No hay más consumidores de productos ecológicos debido a los precios y a la falta de información
Así es el consumidor medio español de alimentos ecológicos.
El precio de los productos es el principal obstáculo para un consumo mayor de productos ecológicos.
Pero la crisis no ha impedido el crecimiento del sector.
Los consumidores eligen ecológico por razones de salud.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acaba de presentar el perfil del consumidor español de productos ecológicos. Los datos de la encuesta realizada por la consultoría GFK muestran que ha aumentado el porcentaje de consumidores respecto de 2011 y alcanza ya a casi un tercio de la población española. Destaca que el 26% de los encustados dice que consume productos ecológicos al menos una vez al mes.
El consumidor medio tiene de 35 a 44 años, es mujer (56%), posee un nivel alto de estudios, tiene hijos menores de 12 años y vive en cualquier punto del territorio nacional (con preferencia por las zonas centro y noreste con Madrid y Barcelona como focos). El 18% toma productos certificados a diario, preferentemente vegetales y fruta, aunque la mayoría (el 30%) los consume 2 o 3 veces a la semana. Los hipermercados son los puntos de venta más frecuentes, aunque la compra directa al agricultor ha aumentado muy claramente. La venta en tiendas especializadas también se ha incrementado.
La salud sigue siendo la razón fundamental para consumir estos productos y el precio, el principal freno. La crisis ha hecho mella en este sentido, sin embargo no ha impedido el crecimiento del sector. La mayoría de consumidores ecológicos prefiere los alimentos que se producen en su entorno y no muestra predilección por las marcas. Además tienen un comportamiento comprometido con el entorno: reciclan o reutilizan, siguen las informaciones sobre medio ambiente e intentan no utilizar el coche.
Mucho por hacer
Pese a que los datos no son malos e indican una evolución positiva, todavía queda mucho por hacer, sobre todo en relación con el conocimiento de las certificaciones. Los datos demuestran que el Gonierno no ha invertido lo suficiente en información, pues sólo el 11% conoce el símbolo obligatorio de la certificación europea. El distintivo más reconocido, con un 40%, todavía es el de los comités reguladores autonómicos.