Un lápiz que se convierte en planta
Sprout es mucho más que un lápiz: cuando está a punto de agotarse, lo plantas en una maceta, lo riegas y nace una planta aromática.
¿Y si en vez de tirar los restos de tus lápices a la basura pudieras plantarlos y convertirlos en algo delicioso? Esta es la pregunta que se hicieron los creadores de Sprout, un lápiz que contiene en su interior semillas orgánicas. Cuando el lápiz esté prácticamente agotado, solo tienes que plantarlo en una maceta, regarlo a menudo y procurar que le dé mucho el sol. Al entrar en contacto con el agua, la cápsula que contiene las semillas empieza a desintegrarse y, 2-3 semanas después, germina la planta. Si todo va bien, 4-5 semanas después de haber plantado el lápiz, podrás disfrutar cocinando con especias frescas recién recogidas.
Los lápices Sprout se elaboran con madera de cedro procedente de bosques gestionados de forma sostenible, su mina es de grafito y arcilla y no contienen plomo, por lo que no hay ningún riesgo de que las plantas que nacen a partir de ellos estén contaminadas con sustancias tóxicas.