La técnica de relajación más conocida se conoce con varios nombres: relajación muscular secuencial, relajación progresiva o relajación de Jacobson.
Su eficacia se explica porque durante la relajación se elimina la reacción de estrés, que como es sabido debilita el sistema inmunitario y eleva la tensión arterial, entre otros efectos perjudiciales. Respirar de forma adecuada es la clave principal de las terapias de relajación. La llamada respiración abdominal garantiza el equilibrio óptimo entre oxígeno y dióxido de carbono en la sangre y ayuda a liberar tensión física y mental.
• La relajación está indicada en casos de ansiedad, desórdenes con un fuerte componente psíquico (como asma, síndrome de colon irritable y ataque epiléptico) y síntomas que pueden ser modulados (dolor, náuseas...). También se usa en programas de control del estrés y contra el dolor de cabeza.