontarle tu ética. Hay propuestas de banca ética y habrá más, pero también está Ecooo. Lo que planteamos es que tu dinero lo pongas a funcionar para una causa como es la lucha contra el cambio climático y para descentralizar la producción eléctrica. Pero, además, las participaciones tienen una rentabilidad anual del 6% después de impuestos durante 25 años. No solo es ambiental y socialmente coherente, sino que también resulta rentable.

Y a quienes tienen miedo por futuros recortes que el Gobierno pueda seguir dando a las renovables y no quieran o puedan arriesgar sus ahorros, ¿qué les decís?
Lo que nosotros proponemos es economía real. El dinero viene de la venta de la electricidad que producimos, porque la energía solar es eficaz y muy eficiente. En el peor de los casos, si se aplicaran medidas retroactivas contra las instalaciones (no va ocurrir, sería una barbaridad, nosotros tenemos prima), si eso ocurriera, una instalación sin prima sigue siendo rentable, y en cualquier caso económicamente mucho más rentable que un banco. Y siempre es preferible la peor de nuestras alternativas a la mejor de sus resignaciones.