Mujeres y hombres pueden seguir o adaptar a su los siguientes consejos y técnicas para obtener orgamos más largos, intensos y sanos. Reforzar el control de los músculos de la pelvis.

• El grupo muscular pubococcígeo, que sostiene el suelo pélvico, debe mantenerse tonificado para que la llegada de sangre durante la excitación sea abundante y las contracciones intensas.

• La tonificación se consigue mediante contracciones de los músculos que abren y cierran el esfínter anal y la uretra. Retener repetidamente la orina durante dos segundos mientras se micciona ejercita este músculo, pero conviene hacer el ejercicio “en seco”, contrayendo 20 veces seguida, tres veces al día.

• La mujer puede apretar el pene con la vagina mientras está siendo penetrada, lo cual constituye una técnica sexual agradable que ha hecho célebres a las mujeres asiáticas. El hombre puede igualmente tensar el músculo que “eleva” su miembro. Controlar los movimientos y la excitación.

• La penetración es un arte en que la mujer y el hombre pueden intercambiarse el control de los movimientos y las posiciones. En lugar de una carrera monótona y desenfrenada en la postura del misionero, es posible cambiar de velocidad, profundidad y dirección de la penetración para estimular diferentes zonas de la vagina.

• Es muy útil controlar la respiración, haciéndola más lenta y profunda cuando se desee retrasar la llegada del orgasmo. Conviene aprender a relajarse en plena excitación –deteniéndose, respirando– y hacerlo varias veces. Cuando el orgasmo llegue, sin ser buscado, será mucho más intenso.

• Si inmediatamente antes del orgasmo se relajan conscientemente los músculos de la pelvis las contracciones se hacen más intensas.

Probar posturas

• Todas tienen su gracia, así como ventajas e inconvenientes. Cada pareja debe encontrar las que mas les satisfacen.

• Los sexólogos recomiendan la postura en que la mujer está sentada a horcajadas sobre el hombre porque así ella puede controlar el ritmo, la dirección y la profundidad de la penetración mientras se acaricia el clítoris sin dificultad.

• En la postura en que la mujer esta tendida boca arriba, puede servirse de un cojín para elevar sus nalgas y apoyar las pantorrillas sobre los hombros del hombre que está arrodillado entre sus piernas. Realizando variaciones de esta posición se puede estimular a la vez el clítoris, el punto G y el punto K.

Tocarlo todo

• La estimulación antes de la penetración es imprescindible. En muchos casos, tener el primer orgasmo antes –el hombre y la mujer– aumenta las posibilidades de obtener más y ayuda a que el contacto sea más prolongado y satisfactorio.

• Las zonas sexualmente más sensibles son el pene (el glande más exactamente) en el hombre y el clítoris en la mujer. Pera estos puntos no deben ser los primeros en ser acariciados. La sensación puede resultar hasta desagradable.

• El clítoris no es sólo lo que se puede ver. En realidad es un órgano que se extiende 9-11 cms a cada lado de la entrda de la vagina, por debajo de los labios mayores y menores y está compuesto de tejido eréctil como el pene. Son los “bulbos vestibulares de la vagina”, según la anatomía clásica, que en realidad debieran llamarse “bulbos del clítoris”. Por eso la estimulación de cualquier punto en la zona genital femenina puede llevar al orgasmo.

• También las caricias en los pezones y la nuca pueden provocar el éxtasis. En realidad todo el cuerpo es erógeno, especialmente los pies, la zona posterior de las rodillas, la cara interior de los muslos, los pechos, las manos, el cuello y la cabeza.

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