Un zaPAUtero mallorquín

Un zaPAUtero mallorquín

28 Septiembre 2013
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Siente pasión por la tierra que le rodea, por las gentes de su cercanía y por las que convoca. Siente bondad por los climas que, desde el Mediterráneo, invaden esa isla, Mallorca, que acoge a 8 millones de visitantes cada año (tiene un lema: "Ni un turista más", referiéndose al coste, para el limitado espacio, de albergar vivencias que no aportan nada al bien común). Siente pasión por esos artefactos de los que tenemos de media 7 pares, los zapatos, e hizo mucho en una empresa de su pueblo, de nombre Camper.

Hace tiempo conoció a un japonés que le cambió en su vida algunas cosas. Ya anciano, lo trajo a su casa y desde ella compartió con la comunidad el porqué, y el anciano venga hacer bolas de arcilla cargadas de semillas. Su amigo, su maestro fue Masanobu Fukuoka.

Es por ello quizás que, metido en su huerto, se siente como el más dichoso ser revolucionario, y es la comida y los alimentos para él –como puede serlo para cada cual de nosotros– un acto sagrado que nos relaciona con la naturaleza.

Guillem Ferrer sabe mucho de ecodiseño, de cultivar, de soñar y de hacer camino a las revoluciones, como aquella de que "hoy en día, lo más revolucionario es cultivar un huerto". Desde hace tiempo, perdió la cabeza por la educación: sin ella y de calidad empática, no hay sociedad sana.

Con los zapatos, acaba de lanzar al sector vinculado unas ideas de cambio. Las presentó hace unos meses mientras ponía música y voz un amigo suyo en un lugar donde el arte te absorbe. En este anticipo en vídeo puedes conocer qué pide al mundo de los zapatos alguien que los conoce bien, que sueña la paz ambiental desde el ecodiseño y que imagina una sociedad lista para seguir caminando con su rumbo, mejor educada, más libre y más ecológica. Pau en catalán significa "Paz", de aquí que me tome la licencia de denominar a Guillem "zaPAUtero", listo para ser uno más en el largo camino hacia la Paz.

Seguirá aprendiendo con sus otros amigos y maestros: una india que defiende las semillas con compromiso que emociona, otro indio que un día caminó hasta Inglaterra y que dedica su vida a unir ecología con economía sin olvidar el espítiru, un austríaco científico que no para de investigar la esencia de la ciencia y un maestro catalán que experimenta otra forma de enseñar, otra forma de aprender.

De aquí a una semana, Guillem se va con sus amigos a Pollença, Educació per la Vida 2013 igual junta, en estos momentos de heroico combate, igual convoca hasta 700 ciudadanos, muchos maestros y maestras con anhelos de aires hacia la mejor educación del más valioso activo disponible, los chavales que nos acompañan.

Por cierto, nada más salga el sol en el lugar del evento, dos cocinas solares parabólicas gestionadas por un comando desobediente energético prepararán unas dosis de comida que igual a los que la prueben les cambia para siempre que con las buenas energías no hay malas que nos paren.

Comparto el enlace del progama  y el texto de presentación, que dice mucho más de lo que siento. Por cierto, en este espacio Poc a Poc, el zaPAUtero Guillem tiene mucho que ver. Yo cuando veo el póster de la actividad con los maestros y una abeja sobre ellos, veo que ¡podemos!

"Amigas, amigos,
Este encuentro de Educació per la Vida está abierto a todas y todos.
Creamos un espacio a través del dialogo, de la reflexión y del amor para UNIR para AYUDAR a que una verdadera educación nos haga ser mejores niños, mejores madres, mejores abuelas, mejores maestros y mejores personas.
Hay una manera de resolver los problemas de esta comunidad y es dando a las personas una verdadera educación con las herramientas necesarias para crear su propio bienestar.
Si nuestros sistemas actuales de vida perjudican la convivencia personal, social y ecológica necesitamos rediseñar nuestros sistemas.
Esta tarea de rediseñar nuestros sistemas empieza por la educación.
La educación es nuestra prioridad. Y desde hace años estamos ayudando a nacer una nueva educación
que ya se respira con entusiasmo en algunas escuelas de nuestras Islas.
Las niñas y niños van a la escuela a aprender no a estudiar, a compartir y no a competir. Ahora es el momento justo para una nueva ética de la educación. Una nueva civilización educativa que cultiva el espíritu, que responde a la vida con sabiduría con amor. Una educación que les ayuda a entrar con confianza en la rueda de la vida; a buscar el propósito de sus vidas, a elevar sus conciencias y a entender el arte de vivir integrando además de la cabeza, las manos y el corazón.
Una verdadera educación que nos instruye, a través de la unión de la sabiduría y el amor, a la busqueda de la verdad que nos hará libres.
Una educación para la vida que CULTIVA EL ESPÍRITU, ENSEÑA A CUBRIR LAS NECESIDADES BÁSICAS: COMIDA, AGUA, ROPA, CASA Y SIRVE A LA COMUNIDAD PARA EL BIEN DE TODOS.
Bienvenidos a Pollença, todo está por hacer, todo es posible... ¡Quién sino todos!"