El edificio de Foster para la BODEGA PORTIA (Ribera del Duero)
La nueva Bodega Portia, del Grupo Faustino, se construirá con criterio ecológico. Norman Foster es el autor de un proyecto que reúne calidad, innovación y respeto por el entorno paisajístico y el medio ambiente. Para celebrarlo, brindamos con el vino ecológico Marqués de Vitoria, también del Grupo Faustino.
El edificio, que se levantará en Gumiel de Izán (Burgos) y costará 25 millones de euros, se inaugurará en la primavera de 2008. Con este proyecto, Foster se une a otros prestigiosos arquitectos, como Calatrava, Moneo, Gehry, Maziéres, o Rogers, que con anterioridad se han ligado a proyectos relacionados con el mundo del vino, pero éste es el primero donde el criterio ecológico ha sido fundamental en el diseño.
La nueva bodega tendrá una superficie de 11.300 metros cuadrados y capacidad para una producción anual de un millón de botellas de vino. "Es una ecuación perfecta entre calidad, diseño y vanguardia", según José Luis Fernández de Jubera, director general del Grupo Faustino, empresa vitivinícola familiar, que elabora y exporta vinos de alta gama y cuenta con siete bodegas en cuatro de las principales Denominaciones de Origen, Rioja, Navarra, La Mancha y Ribera de Duero.
Aunque para la presentación del proyecto Norman Foster contaba con fotografías, planos y representaciones virtuales, prefirió iniciar su explicación dibujando en el panel anunciador de las bodegas. En él pintó un corazón, centro de la futura bodega, y a modo de flor tres grandes pétalos que responden a los escalones implicados en la transformación desde la cepa al vino. Cada uno de estos "pétalos" cuenta con una galería central que permite al visitante sumarse al recorrido de una cepa y seguir el camino de la uva por todo el edificio, además de tener acceso a restaurante, tiendas y salas de exposiciones públicas.
En su exposición, Foster se preguntó sobre cómo se puede definir la poesía de la complicada elaboración del vino "en la que la cepa necesita el sol y el proceso del vino entiende la luz como enemigo". Lo resolvió hundiendo las alas de la bodega con las barricas y botellas bajo tierra, proporcionando las condiciones más favorables para el envejecimiento.
"El primer paso del proceso es volcar la uva por el centro del edificio-al que llegan los tractores-, sin bombeo, por el proceso de gravedad e introducirla en las cincuenta cubas de fermentación, realizadas en acero inoxidable" y situadas en uno de los pétalos con el frente acristalado que permite ser contempladas desde el exterior.
Tras catorce días en fermentación, se pasa a las barricas de roble, (entre 4.000 y 6.000), y posteriormente el vino llega al tercer "pétalo", en el que durante años permanecerá para su crianza en botellas. Cada uno de los espacios "tiene la calidad medioambiental que precisa cada paso de elaboración", señaló Norman Foster para quien todo el edificio está en estrecha relación con la poesía y el romanticismo del vino.
El proyecto "es muy respetuoso con el paisaje. Se ha establecido un diálogo entre el mundo interior del edificio y el paisaje externo" y uno de los retos del arquitecto ha sido "el contraste entre el ambiente externo, luminoso y cálido, con el interior de la bodega, fría y oscura".
Los materiales utilizados son también los que están presentes en los procesos de producción del vino: acero, roble y cristal. "La parte central del edificio recoge la energía solar, mientras que los muros laterales son de acero corten, que se oxidan con el tiempo y adquieren el color del campo, de la tierra, de la naturaleza".
Otros ejemplos del trabajo de Foster en España son sus obras de ingeniería de la Torre de Comunicaciones de Collserola en Barcelona y el Metro de Bilbao; el campo de fútbol del Athletic de Bilbao, la restauración del antiguo Ayuntamiento de Portbou (Girona); el Palacio de Congresos de Valencia; la torre de comunicaciones de Santiago de Compostela o el proyecto del Museo de la Aviación de Getafe (Madrid) entre otros.
Bodegas Faustino, que en la actualidad exporta el 49% de sur producción principalmente a mercados comunitarios, se ha convertido en el primer exportador de vinos de gran reserva de denominación de Origen Rioja del mundo. Desde que inició su actividad en 1861, el Grupo Faustino, que facturó 100 millones en 2006, cuenta con siete bodegas, ubicadas en cuatro de las principales denominaciones de origen de España (Rioja, Navarra, La Mancha y Ribera de Duero) y posee 2.000 hectáreas de viñedo propio.
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