La posición de ETC Group sobre la llamada vida artificial
Un nuevo informe del Grupo ETC concluye que los riesgos sociales y ambientales de la biología sintética rebasan con mucho los peligros y abusos de la biotecnolgía. El texto, de 70 páginas, puede descargarse sin costo alguno en el sitio web del Grupo ETC.
En congruencia con el Principio de Precaución, el Grupo ETC insiste en que por lo menos debe prohibirse inmediatamente la liberación en el ambiente de los organismos sintéticos de novo hasta que haya un amplio debate social y un fuerte control por parte de los gobiernos.
"La ingeniería genética es cosa del pasado,” afirmó Pat Mooney, Director Ejecutivo del Grupo ETC. “Hoy, los científicos no solo mapean genomas y manipulan genes, sino que están construyendo la vida desde cero, y sin debate social alguno o siguiendo normas de ningún tipo, afirmó Mooney.
La biología sintética —que podríamos decir es ingeniería genética en esteroides— es posible por la convergencia de la biología, la computación y la ingeniería a nivel nanoescalar. Con una computadora portátil, secuencias genéticas públicas y ADN sintético que puede adquirirse mediante el correo, casi cualquiera puede construir genes o genomas enteros (incluso patógenos letales) desde cero.
Los científicos predicen que dentro de los próximos dos a cinco años será posible sintetizar cualquier virus. La primera bacteria de novo debutará en 2007; en los próximos cinco a 10 años genomas bacterianos simples podrán sintetizarse cotidianamente y será muy fácil diseñar un genoma, insertarlo en una celda bacteriana vacía y ¡voilà! darle vida a un organismo autorreplicante.
Otros esperan reconfigurar las rutinas genéticas de los organismos existentes para que desempeñen nuevas funciones, como fabricar medicamentos o químicos de gran valor.
Un grupo de científicos empresarios, como el extravagante J. Craig Venter, están creando compañías de biología sintética con dinero del gobierno y capital de riesgo. Esperan comercializar nuevas partes biológicas, artefactos y sistemas que no existen en el mundo natural —algunos de los cuales se están diseñando para actuar en el ambiente.
Los promotores de la biología sintética insisten que es la clave para biocombustibles baratos, la cura para la malaria y la solución al cambio climático, todas estas ideas muy impactantes para los medios de comunicación, con las cuales esperan suavizar las críticas del público en torno a esta tecnología tan peligrosa y controvertida.
A fin de cuentas, la biología sintética abre el acceso a herramientas para construir armas biológicas, patógenos letales y organismos artificiales que amenacen a los pueblos y al planeta.
No solo nos amenaza el bio-terror, sino el bio-error, advierte el Grupo ETC. A pesar de la insistencia en la biología de libre acceso, las corporaciones y los académicos están obteniendo patentes monopólicas exclusivas sobre los productos y procesos de la genómica sintética. Igual que con la biotecnología, el poder para crear vida artificial podría estarse concentrando en la manos de las más grandes empresas multinacionales.
A medida que la síntesis genética es más veloz y más barata, será más fácil sintetizar un microbio que encontrarlo en la naturaleza o en un banco de genes. Las muestras biológicas secuenciadas y almacenadas de manera digital se moverán instantáneamente a través del planeta y serán resucitadas en los laboratorios de las corporaciones a miles de millas de distancia, lo cual traerá como consecuencia que ya no se dé importancia a las prácticas de conservación de la riqueza genética y creará nuevas tensiones en las negociaciones internacionales sobre la biodiversidad.
“El año pasado, 38 organizaciones de la sociedad civil rechazaron la propuesta de que la biología sintética debía ‘autorregularse’, hecha por un puñado de biólogos trabajando en ello” informó Kathy Jo Wetter del Grupo ETC.
“Debe ponerse en primer plano el debate amplio sobre las implicaciones sociales, económicas y éticas de la biología sintética, debate que no debe restringirse a los temas de la inocuidad o la bioseguridad”. Las herramientas para sintetizar los genes y genomas son muy accesibles y están sofisticándose rápidamente.
