Empieza el día con energía
Te proponemos un ejercicio respiratorio y rituales que pueden cambiar tu manera de iniciar el día para ganar vitalidad.
Acuéstate tan temprano como sea necesario para despertarte a la hora que desees sin la ayuda de un despertador. Deja un vaso de agua en la mesilla de noche para bebértelo en cuanto despiertes, antes de salir de la cama.
Luego recuéstate sobre el lado derecho durante un par de minutos. A continuación tiéndote boca arriba y estírate sin reparos. Si bostezas, mejor. Observa cómo te sientes (¿notas alguna tensión, estás cansado? Si notas alguna molestia puede deberse a una cena pesada o a excesiva tensión nerviosa). Incorpórate poniénte primero de lado, flexionando las rodillas y sentándote en la cama con ayuda de las manos. Procura que la espalda no tenga que realizar todo el esfuerzo de la incorporación.
La ducha es imprescindible porque elimina sudor y secreciones al tiempo que masajea los miles de terminaciones nerviosas de la piel. Para ganar vitalidad conviene que la temperatura del agua no supere los 30 ºC. Si puedes terminar con un chorro de agua fría, mejor, sobre todo en piernas y pies, porque favorece el retorno venoso.
Mezcla un par de gotas de aceite esencial de limón con el gel de baño para conseguir un efecto refrescante y estimulante.
Ejercicio respiratorio
• Siéntate en el borde de la cama con la ventana abierta.
• Suénate para despejar las vías respiratorias.
• Inspira profundamente y espira con la boca abierta pronunciando "aaaa..." hasta que expulses todo el aire.
• Inicia una docena de inspiraciones y espiraciones por la nariz, profundas, lentas y regulares, con el tronco un poco inclinado hacia adelante.