Existe una prueba para saber si tienes resistencia a la insulina

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Es importante saber si sufres de resistencia a la insulina para prevenir los efectos de la inflamación y la diabetes. Puedes actuar a tiempo modificando tu estilo de vida.

Foto: Pexels. El ejercicio físico ayuda a prevenir o revertir la resistencia a la insulina.

La resistencia a la insulina es un trastorno metabólico que favorece la inflamación y el desarrollo de la diabetes. Muchas personas la sufren, pero el problema no se revela hasta que aparecen los síntomas de diabetes. Para prevenir y actuar a tiempo, vale la pena chequear periódicamente los valores que indican la resistencia a la insulina. 

¿Qué es la resistencia a la insulina?

Para entender qué es la resistencia a la insulina, también conocida como prediabetes, primero se debe conocer la función de la insulina. La insulina es una hormona que libera el páncreas e indica a las células que deben absorber glucosa de la sangre para convertirla en energía. Si se sufre de resistencia a la insulina, las células no se dan por enteradas de la orden y el nivel de glucosa en sangre no se reduce. Con el tiempo, el páncreas sigue tratando de regular el nivel de glucosa en la sangre y genera cada vez más insulina hasta que se agota y ya no puede producir grandes cantidades de esta hormona. Como resultado, los niveles de glucosa en la sangre aumentan hasta alcanzar el rango diabético.

¿Quién puede sufrir resistencia a la insulina?

Cualquier persona puede presentar resistencia a la insulina. En particular, quienes tienen sobrepeso corren un mayor riesgo en comparación con la población general. El riesgo aumenta con los antecedentes familiares de diabetes tipo 2, si se es mayor de 45 años, si se fuma o se toman medicamentos como esteroides, antipsicóticos y medicamentos para el virus de la inmunodeficiencia humana.

También hay otras afecciones asociadas a la resistencia a la insulina, como la apnea obstructiva del sueño, la enfermedad del hígado graso, el síndrome de ovario poliquístico, el síndrome de Cushing y los síndromes de lipodistrofia. Son un conjunto de afecciones que causan una pérdida anormal de grasa. Por lo tanto, tener demasiado o muy poco tejido graso en el cuerpo puede deberse a la resistencia a la insulina.

Los expertos creen que la obesidad y  especialmente el exceso de grasa en el abdomen y alrededor de los órganos (grasa visceral), es una causa importante de resistencia a la insulina. La grasa abdominal produce hormonas y otras sustancias que pueden contribuir a la inflamación crónica o prolongada en el cuerpo. La inflamación puede desempeñar un papel en la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

La inactividad física también está relacionado con la resistencia a la insulina y la prediabetes. La actividad física regular causa cambios en el cuerpo que lo hacen más capaz de mantener los niveles de glucosa en la sangre en equilibrio.

¿Cuáles son los síntomas?

En general, las personas que tienen resistencia a la insulina no presentan ningún síntoma, por lo que esta afección suele detectarse durante un examen de salud anual o a través de un análisis de sangre de rutina. Hay algunos signos de la resistencia a la insulina a los que el médico puede prestar atención:

  • Una cintura que mide más de 100 cm en los hombres y más de 90 cm) en las mujeres.
  • Fibromas blandos.
  • Zonas de piel oscura y aterciopelada.
  • Hipertensión arterial.
  • Un nivel de glucosa en ayunas de 100 mg o más por decilitro de sangre.
  • Un nivel de triglicéridos en ayunas superior a 150 mg por decilitro.
  • Un nivel de colesterol HDL inferior a 40 mg por decilitro en los hombres e inferior a 50 mg por decilitro en las mujeres.

¿Cómo se diagnostica?

Si el médico detecta estos síntomas, es probable que te indique varios análisis de sangre que miden los niveles de glucosa y la tolerancia a dicha glucosa. O bien, puede indicarte un análisis de sangre más reciente llamado prueba de hemoglobina glucosilada A1c. Si el valor de esta prueba se sitúa entre el 5,7 y el 6,3 % indica la existencia de resistencia insulínica.  

La prueba de A1C refleja el promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 3 meses. La prueba de medición de la glucosa plasmática en ayunas y la prueba oral de tolerancia a la glucosa muestran el nivel de glucosa en la sangre al momento de la prueba. La prueba de A1C no es tan sensible como las otras pruebas. En algunas personas, puede no detectar una prediabetes que la prueba oral de tolerancia a la glucosa sí podría revelar. La prueba oral de tolerancia a la glucosa puede identificar cómo el cuerpo maneja la glucosa después de una comida, a menudo antes de que el nivel de glucosa en la sangre en ayunas se vuelva anormal.

¿Cómo se trata?

Es posible revertir la resistencia a la insulina y prevenir la diabetes tipo 2 con cambios en el estilo de vida, medicamentos o ambos en algunos casos. La medida básica es reducir el sobrepeso a la vez que se mejora la calidad de la alimentación, eliminando azúcares añadidos, alimentos ultraprocesados e incorporando más alimentos vegetales enteros. Aumentar la cantidad de ejercicio físico y reducir el estrés también es importante. 

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