Los disquetes fueron la manera de conservar documentos informáticos durante las décadas de los 80 y los 90. Ahora su destino son los contenedores de basura y las incineradoras donde son calcinados generando gases tóxicos. Si se entregan en un punto verde se pueden separar y reciclar los materiales, pero resulta costoso y poca gente lo hace. Una alternativa es alargar su vida, reciclarlos. Como ves en las fotos pueden convertirse en contenedores de bolígrafos, libretas e incluso maletas. Sólo hace falta hacerles unos agujeritos y unirlos con abrazaderas de plástico, anillas metálicas o lana. Se admite cualquier otra idea.