Un virus estomacal puede causar la mitad de los casos de fatiga crónica

Un virus estomacal puede causar la mitad de los casos de fatiga crónica

01 Octubre 2007
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La preocupación de un padre por su hijo llevó a una investigación que ahora ida luces sobre una enfermedad que por largo tiempo ha estado envuelta en el misterio.

A Andrew Chia, que ahora tiene 24 años, se le diagnosticó el debilitante síndrome de fatiga crónica en 1997.

Esta semana, es coautor con su padre, el Dr. John Chia, de un estudio que relaciona el síndrome de fatiga crónica (SFC) con los enterovirus, que causan infecciones respiratorias agudas y gastrointestinales.

"Es como un nuevo principio. Ahora podemos desarrollar medicamentos antivirales", afirmó Chia padre, especialista en infectólogo que tiene una práctica privada en Torrance, California. "No tenemos nada para esta pobre gente, aunque hemos intentado varias cosas. Ahora podemos estudiar cómo se comportan estos virus y cómo eliminarlos".

"Los datos del Dr. Chia cubren una cantidad sustancial de pacientes", apuntó la Dra. Nancy Klimas, profesora de medicina de la Facultad de medicina Miller de la Universidad de Miami y directora del Centro de enfermedad de la guerra del Golfo en el Centro médico de la VA. "Esto podría impulsar el campo en una nueva dirección".

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 13 de septiembre del Journal of Clinical Pathology.

Se calcula que más de un millón de personas en los Estados Unidos sufren de SFC, lo que le cuesta al país alrededor de $9 mil millones al año. La dolencia es más común entre las mujeres de 40 a 60 años de edad y se caracteriza por varios síntomas debilitantes, como fatiga inexplicable, problemas para dormir, problemas con la memoria y la concentración, y dolor. El SFC puede ser tan debilitante como la esclerosis múltiple.

La enfermedad fue reconocida por primera vez a finales de los 80, fue llamada al principio "gripe yuppie" y ha sufrido de una crisis de credibilidad. Las causas del síndrome de fatiga crónica (SFC) siguen sin esclarecerse.

Se han implicado varios virus distintos, entre ellos el virus de Espstein-Barr, el citomegalovirus y el parvovirus, además de los enterovirus. Hay más de 70 tipos distintos de enterovirus que pueden afectar el sistema nervioso central, el corazón y los músculos, todo lo que coincide con los síntomas del SFC.

Sin embargo, encontrar pruebas definitivas de la presencia de los virus era difícil. "Así juzgamos una enfermedad, si causa daño orgánico o muerte, entonces es una enfermedad real", apuntó Chia. "Pero si no se muestra, no significa que no esté ahí".

Chia comenzó su hercúlea tarea de obtener unas 3,000 muestras de sangre de pacientes en busca de genes virales. Durante un periodo de cinco a seis años, encontró evidencia de enterovirus en el 35 por ciento de los pacientes, pero sólo después de múltiples muestras de cada paciente. "Si tomáramos una muestra de cada paciente, se trataría de menos del 5 por ciento", señaló Chia. "Nos dimos cuenta de que no era la manera de buscarlo. La suposición que hicimos sobre el SFC de que teníamos que encontrar el virus en la sangre era completamente incorrecta, así que comenzamos a buscar los virus en el tejido, la carne".

Un equipo de investigadores europeos había encontrado enterovirus en el cerebro, músculo y corazón de un paciente de SFC que se había suicidado. Pero es prácticamente imposible practicar biopsias de cerebro y corazón en personas vivas.

Chia comenzó a buscar el "área de replicación" de los virus, es decir, el estómago. Los virus son resistentes a los ácidos estomacales.

Con el tiempo, tomaron biopsias estomacales y realizaron endoscopias de 165 pacientes de SFC, los cuales tenían problemas gastrointestinales duraderos (que son comunes en los pacientes de SFC).

El 82 por ciento de los especímenes de los pacientes de SFC resultaron positivos respecto a partículas enterovirales, en comparación con sólo 20 por ciento de las muestras de personas sanas. En muchos pacientes, la infección inicial se había dado hasta 20 años antes.

Klimas apuntó que, parcialmente, el trabajo de Chia fue posible gracias a avances tecnológicos. También buscó en el "compartimiento" correcto.

"La gente estaba ocupada buscando en el torrente sanguíneo, pero él buscó en la panza. Buscó en el compartimiento correcto y encontró los virus", señaló. "Depende de dónde se busque y qué se vea".

Chia considera que los enterovirus podrían causar la mitad de los casos de SFC. La enfermedad puede también ser provocada por otras infecciones.

"Para mí tiene sentido que sea una enfermedad infecciosa. Tiene todo el sentido del mundo", afirmó. "Si se trata de un virus, no destruye las células, se esconde dentro de ellas. Es un virus pequeño e inteligente".

El hijo de Chia se ha recuperado de la enfermedad, aunque su padre informó que "pasó mucho tiempo en el laboratorio. Sin él, no lo hubiera logrado".