Cómo hacer que un coche diésel funcione con aceite
Un coche diésel puede funcionar con aceite vegetal puro, como el que se usa en alimentación.
La conversión reduce las emisiones de CO2, no libera metales pesados ni sulfuros y genera menos partículas finas peligrosas para la salud.
Era casi un secreto entre entendidos en mecánica un poco hippies, pero gracias a la crisis y a la creciente conciencia ambiental se está extendiendo como la pólvora. Sí, un coche diésel puede funcionar con aceite vegetal puro, como el que se usa en alimentación, que vale la mitad que el combustible y contamina menos. Sólo hay que hacer algunos cambios sencillos y baratos en el vehículo, al alcance de cualquier taller o incluso de un aficionado a la mecánica.
Requisitos del vehículo
Los modelos clásicos de la marca Mercedes eran los preferidos por los pioneros para hacerlos funcionar, sin ninguna modificación, con aceite de colza, girasol o cacahuete. Es una idea que retomaron muchos conductores europeos —sobre todo italianos— después de la subida del precio del combustible en 2005: se lanzaran a llenar los depósitos de sus coches diésel modernos con aceite, pese a que los fabricantes advirtieron sobre los daños que se producirían en distintas partes del motor.
Los expertos recomiendan realizar algunas modificaciones que permiten a casi todos los modelos actuales funcionar de manera óptima con aceite vegetal, incluyendo los diésel de pre-cámara, inyección directa (TDI), unidad-inyector (PDI) y common rail.
Sin embargo, algunos motores no pueden ser modificados debido a limitaciones de su bomba de distribución, particularmente en motores tradicionales con inyección directa. Los motores con bombas de inyección en línea o separadas, fabricadas por CAV, Lucas, Stanadyne, RotoDiesel o Delphi no son recomendables para funcionar con aceite vegetal.
La transformación sólo es recomendable para los vehículos que acostumbren a realizar trayectos superiores a 30 kilómetros, de lo contrario el motor no alcanza la temperatura de funcionamiento óptima.
Cambios necesarios
Los cambios en el sistema de alimentación son necesarios porque el aceite tiene características físicas algo diferentes al diésel. Posee, por ejemplo, un punto de ebullición más alto, mayor viscosidad y combustión más lenta. Existen dos tipos de modificaciones: la que funciona con un tanque de combustible y la que requiere dos.
• En los modelos donde se puede instalar el sistema de tanque único, se cambian bujías e inyectores y se añade un nuevo filtro de combustible. En algunos casos puede ser necesaria la instalación de una bomba de combustible adicional, un intercambiador de calor para precalentar el combustible, así como los conmutadores, las válvulas, las conducciones y las tomas necesarias.
• Con el sistema de dos tanques, el vehículo conserva el original para llenarlo con aceite y se añade un pequeño depósito complementario (de 20 a 30 litros) para diésel, con el que se realizan los primeros y los últimos kilómetros. Una vez que el motor está caliente, gracias a un conmutador automático o manual, pasa a alimentarse con el aceite vegetal durante la mayor parte del viaje.
Las modificaciones introducidas en el vehículo no impiden que las reparaciones y el mantenimiento puedan seguir realizándose en el taller habitual.
Aceite como combustible
El combustible usado de forma más común en el norte de Europa es el aceite de colza. Otra opción es el aceite de girasol. Ambos ofrecen prácticamente las mismas prestaciones que el diésel en cuanto a consumo y potencia.
Más práctico y barato que comprar el aceite en el supermercado es dirigirse a proveedores de restaurantes o productores, que pueden proporcionarlo en bidones de 25 litros a mejor precio.
En caso de que en un momento dado no se encuentre suministro de aceite vegetal, el automóvil modificado puede funcionar con diésel sin problemas.
También es teóricamente posible utilizar aceite reciclado de la cocina, siempre que se puedan controlar las características del producto final (grado de viscosidad, filtrado de impurezas y agua, acidez…). En Estados Unidos se están popularizando los kits para filtrar y tratar los aceites de cocina. Por último, en Europa y España están en marcha iniciativas para proveer de aceite puro con autorización como combustible.
Mantenimiento
Hay algunas normas que deben seguirse para evitar problemas. Por ejemplo, es necesario realizar los cambios de aceite de motor más frecuentemente o controlar su estado a menudo.
En el sistema de dos tanques, unos kilómetros antes de hacer largas paradas en las que el motor se puede enfríar, hay que cambiar la alimentación de aceite a diésel. Así se expulsa el aceite del sistema de inyección y se deja el sistema listo para el siguiente encendido.
Cuando las temperaturas bajan de los 0ºC en invierno hay que añadir diésel para reducir la viscosidad. Estas medidas previenen la dañina “polimerización” del aceite vegetal con el aceite lubricante del motor.
Las ventajas
El aceite es más barato que el diésel (0,70 euros por 1,10 euros), en parte porque soporta impuestos menores. Además no está sometido a las fluctuaciones de precio típicas del petróleo. Considerando que el coste de las modificaciones cuesten unos 2.200 euros y que se recorran unos 30.000 kilómetros al año, a los 24 meses ya se habría amortizado la inversión.
Pero las mayores ventajas son ambientales: como el origen del aceite es una planta, el CO2 que se libera es el mismo que se fijó, por tanto no contribuye al aumento de la concentración del gas en la atmósfera. Además no libera metales pesados ni sulfuros, que contribuyen a la lluvia ácida, y genera menos partículas finas peligrosas para la salud.
Kits en internet Aclaración: El Correo del Sol no tiene ninguna relación con estas empresas ni responde por sus servicios. |
Los kits con todas las piezas necesarias y las instrucciones de montaje —para mecánicos o aficionados con conocimientos suficientes— pueden conseguirse a través de internet. Pero hay que estar seguro de que se pide el equipo que se adapta al motor. Para ello hay que identificar en el vehículo la bomba de inyección y el recorrido del gasóleo entre el depósito y la bomba de inyección. Después se pide al proveedor del kit un esquema de montaje y se comprueba que se corresponda con la configuración de nuestro circuito.
Jorge Aparicio lo hizo
Los dos vehículos que Jorge Aparicio utiliza para trabajar se mueven con aceite de soja. Descubrió la idea en Alemania, se documentó y se lanzó a la aventura. Compró el kit y se lo hizo instalar por un mecánico de Sabadell (Barcelona) en un Ford Courier. Convencido, después se lo puso también a un Volkswagen Transporter. Han pasado cinco años y está completamente satisfecho del resultado.
¿Cuánto te ha costado el cambio?
Sobre unos 1.800 euros.
¿Y qué aceite utilizas?
El de soja, porque es el más barato.
¿Estás satisfecho?
Sí, la coherencia con mis ideas ecologistas es muy importante para mí.
¿No has tenido averías?
Ninguna
¿Es rentable?
Desde el punto de vista económico no lo he calculado, pero ecológicamente, por supuesto.
¿Cuáles son las principales ventajas?
Alargas la vida del motor y tienes menos problemas. Además encuentras combustrible en cualquier supermercado…
¿Inconvenientes?
Déjame pensar… Como en lugar de a petróleo, hueles a ricas patatas fritas, tienes más hambre.
¿Has tenido problemas con la ITV?
Ni se han enterado. Notan que tenemos pocas emisiones y punto.
¿Ha cundido el ejemplo?
Mucha gente a contactado con nosotros para conocer nuestra experiencia y más de uno lo ha hecho.
¿Por qué no lo hace más gente?
Tal vez no tengamos una vision amplia de las cosas, o quizá no seamos capaces de pagar el precio de la coherencia.