Consejos para trabajar con el ordenador
No es extraño que quienes trabajen con ordenadores se quejen de un sinfín de molestias relacionadas con la vista, las cervicales, las muñecas o, incluso, estrés o irritabilidad.
Algunos profesionales ejecutan a diario frente al ordenador entre 12.000 y 33.000 movimientos de cabeza y ojos, y unas 30.000 pulsaciones del teclado. Para evitar la aparición de trastornos conviene tener en cuenta los siguientes puntos:
• Considerar la ergonomía en los muebles. La ergonomía es la ciencia que estudia la adaptación de los muebles a las necesidades de la persona (normalmente ocurre lo contrario). Hay que elegir una silla que permita una postura cómoda y facilidad para moverse. Aunque no es imprescindible, conviene que la altura sea regulable y se adapte tanto a la altitud de la mesa (unos 75 cm) como a la del usuario. Debajo de la mesa se puede colocar un banco reposapiés para descansar de vez en cuando.
• La pantalla del ordenador debe estar situada ligeramente por debajo de la altura de los ojos y a 50-60 cm de distancia. Mirarla no debe exigir que se gire el cuello. Además hay que descansar la vista de vez en cuando. Cada 30 minutos conviene levantarse para estirar las piernas y descansar los ojos mirando a lo lejos.
• Es conveniente usar un atril para los documentos en papel. Se coloca a la misma distancia equivalente a la de la pantalla y a su misma altura. De esta forma no se baja y se sube constantemente la cabeza para mirar.
• Al manipular un teclado, las manos adoptan una posición forzada, hacia afuera. Los teclados ergonómicos o los reposamuñecas corrigen este problema porque permiten un acceso a las teclas en línea recta con respecto al antebrazo. Debe quedar en la línea entre el cuerpo y la pantalla (para que no obligue a girar el cuello) y con un espacio suficiente delante del teclado para apoyar, a fin de reducir la fatiga en brazos y manos y la tensión en la espalda.
• Para aliviar la tensión en muñecas y dedos, un buen ejercicio consiste en remojarse las manos con agua fría a menudo. Esto mejora la circulación y previene inflamaciones.
• El uso constante del ratón puede provocar tendinitis. La forma debe adaptarse a la curva de la mano, no debe necesitar mucha fuerza para accionarse y ha de ser fácilmente deslizable.
• Una buena mesa de trabajo es de color claro y mate Además tiene dimensiones suficientes para colocar todo lo necesario (mínimo de 120 cm por 90 cm centímetros). Si se acostumbra a escribir en ella puede ser conveniente una ligera inclinación.
Un entorno de diseño ergonómico
El término ergonomía fue acuñado por K.F.H Murrel en 1949, en Oxford (Reino Unido), a partir de las raíces griegas ergon, trabajo y nomos, reglas. Bajo esta denominación se agrupan todos los conocimientos referidos a la adaptación del entorno, y del lugar de trabajo en especial, a las necesidades humanas.
Aspectos importantes de la ergonomía son las consideraciones fisiológicas —análisis de las modificaciones que se presentan en el organismo humano por efecto del trabajo realizado— y antropométricas —estudio de las proporciones y medidas de las distintas partes del cuerpo humano y su relación con los objetos del entorno.
Por tanto, el diseño ergonómico es la aplicación de estos conocimientos en la creación de ambientes y herramientas que sirvan para prevenir la aparición de trastornos de salud. Así existen sillas, teclados y ratones ergonómicos, pero esta palabra no se aplica sólo a los diseños novedosos: silla ergonómica es la que permite sentarse cómodamente y sin efectos secundarios, aunque su forma sea tradicional. También es posible hablar de un comportamiento ergonómico, cuando al moverse o adoptar posturas se tienen en cuenta los límites del cuerpo a corto y largo plazo.
Asimismo dentro del concepto ergonomía caben las consideraciones sobre el ruido ambiental, la calidad del aire o la distribución de espacios.