En los últimos años son muchas las personas amantes del café que se han pasado a las cafeteras que funcionan con cápsulas. Este boom ha comportado también un aumento drástico de los residuos producidos por las toneladas de cápsulas de plástico y de aluminio que se consumen cada año en todo el mundo.

Para minimizar este efecto, una buena opción es recurrir a las cápsulas compostables, como las que ha lanzado Cafés Novell (P.V.P. 3,30/10 cápsulas) elaboradas con recursos renovables de maíz. Certificadas por la norma EN13432, contienen cafés orgánicos ecológicos y, en condiciones de compostaje industrial, todos los componentes –cápsula, tapa y adhesivo– se degradan en un periodo de 4 a 12 semanas. Tras utilizarlas, deben depositarse en la fracción orgánica de los residuos.