Nuria Otero: "En el parto, el bienestar emocional no debe quedar en un segundo plano"
La asociación “El Parto es Nuestro” critica que en la actualidad se aplique a las mujeres que van a dar a luz una serie de prácticas desaconsejadas por la OMS, como
obligar a parir acostadas, inducir los partos por conveniencia, romper prematuramente la bolsa amniótica, administrar oxitocina sintética para acelerar el parto, afeitar el pubis o poner enemas y practicar episiotomías de forma rutinaria.
La asociación, de la que forman parte 20 mujeres gallegas –que han creado un grupo local, “O parto é noso”– tiene como objetivo compartir e intercambiar información fiable y actualizada y ser un estímulo para la modernización del sistema de atención al parto en España.
Nuria Otero, coordinadora en Galicia de este colectivo, critica el retraso que lleva España con respecto a otros países desarrollados en la implantación de las recomendaciones de la OMS para la atención al parto. “Y esto tiene como consecuencia un aumento incesante del número de cesáreas y de partos instrumentales”, dice.
Otero es pedagoga y psicopedagoga, además de doula. Critica que los ginecólogos actúan “por miedo a la demanda: el éxito en obstetricia se resume en que el niño y la madre salgan bien y el trato que reciban y el bienestar emocional de la madre quedan relegados a un segundo término”.
En su opinión, asistir partos más naturales y respetados no está relacionado con la necesidad de más y mejores medios en los hospitales. “Para llevar a cabo un parto respetado no necesitas dos habitaciones; la mujer puede parir en la misma, con la comadrona y sin la necesidad de un potro. No necesita rasurar, enemas ni monitorización continua. Hay alumbramientos que precisan cesárea, y entonces bienvenida sea. No estamos en absoluto en contra de ellas, pero sí en contra de que los ginecólogos funcionen en base al miedo y transmitan ese miedo a las parturientas”, advierte.
Otero espera que cada vez más “las mujeres se conciencien de la necesidad de reclamar un parto más humano. Hay que tener ganas de ponerse en la piel de la mujer y darse cuenta de que las reclamaciones no son peregrinas”, considera.
Otero decidió hacerse doula tras vivir en sus propias carnes la soledad y desinformación durante el postparto. Se formó en diversos cursos y a través de muchas lecturas y actualmente organiza talleres de preparación al parto en A Coruña.
Como doula, en estos momentos está acompañando a cuatro futuras madres. “Nuestra misión no es atender el parto, sino servir a la madre como soporte emocional y hacerlas sentir seguras”, describe.
Fuente: El Faro de Vigo
Más información:
http://www.proyectomaterna.blogspot.com/
http://www.materna-orientacionfamiliar.blogspot.com/
obligar a parir acostadas, inducir los partos por conveniencia, romper prematuramente la bolsa amniótica, administrar oxitocina sintética para acelerar el parto, afeitar el pubis o poner enemas y practicar episiotomías de forma rutinaria.
La asociación, de la que forman parte 20 mujeres gallegas –que han creado un grupo local, “O parto é noso”– tiene como objetivo compartir e intercambiar información fiable y actualizada y ser un estímulo para la modernización del sistema de atención al parto en España.
Nuria Otero, coordinadora en Galicia de este colectivo, critica el retraso que lleva España con respecto a otros países desarrollados en la implantación de las recomendaciones de la OMS para la atención al parto. “Y esto tiene como consecuencia un aumento incesante del número de cesáreas y de partos instrumentales”, dice.
Otero es pedagoga y psicopedagoga, además de doula. Critica que los ginecólogos actúan “por miedo a la demanda: el éxito en obstetricia se resume en que el niño y la madre salgan bien y el trato que reciban y el bienestar emocional de la madre quedan relegados a un segundo término”.
En su opinión, asistir partos más naturales y respetados no está relacionado con la necesidad de más y mejores medios en los hospitales. “Para llevar a cabo un parto respetado no necesitas dos habitaciones; la mujer puede parir en la misma, con la comadrona y sin la necesidad de un potro. No necesita rasurar, enemas ni monitorización continua. Hay alumbramientos que precisan cesárea, y entonces bienvenida sea. No estamos en absoluto en contra de ellas, pero sí en contra de que los ginecólogos funcionen en base al miedo y transmitan ese miedo a las parturientas”, advierte.
Otero espera que cada vez más “las mujeres se conciencien de la necesidad de reclamar un parto más humano. Hay que tener ganas de ponerse en la piel de la mujer y darse cuenta de que las reclamaciones no son peregrinas”, considera.
Otero decidió hacerse doula tras vivir en sus propias carnes la soledad y desinformación durante el postparto. Se formó en diversos cursos y a través de muchas lecturas y actualmente organiza talleres de preparación al parto en A Coruña.
Como doula, en estos momentos está acompañando a cuatro futuras madres. “Nuestra misión no es atender el parto, sino servir a la madre como soporte emocional y hacerlas sentir seguras”, describe.
Fuente: El Faro de Vigo
Más información:
http://www.proyectomaterna.blogspot.com/
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