El nuevo informe del Grupo ETC concluye que no es suficiente con regular la biología sintética a nivel nacional. Las decisiones en torno a ello deben tomarse en el contexto global, con gran participación de la sociedad civil y los movimientos sociales.
En congruencia con el Principio de Precaución, el Grupo ETC insiste en que por lo menos debe prohibirse inmediatamente la liberación en el ambiente de los organismos sintéticos de novo hasta que haya un amplio debate social y un fuerte control por parte de los gobiernos.
"La ingeniería genética es cosa del pasado,” afirmó Pat Mooney, Director Ejecutivo del Grupo ETC. “Hoy, los científicos no solo mapean genomas y manipulan genes, sino que están construyendo la vida desde cero, y sin debate social alguno o siguiendo normas de ningún tipo, afirmó Mooney.
La biología sintética —que podríamos decir es ingeniería genética en esteroides— es posible por la convergencia de la biología, la computación y la ingeniería a nivel nanoescalar. Con una computadora portátil, secuencias genéticas públicas y ADN sintético que puede adquirirse mediante el correo, casi cualquiera puede construir genes o genomas enteros (incluso patógenos letales) desde cero.
Los científicos predicen que dentro de los próximos dos a cinco años será posible sintetizar cualquier virus. La primera bacteria de novo debutará en 2007; en los próximos cinco a 10 años genomas bacterianos simples podrán sintetizarse cotidianamente y será muy fácil diseñar un genoma, insertarlo en una celda bacteriana vacía y ¡voilà! darle vida a un organismo autorreplicante.
Otros esperan reconfigurar las rutinas genéticas de los organismos existentes para que desempeñen nuevas funciones, como fabricar medicamentos o químicos de gran valor.
Un grupo de científicos empresarios, como el extravagante J. Craig Venter, están creando compañías de biología sintética con dinero del gobierno y capital de riesgo. Esperan comercializar nuevas partes biológicas, artefactos y sistemas que no existen en el mundo natural —algunos de los cuales se están diseñando para actuar en el ambiente.
Los promotores de la biología sintética insisten que es la clave para biocombustibles baratos, la cura para la malaria y la solución al cambio climático, todas estas ideas muy impactantes para los medios de comunicación, con las cuales esperan suavizar las críticas del público en torno a esta tecnología tan peligrosa y controvertida.
A fin de cuentas, la biología sintética abre el acceso a herramientas para construir armas biológicas, patógenos letales y organismos artificiales que amenacen a los pueblos y al planeta.
No solo nos amenaza el bio-terror, sino el bio-error, advierte el Grupo ETC. A pesar de la insistencia en la biología de libre acceso, las corporaciones y los académicos están obteniendo patentes monopólicas exclusivas sobre los productos y procesos de la genómica sintética. Igual que con la biotecnología, el poder para crear vida artificial podría estarse concentrando en la manos de las más grandes empresas multinacionales.
A medida que la síntesis genética es más veloz y más barata, será más fácil sintetizar un microbio que encontrarlo en la naturaleza o en un banco de genes. Las muestras biológicas secuenciadas y almacenadas de manera digital se moverán instantáneamente a través del planeta y serán resucitadas en los laboratorios de las corporaciones a miles de millas de distancia, lo cual traerá como consecuencia que ya no se dé importancia a las prácticas de conservación de la riqueza genética y creará nuevas tensiones en las negociaciones internacionales sobre la biodiversidad.
“El año pasado, 38 organizaciones de la sociedad civil rechazaron la propuesta de que la biología sintética debía ‘autorregularse’, hecha por un puñado de biólogos trabajando en ello” informó Kathy Jo Wetter del Grupo ETC.
“Debe ponerse en primer plano el debate amplio sobre las implicaciones sociales, económicas y éticas de la biología sintética, debate que no debe restringirse a los temas de la inocuidad o la bioseguridad”. Las herramientas para sintetizar los genes y genomas son muy accesibles y están sofisticándose rápidamente.
El nuevo informe del Grupo ETC concluye que no es suficiente con regular la biología sintética a nivel nacional. Las decisiones en torno a ello deben tomarse en el contexto global, con gran participación de la sociedad civil y los movimientos sociales.
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