Homeopatía para prevenir o tratar la gripe
Reforzar las defensas es clave para que nuestro organismo esté preparado y pueda vencer a la gripe, sin padecer demasiados síntomas adversos.
Cada año con la llegada del frío se dispara la alarma: la gripe estacional ataca de nuevo. Desde el Ministerio de Salud se insta a los grupos de riesgo –enfermos con patologías crónicas, mayores de 65 años, personal sanitario y embarazadas...– a vacunarse y a las personas afectadas a tomar antivirales, medidas no están exentas de riesgos.
Desde la perspectiva de la medicina natural y homeopática, la causa de padecer una dolencia no es tanto el virus o la bacteria que la desencadena, sino el estado previo en el que se halla el organismo antes de entrar en contacto con el agente infeccioso. Es fundamental, pues, reforzar lo que en términos homeopáticos se denomina “terreno”, para así estar preparados y vencer, sin padecer demasiados síntomas adversos, cualquier tipo de ataque exterior.
Protocolo homeopático de prevención
La prevención es la mejor manera de evitar el contagio del virus de la gripe. Así, además de seguir unas medidas higiénicas básicas, es importante mejorar el estado el sistema inmunitario. El siguiente protocolo homeopático, fácil de aplicar y sin efectos secundarios, puede ayudarnos a evitar la epidemia:
Anas barbariae 200 K. Niños menores de 5 años y grupos de riesgo: 3 gránulos en ayunas, 3 días a la semana. Personas sanas adultas: 1 tubo monodosis o 10 gránulos una vez por semana.
Oro-Plata-Cobre 8 DH. Niños menores de 5 años: 5 gotas o 2 gránulos, 3 días a la semana. Adultos: 10 gotas o 3 gránulos, 2-5 días a la semana. Esta dosis se puede modificar según el estilo de vida de cada persona: aumentar en situaciones de apatía o falta de tono vital y disminuir en personas estresadas o muy ansiosas.
Cuando se instaura la infección
No existe un remedio único que sea la panacea contra la infección. Si se opta por un tratamiento homeopático, es imprescindible buscar el remedio constitucional de la persona afectada (que reforzará su terreno y aumentará las defensas). Además, se tomará conjuntamente aquel o aquellos remedios relacionados con los síntomas que se padecen, pues el curso de una infección gripal varía de forma individual. No hay que iniciar un autotratamiento sin analizar previamente las características de los síntomas. Los remedios sintomáticos más frecuentemente indicados son:
Aconitum napellus 9 CH. Se debe tomar al inicio de los síntomas, cuando aparecen los primeros escalofríos, dolores articulares con sensación de entumecimiento y percepción de que el proceso ha sido originado por un golpe de aire frío y seco.
Arsenicum album 9 CH. La gripe se manifiesta con dolor ardiente en faringe y laringe, que mejora con bebidas calientes. Sensación de frío generalizado y mucosidad poco abundante, pero muy irritante. Suele haber pérdida del apetito con vómitos violentos, que se acompañan de diarrea maloliente. Los síntomas se agravan entre la 1 y las 3 de la madrugada.
Belladona atropa 9 CH. Temperatura elevada de inicio brusco, congestión a nivel de garganta y cabeza, cara roja con ojos vidriosos, calor en la piel y transpiración. Es el remedio más indicado para bajar la fiebre gripal.
Bryonia alba 9 CH. Sensación de vértigo y dolores agudos que mejoran con el reposo. Sequedad en la boca y los labios, con ganas de beber agua fría. Aparece también una tos seca persistente. El movimiento provoca náuseas y agrava los síntomas.
Eupatorium perfoliatum 9 CH. Sensación de “estar molido” y subida de fiebre a primera hora de la mañana, entre las 7 y las 9. Cefalea y dolores oculares. Calor intenso, pero con escaso sudor. El enfermo se queja y se autocompadece.
Gelsemium sempervirens 9 CH. La infección suele producirse con tiempo cálido y húmedo. La fiebre es ligera, aunque va precedida de escalofríos. La instauración del proceso es lenta, con sensación de somnolencia, cansancio, flojedad en las piernas y aturdimiento generalizado. Los trastornos empeoran por la tarde. El exceso de movimiento y el calor le sientan mal, en cambio, mejora al tomar alguna bebida estimulante. Suele producirse catarro nasal con estornudos frecuentes y secreción fluida y acuosa.
Phosphorus 9 CH. Indicado cuando, a pesar de la fiebre, se tiene hambre. Este remedio, administrado a tiempo, impide complicaciones pulmonares. Muy apropiado para personas con tendencia a padecer bronquitis y neumonías.
Rhus toxicodendron 9 CH. Estado gripal febril con escalofríos y dolor muscular, que provoca postración con agitación. Aparece rigidez articular y dolor localizado en espalda y extremidades. El enfermo no encuentra la posición ideal para descansar, lo que le obliga a cambiar de postura constantemente. Con frecuencia surge el deseo de tomar leche fría. También es habitual la aparación de ampollas en los labios originadas por la fiebre.
Mientras dure la infección, deberán tomarse 3 gránulos de los remedios adecuados de 3 a 5 veces al día, tanto niños como adultos. La reiteración en el número de las tomas es más importante que el número de gránulos.
Tras la gripe
Una vez superado el proceso viral, es conveniente drenar el organismo de toxinas con algún remedio como el Sulfur 9 CH, el Sulfur iodatum 9 CH o la Thuya 15 CH y reforzar las defensas volviendo al protocolo preventivo o con algún medicamento más personalizado hasta recuperar el tono vital.
Por otra parte, la toma de medicamentos homeopáticos puede combinarse con otros complementos de tipo vitamínico, nutricionales o fitoterápicos. Para detener rápidamente la infección provocada por el virus de la gripe, resulta especialmente efectivo unir al protocolo básico homeopático la ingesta de:
Vitamina C. Aumenta la producción de anticuerpos, además de ser un potente antioxidante. Se puede tomar una dosis preventiva de 500 a 1.000 mg al día durante el otoño y el invierno.
Extracto de bayas de saúco. Ejerce un efecto protector y acorta la duración de los síntomas de la gripe. La dosis recomendada es de 5-10 ml diarios.