La contaminación causa infartos cerebrales
Las partículas microscópicas de elementos contaminantes expedidos por motores diesel y plantas de carbón podrían estimular la formación de coágulos sanguíneos, que a su vez pueden causar ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, señalan los científicos.
Investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago hallaron que estas partículas diminutas, que miden menos de la décima parte del diámetro de un pelo humano y son demasiado pequeñas para ser filtradas por la nariz o la boca, causaron hipercoagulación en la sangre de animales.
Estas partículas producen inflamación en los pulmones, los que a su vez secretan una sustancia llamada interleucina-6 que estimula la formación de coágulos. Esto resulta en un mayor riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular en personas con enfermedad cardiaca y un historial previo de accidente cerebrovascular.
Aunque estudios epidemiológicos previos habían identificado una relación entre la contaminación atmosférica y la enfermedad cardiovascular y muerte, éste es el primero en demostrar cómo la contaminación puede causar, de hecho, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, de acuerdo con los investigadores.
"Esta es una pieza crítica que faltaba para completar el rompecabezas, que había eludido a los científicos durante décadas", dijo en una declaración preparada el autor principal del estudio, el Dr. Gokhan Mutlu, profesor adjunto de medicina crítica y pulmonar. "Ahora sabemos cómo la inflamación en los pulmones causada por agentes contaminantes del aire conduce a la muerte por enfermedad cardiovascular".
"Mediante el uso de aspirina en baja dosis para mantener la dilución de la sangre se podría proteger a las personas en riesgo", sugirió Mutlu.
El estudio aparece en la edición en línea del jueves del Journal of Clinical Investigation y se espera que aparezca en la edición impresa del 1 de octubre.
Investigadores de la Universidad Northwestern de Chicago hallaron que estas partículas diminutas, que miden menos de la décima parte del diámetro de un pelo humano y son demasiado pequeñas para ser filtradas por la nariz o la boca, causaron hipercoagulación en la sangre de animales.
Estas partículas producen inflamación en los pulmones, los que a su vez secretan una sustancia llamada interleucina-6 que estimula la formación de coágulos. Esto resulta en un mayor riesgo de ataque cardiaco o accidente cerebrovascular en personas con enfermedad cardiaca y un historial previo de accidente cerebrovascular.
Aunque estudios epidemiológicos previos habían identificado una relación entre la contaminación atmosférica y la enfermedad cardiovascular y muerte, éste es el primero en demostrar cómo la contaminación puede causar, de hecho, ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares, de acuerdo con los investigadores.
"Esta es una pieza crítica que faltaba para completar el rompecabezas, que había eludido a los científicos durante décadas", dijo en una declaración preparada el autor principal del estudio, el Dr. Gokhan Mutlu, profesor adjunto de medicina crítica y pulmonar. "Ahora sabemos cómo la inflamación en los pulmones causada por agentes contaminantes del aire conduce a la muerte por enfermedad cardiovascular".
"Mediante el uso de aspirina en baja dosis para mantener la dilución de la sangre se podría proteger a las personas en riesgo", sugirió Mutlu.
El estudio aparece en la edición en línea del jueves del Journal of Clinical Investigation y se espera que aparezca en la edición impresa del 1 de octubre.
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