En la lucha para dar sentido a la vida, ciertas actividades crean un marco de apoyo que sirven para conectar el yo con los demás y con el mundo. Entre estas actividades se encuentran la pintura, la literatura, la música, la comunidad, la familia, la religión y el juego. Cualquiera de ellas tiene un beneficio terapéutico y están especialmente indicadas cuando la enfermedad provoca un enfrentamiento con las propias limitaciones y dependencias.
• Las personas con alteraciones emocionales, en especial tras un acontecimiento traumático, pueden obtener beneficio a partir de las actividades expresivas y creativas. También son útiles en una amplia gama de problemas emocionales y psíquicos: psicosis, dificultades de aprendizaje, desórdenes de la alimentación, adicciones...