Existe una mezcla de plantas que ha alcanzado el estatus de cura casi milagrosa. Para las personas sensatas este prestigio es más que suficiente para que descarten su eficacia real. Sin embargo vale la pena repasar su historia. La fórmula se denomina Essiac, que leído al revés es el nombre de una enfermera canadiense que lo utilizó entre 1922 y 1978 con miles de pacientes. Según sus explicaciones, la fórmula original se la dio una mujer que se curó de un cáncer de pecho gracias a las hierbas que le proporcionó un chamán.

El tratamiento de Caisse llegó al parlamento canadiense donde una comisión decidió prohibirlo por ineficaz, permitiendo que fuera administrado únicamente a enfermos desahuciados que lo solicitaran. Sus defensores argumentan hasta hoy que la comisión actuó presionada por el establishment médico y que miles de testimonios son la prueba de su eficacia, entre ellos el médico de John Fitzgerald Kennedy, que se curó de un cáncer intestinal. La fórmula fue confiada por Caisse a la Corporación Resperin, encargada del uso compasivo decidido por el parlamento. Pero algunas empresas (iniciativas de Elaine Alexander y Gary Glum) aseguran que llegó a sus manos la fórmula y la comercializan como complemento dietético, sin hacer referencias a su uso contra el cáncer. No obstante se sabe que las principales plantas medicinales que componen Essiac son raíz de bardana (Arctium lappa), ruibarbo chino o indio (Rheum palmatum), acetosa (Rumex acetosella) y corteza interna de olmo (Ulmus fulva o Ulmus rubra).

• Más información en: www.essiac-info.org y www.resperin.ca

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