Comida ecológica, cocina eficiente, buena y resiliente, de barrio y al alcance de cualquiera.

Me encontraba devorando el diseño gráfico de la barra de servicio del laboratorio de comida de Foodtopía mientras esperaba turno para sacarme el menú del día e informarme del plato del mismo, para llevar, que escucho a un miembro del equipo decirle a otro que el minstro Soria salía en los papeles de Panamá.

¡Vaya! Hace ya unos meses, sí, pero rondaba en el día que en el BOE el mercenario ministro colocaba el RD marco regulador del autoconsumo energético, conocido en parte por el vergonzoso “Impuesto al Sol” imposición y mandato, eso sí, del oligopolio de la energía de este soleado país.
Mi primer menú experiencia de Foodtopia iba pillando aires de celebración.

Ese lunes tocó ensalada con patatas y salsa alemana, y de principal lentejas con salsa de verduras al curry como aderezo, el postre crema de arroz con leche y fresas, todo regado con agua como bendita. 4 € iva incluido, con productos de cercanía y cultivados sin venenos (una gran parte a unos pocos kms del plato)... y sentí como que hasta elaborado el menú con amor. Y yo que con la edad me he vuelto más jurado de lo que me nutre, dejo aquí constancia de que lo disfrutado fue del nivel “muy interesante gastronomía”.

Leo y experimento en directo la acción de favorecer el consumo de la proteína vegetal, echando mano de las legumbres y hortalizas, los cereales y las frutas, y como extra un consumo minoritario de pescado y carne. La filosofía foodtópica es vivir con una dieta equilibrada, muy próxima a la dieta mediterránea, para favorecer la reducción de patologías que hoy en día están en aumento y asi revolucionar el sistema alimentario que valorado por los del lugar es insolidario, injusto, insostenible e improductivo.

Es evidencia para mí, Foodtopía ha surgido para cambiar las cosas del comer, del nutrirnos, y para hacerlo con alimentos de nuestras cercanías, sin vínculos con los amos que sueñan y actúan fuertes en lo de dominarnos desde la semilla al plato. En Foodtopía nada de eso.

Foodtopía es una realidad tecnológica, que utiliza lo más novedoso en cocción y envasado de alimentos al ser procesados con tecnología innovadora y eficiente en tiempos y ahorro energético (los creadores son expertos internacionales en gestión de grandes volúmenes usando alta presión térmica y tiempos reducidos). 

Foodtopía ha surgido para proponer un cambio “radical” en el cómo entender y actuar ante lo vital de obtener energía para vivir desde el acto que “deberia ser como sagrado” del comer, donde todo confluye, somos lo que comemos, energia, trabajo humano y servicios de Gaia, transporte, recursos y residuos... Foodtopía ha llegado para quedarse y ofrecer una propuesta radical y colaborativa para reducir nuestra huella ecológica y ayudar en problemas vitales de gran parte de la población. Ha llegado y ya está en marcha para crear espacios de resiliencia, de barrio, para lo que puede ir llegando en este mundo y sistema de gestión social, patas arriba. La resilienciaes la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro.

Tú y yo y nuestros conciudadanos estamos en la media de consumo percapita del 7,5 litros de petróleo al día, este es el volumen de combustible al cambio energético que consumimos para vivir como vivimos, y como para vivir y funcionar como seres sociales y consumidores de recursos, hay que comer, continuamente salen más de 3 litros de petróleo por día para producir, trasladar, elaborar y consumir lo que colocamos en nuestros platos. En Foodtopía quieren reducir hasta 2.5 litros el computo de hidrocarburos. Y no es poco, ya que todo apunta de las 2.600 gigatoneladas de combustibles bajo tierra, sacando unas 650 Gt ya estamos por encima de los 2ºC y perdemos el control del clima¡ sigamos.

Aquí el procesado y la procedencia de los alimentos, en un video de varios minutos de la TV autonómica.

En fin, que comí además cultura y comunicación con buen gusto, ya que el laboratorio comedor “foodtopico” nutre maravillas sobre el combate de los tiempos donde nos ha tocado vivir. Paredes llenas de color, trazos y valores, mensajes directos y sublimes, activismo plasmado en visiones y buenos deseos para la lógica y los retos que plantea de un sistema, el nuestro, que colapsa. Según la gráfica de la decor-municación, allá unos 15 años en adelante, ¿qué parece utopía?, esto es lo que menos lo parece según las fuentes que han consultado los emprendedores del proyecto en marcha.

Uno de ellos, Jesús Galván, al que pillo dibujando en una servilleta ideas de futuro y al poco comentando el menú de la semana con el chef. Sí, así lo indica, de forma pausada, sin alarmas, todo apunta a que pronto deberemos tomar decisiones drásticas sobre nuestro deambular al futuro, como individuos de una familia humana de casi 7.500 millones de seres al dia de hoy, una especie que domina la comunidad biológica sin saber hacerlo.

Qué gran momento para ser, para vivir y para participar en el mayor giro civilizatorio, donde casi todo hay que rediseñarlo para adaptarnos “rápido” a emocionantes cambios y tensiones de todo tipo. Y al margen de salvadores idealizados, parece que nos toca a los comunes, visto el sistema y su afición a la corrupción y dominio de los pocos sobre los muchos, nos toca hacer barrio, sentirnos bien en nuestros entornos, ayudarnos y compartir, y saben bien los chefs de ricuras y los de menú de carretera, que la comida es un sabroso eje vertebrador de los cambios.

Esperando en breve el paso a la zona cero urbana en la ciudad de Murcia, me indican que en ello están liaos. Ciencia y tecnología para favorecer la resiliencia de la gente común, que somos mayoría. Salgo con mi tupper recién comprao y cargao con las mismas lentejas de menú por 1€, y salgo del local, del patio del edifico y del recinto tecnouniversitario como ilusionado con las cosas del comer resiliente.

Debo indicar que sigo con cierta alegría el noticiario, en la distancia, me miro en la red el menú de la semana los lunes, tanto que mañana, que me pilla de paso, yo a Foodtopia a comer divino y escuchar los avances de posibles franquicias y zonas ceros, nuevos platos e ideas. Y nada de soñar despierto, es todo real y te esperan, que eso de cambiar el mundo a mejor, nos toca al 99% y además, nos toca no perder el tiempo.

¡Que te aproveche!

En la red, Facebook es el espacio de vínculo más directo siempre los lunes el menú y comida para llevar que ofrecen la semana en curso y el noticiario que estimula la “filosofía foodtópica” y su Twitter, igual de necesario¡

En su página web todo lo que interesa para conocer el proyecto, ideos y explicaciones de la metodología que emplean y la filosofía que insufla.

Es laboratorio está ubicado en el Campus de Espinardo, en el Parque Científico, en la periferia de la ciudad de Murcia.