Muestra tu lado ecológico con los huertos urbanos de Livingo
Cada vez son más las personas concienciadas con su salud que encuentran en la agricultura urbana una forma de cuidar su alimentación y mejorar su estilo de vida. Pero los huertos urbanos también tienen múltiples beneficios para el medio ambiente, como nos muestra Livingo en su campaña de concienciación.
Reduce tu huella de carbono
Livingo recomienda cultivar alimentos en casa para reducir la huella de carbono. No solo porque las plantas absorben CO2. Cuando consumimos las frutas y verduras de nuestro huerto, también estamos evitando comprar productos que vienen de lejos. Como sabrás, son precisamente los medios de transporte los principales responsables del aumento de CO2 en la atmósfera. A eso hay que añadir que la mayoría de las hortalizas frescas de venta en las tiendas se producen de forma intensiva en invernaderos inmensos. Esta es otra buena razón para cultivar de una manera más sostenible. Fertilizantes, herbicidas, insecticidas, cantidades ingentes de agua… ¡y de plástico! Todo esto contamina la tierra y malgasta valiosos recursos o nos hace dependientes de fuentes no renovables.
En su lugar, ¿por qué no recurrir a productos ecológicos para fertilizar el sustrato o erradicar las plagas? Aquí puedes encontrar algunas alternativas interesantes. Además, cada vez que compramos en tiendas, utilizamos envases para llevar las compras hasta nuestras casas. Al no tener ninguna otra utilidad, estos envases se convierten inmediatamente en residuos, lo que genera un nuevo problema. ¿Te has fijado en la cantidad de basura que produces cada vez que llegas a casa con la compra? Bolsas de plástico, envases de cartón, etiquetas adhesivas, frascos de cristal… la lista es interminable. Quienes tienen un huerto urbano no solo reducen el número de envases significativamente; también pueden reutilizar los residuos orgánicos que se producen en su hogar.
Por último, ¿quién no necesita de los espacios verdes para completar su bienestar? Las grandes urbes son espacios grises que, antes o después, se vuelven agobiantes para quienes las habitan. Cada fin de semana, cientos de personas huyen del asfalto para pasar unas horas en contacto con la naturaleza, ya sea en los parques de la propia ciudad o en entornos rurales próximos. Si conseguimos reducir la cantidad de residuos, podremos utilizar los espacios destinados a su tratamiento para crear nuevas zonas verdes y equipamientos deportivos al aire libre. ¡No esperes a jubilarte para cultivar tu huerto!
Desde Livingo nos recuerdan que cualquiera puede tener una zona verde en su casa. No es necesario tener mucho tiempo libre ni disponer de un gran terreno. Un balcón o el alféizar de una ventana son suficientes para albergar un pequeño huerto urbano. Elige los cultivos que más te gusten: flores, hierbas aromáticas, frutas, verduras… Sí, has leído bien: una maceta es suficiente para cultivar fresas o pimientos, por ejemplo. ¡Y no veas lo bien qué sabe la comida que cultivas tú mismo! Tus vecinos también te lo agradecerán. No es lo mismo estar rodeado de hormigón que poder divisar espacios verdes alrededor de los edificios o en su propio seno. Los balcones floridos alegran el paisaje y mejoran el aspecto del entorno. Además, muchas hortalizas, como las calabazas, también pueden utilizarse como plantas ornamentales. Consulta con tu comunidad de vecinos. Ya verás como encuentras gente interesada en dar una nueva vida a espacios comunes o degradados. También os servirá para entablar nuevas relaciones y para que los niños aprendan los ciclos de las estaciones y de dónde vienen los vegetales que comen.
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