Olas de calor mortales en el Meditarráneo
Las olas mortales de calor en la zona del Mediterráneo, como la que causó la muerte de 18.000 personas en el 2003, podrían convertirse en la norma de este siglo si continúa la actual tendencia de emisiones de gases invernadero, dijeron el viernes investigadores.
El número de días de calor peligroso en la región, que incluye parte de Europa, África y Oriente Próximo, podría aumentar entre un 200 y un 500 por ciento, según un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters.
Francia tendrá el mayor aumento en cuanto a días de temperaturas extremadamente elevadas, según el estudio.
Sin embargo, el recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero podría hacer que estos días calurosos sean la mitad de intensos, dijeron los autores en su análisis sobre simulaciones de clima hasta el año 2099.
Alrededor de 15.000 personas murieron en Francia durante la ola de calor en el 2003, y casi 3.000 fallecieron en Italia el mismo verano.
Los investigadores hallaron que el calentamiento global aumenta las temperaturas "drásticamente" por encima del rango que se relacionó con esas muertes.
"Los sucesos extraños hoy, como la ola de calor del 2003 en Europa, se vuelven mucho más comunes mientras se elevan las concentraciones de gases de efecto invernadero", dijo en un comunicado Noah Diffenbaugh, de la Universidad de Purdue, en Indiana.
Los días más calurosos que se registran en la actualidad en verano tendrán la misma temperatura que habrá en los días más frescos de los futuros veranos, halló el análisis de Diffenbaugh y sus colegas en California, Italia y China.
Uno de los factores que lleva a este fenómeno es el hecho de que los días con temperaturas extremadamente altas calientan las cosas en una proporción mucho mayor que los días los moderadamente calurosos, porque los primeros también son absolutamente secos.
La superficie terrestre se vuelve más seca cuanto más se calienta y el suelo conlleva menos humedad en la zona y menos enfriamiento evaporatorio.
Más allá de la amenaza a la vida humana, este pronóstico de ascenso de temperaturas podría dañar la economía de la región del Mediterráneo.
Esta región abarca 21 países que bordean el Mar Mediterráneo, y ciudades como Barcelona, Roma, París, Argel, El Cairo, Estambul y Tel Aviv.
Diffenbaugh afirmó que los cambios tecnológicos y de los comportamiento para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podrían influir en lo que pase en el futuro, pero agregó: "Veremos efectos negativos incluso con emisiones reducidas".
El número de días de calor peligroso en la región, que incluye parte de Europa, África y Oriente Próximo, podría aumentar entre un 200 y un 500 por ciento, según un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters.
Francia tendrá el mayor aumento en cuanto a días de temperaturas extremadamente elevadas, según el estudio.
Sin embargo, el recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero podría hacer que estos días calurosos sean la mitad de intensos, dijeron los autores en su análisis sobre simulaciones de clima hasta el año 2099.
Alrededor de 15.000 personas murieron en Francia durante la ola de calor en el 2003, y casi 3.000 fallecieron en Italia el mismo verano.
Los investigadores hallaron que el calentamiento global aumenta las temperaturas "drásticamente" por encima del rango que se relacionó con esas muertes.
"Los sucesos extraños hoy, como la ola de calor del 2003 en Europa, se vuelven mucho más comunes mientras se elevan las concentraciones de gases de efecto invernadero", dijo en un comunicado Noah Diffenbaugh, de la Universidad de Purdue, en Indiana.
Los días más calurosos que se registran en la actualidad en verano tendrán la misma temperatura que habrá en los días más frescos de los futuros veranos, halló el análisis de Diffenbaugh y sus colegas en California, Italia y China.
Uno de los factores que lleva a este fenómeno es el hecho de que los días con temperaturas extremadamente altas calientan las cosas en una proporción mucho mayor que los días los moderadamente calurosos, porque los primeros también son absolutamente secos.
La superficie terrestre se vuelve más seca cuanto más se calienta y el suelo conlleva menos humedad en la zona y menos enfriamiento evaporatorio.
Más allá de la amenaza a la vida humana, este pronóstico de ascenso de temperaturas podría dañar la economía de la región del Mediterráneo.
Esta región abarca 21 países que bordean el Mar Mediterráneo, y ciudades como Barcelona, Roma, París, Argel, El Cairo, Estambul y Tel Aviv.
Diffenbaugh afirmó que los cambios tecnológicos y de los comportamiento para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero podrían influir en lo que pase en el futuro, pero agregó: "Veremos efectos negativos incluso con emisiones reducidas".
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