¿Habrá tratamientos para el ébola, cuándo y cómo?

¿Habrá tratamientos para el ébola, cuándo y cómo?

12 Octubre 2014
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Artemisia anua, utilizada contra la malaria

En España se investiga un remedio contra el ébola entre el Gobierno y una farmacéutica. Mientras se ensayan numerosos fármacos se dejan de lado otras posibles vías más “naturales” y se denosta a personas que apuestan por plantas efectivas contra la malaria que ya industrializanlaboratorios como Sanofi Aventis.

En el programa de radio La otra mirada que hace Alejandro Sánchez entrevistan a Irene Luque Fernández, miembro del grupo de Biofísica y Biotecnología Molecular de la Universidad de Granada. Habla sobre lo que publicamos ayer de que España también trabaja con un laboratorio, Merck, Sharp & Dohme (MSD), en busca de un “fármaco natural” contra el ébola. Son muchos los laboratorios que están buscando remedios en colaboración con, sobre todo, el Gobierno de Estados Unidos. Cuenta que desarrollar un fármaco eficaz y seguro para el ébola “no se hace en un tiempo breve” y que aún es muy pronto para saber si el proyecto español funcionará.

La científica cree que hay que ser optimista, que comienzan a conseguir resultados prometedores y que probablemente no sea una cura sino como ocurre con el tratamiento para el VIH/Sida que estabilice la situación de los pacientes. A Luque le parece curioso que ahora se preste tanta atención al ébola. “Estamos acostumbrados a la seguridad“, dice y cuando esta se pone en riesgo nos asustamos.

Mi amigo el médico gallego Javier Peteiro me dice al respecto de lo que publiqué ayer:

discrepo en la bondad de una colaboración público-privada. La investigación está ya más queprivatizada. Sí es posible que la haga gente de hospitales, biólogos asociados, etc. Pero quien manda es siempre un interés privado. No digo que sea ilegítimo o inmoral, pero es lo que hay. En mi hospital todo pasa por un engendro llamadoInibic. Se acabó la historia pública.

Los que trabajamos en el sistema público somos en la práctica tentáculos necesarios de las grandes firmas diagnósticas y terapéuticas. Por otra parte, de tratamiento natural, nada de nada. ¿Cómo pretenden inhibir proteínas? ¿con agua de la fuente? o dicho de otro modo, ¿a qué le llamamos natural?”.

En efecto lo natural, una planta por ejemplo, deja de serlo cuando se sintetiza. Existen

casos emblemáticos como la semisíntesis de la artemisinina, un medicamento contra la malaria que ya produce en grandes cantidades Sanofi“.

Así lo cuenta la publicación Investigación y Ciencia en un informe sobre la llamada “biología sintética”:

A raíz de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de utilizar combinaciones terapéuticas a base de artemisinina, miles de pequeños agricultores asiáticos y africanos han desarrollado el cultivo de la planta que la produce de forma natural, el ajenjo dulce (Artemisia annua). En 2009, después de un período en el que se alternaban sobreproducción y subproducción de artemisinina natural, surgió una iniciativa de planificación a escala mundial de fármacos basados en artemisinina, lo que permitió consolidar el sector y responder a sus necesidades.

Producida por el mismo precio a partir de 2013, la síntesis de la artemisinina sintética está compitiendo con los pequeños agricultores y desbaratando un mercado aún frágil sin que constituya por ello un progreso médico real. ¿Cómo podemos, pues, asegurarnos de que las aplicaciones de la biología sintética estarán en consonancia con las necesidades sociales y ambientales, y limitar sus efectos negativos?”.

Fijaos, una planta de reconocida efectividad contra la malaria es sintetizada por una multinacional farmacéutica con el “loable” objetivo de conseguir un fármaco efectivo y en cantidades suficientes para todo el mundo con malaria. Pero en el camino son atropellados quienes la producen de manera natural. Todo esto tiene muchas implicaciones éticas.

En efecto, el laboratorio francés la prepara a gran escala. No es algo nuevo ya que el anuncio del proyecto entre Sanofi Aventis, otras compañías farmacéuticas “sin ánimo de lucro” y con lafinanciación en parte de la omnipresente Fundación Bill & Melinda Gates, es de comienzos de 2008.

Esto contrasta con una información que ofrecía hace dos días el diario El País en la que se difamaba a personas como la doctora en Salud pública y monja Teresa Forcades o el agricultor especialista en plantas medicinales, Josep Pàmies, calificándolos de “charlatanes” por hablar sobre posibles remedios contra el ébola que aún no han sido estudiados lo suficiente. Uno de esos remedios que cita Pàmies es precisamente la Artemisia annua, como contamos en el post ¿Puede curarse la enfermedad provocada por el virus del ébola?

Desconozco si la planta puede usarse contra la malaria de manera directa, sin tener que sintetizarla. Sí me queda claro que sólo interesa una planta cuando puede manipularse técnicamente con el objeto de patentar su resultado y por tanto disfrutar luego de la recuperación de la inversión y de dividendos.

Miguel Jara