El Árbol es Jardín y Huerto
En nuestras aventuras hortícolas y urbanas nos esperan las sorpresas a la vuelta de la esquina. Buscaba desde hace tiempo en nuestra geografía aquello que ya es habitual encontrar en Amsterdam o Berlin, árboles que son jardines y grietas entre el asfalto de las que nacen higueras y otros frutales. Y así di con la experiencia de Tamara Sancho y sus mini jardines, que hace crecer en el hueco del árbol a la entrada de su portal de vecinos.
Entre dos contenedores de basura y un párking de motos Tamara comenzó a plantar algunos esquejes que obtenía de su terraza. Cansada de ver cómo en el agujero del árbol se acumulaban colillas, cacas de perro y mucha basura, Tamara hacía crecer ese pequeño jardín ante la curiosidad de los vecinos. Algunos pronto la ayudaron, otros le dejaban plantas o se paraban a charlar un rato con ella mientras las regaba, así fomentaba otro de sus objetivos: la relación vecinal. Después del árbol cercano a la casa llegó el de más abajo.
Los vecinos y vecinas comienzan a pedirle consejo para hacer los mismo con el árbol que tienen cerca y ahora piensa en implicar a las terrazas y bares para que viertan el agua de los vasos o las botellas a medio consumir en los pequeños jardines y ayuden así a su riego.
Dos calles más allá ya hay ejemplos del contagio.
Y hasta detalles que nos acercan el contacto con la tierra entre el asfalto.
Los árboles de l'Hort Fort Pienc esconden también un tesoro vecinal, un huerto comunitario que cuidan para sentirse mejor, para comunicarse entre ellos y sobretodo poder tocar la tierra.
Entre pequeños olivos e higueras plantados hace muy poco y encinas y pinos que llevan años en el lugar Rosa, Marta, MªAngels, Gloria y Josep nos hablan de su trabajo de agricultura urbana y vecinal, de sus experiencias aprendiendo a construir estufas caseras en las que quemar las duras semillas del árbol botella, de sus ganas de ver crecer tomateras y calabazas aunque el resultado no sea espectacular.
MªAngels hace poco que está y acaba de descubrir la capuchina, Rosa es actriz y ha hecho posible que algunos decorados del teatro cercano se transformen ahora en mesa de trabajo, Josep recuerda cuando en ese lugar se jugaba a pelota ya bajo los pinos y Marta y Gloria nos muestran entusiastas sus esfuerzos por hacer crecer judías y hierbas aromáticas. Todos coinciden en el oxígeno que el huerto comunitario les da a sus vidas y de cómo disfrutan compartiendo charlas mientras trabajan con la tierra.
Nadie diría que estamos en plena ciudad. Entre el almacén de las furgonetas de limpieza del Ayuntamiento, las vías del tren y unos cuantos puentes la vida verde también es posible.
Si quieres escuchar mucho más sobre las experiencias de Tamara Sancho y los vecinos y vecinas hortícolas de l'Hort Fort Pienc puedes hacerlo aqui http://www.rtve.es/alacarta/audios/vida-verde/vida-verde-huerto-fort-pienc-
Post publicado en el blog Vida Verde.
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