Impactos del cambio climático en la Biodiversidad y Patrimonio Natural de España
La fundación Natura ha presentado un estudio sobre los efectos del cambio climático en la biodiversidad española con motivo de la celebración hoy 22 de mayo del Día Mundial de la Biodiversidad, que este año se dedica al cambio climático.
“Cambio climático y diversidad biológica” es el tema de la celebración hoy del Día Mundial de la Biodiversidad 2007, organizado por la Convención para la Diversidad Biológica (CBD), organismo dependiente de Naciones Unidas. La CBD dedica este día al cambio climático coincidiendo con la celebración en el 2007 del Año Polar Internacional, con el objetivo de alertar que el calentamiento global se ha convertido en “una de las principales amenazas para la diversidad biológica del Planeta”.
La CBD avisa también que “durante el próximo siglo el ascenso de la media de la temperatura Fundación Natura se suma a la celebración del Día Mundial de la Biodiversidad con la presentación del estudio “Impactos del cambio climático en la Biodiversidad y Patrimonio Natural de España”, en el que se analizan cinco ejemplos de los efectos del calentamiento global sobre los ecosistemas terrestres y marinos españoles.
“Impactos del cambio climático en la Biodiversidad y Patrimonio Natural de España” aparece con motivo de la celebración hoy martes 22 de mayo del Día Mundial de la Biodiversidad, que este año se dedica al cambio climático.
1. PARQUE DE DOÑANA (Cádiz, Huelva, Sevilla): El aumento del nivel del mar favorecerá la erosión costera con un consiguiente retroceso de la línea de costa y desaparición de hábitat. Existe la amenaza de desaparición de diferentes hábitats y especies, y la intrusión salina alterará la composición química de los acuíferos y humedales.
2. PINO ROJO (Pinus sylvestris nevadensis) (Sierra de Baza, Sierra Nevada, Granada): estos pinos necesitan humedad para crecer y se encuentran en una zona geográfica reducida, lo que aumenta el riesgo de desaparición. El aumento de temperatura les hace más vulnerables a la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa), una larva de la mariposa que no sobrevive a temperaturas muy bajas. Su plaga provoca la defoliación del pino rojo y disminuye su capacidad de crecimiento.
3. GLACIAR DEL MONTE PERDIDO (Aragón): pérdida de superficie y volumen de nieve y hielo por el aumento de temperatura, que pone en peligro a los ecosistemas de las zonas de alta montaña, disminuye la disponibilidad de agua dulce, afecta a la calidad del agua de lagos y ríos, y puede provocar inundaciones en asentamientos.
4. TRITÓN PIRENAICO (Euproctus asper) (Montseny, Pirineos): el aumento de la sequía y los cambios en la vegetación afectan la supervivencia de este tipo de salamandra acuática, que acusa también el aumento de la temperatura del agua. Se trata de poblaciones muy pequeñas y aisladas geográficamente, lo que dificulta su supervivencia.
5. PRADERAS DE POSIDONIA (Posidonia oceanica) (Mediterráneo): el cambio climático agrava las consecuencias de la degradación de estas formaciones sumergidas, que constituyen el ecosistema más productivo del Mediterráneo. La subida del nivel del mar aumenta la erosión marina y vulnerabilidad de la Posidonia, a la vez que el aumento de temperatura afecta a la supervivencia de las praderas, facilita la presencia de especies invasoras alóctonas y reduce la capacidad del mar como sumidero de carbono.
Fuente: CeroCO2.
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“Cambio climático y diversidad biológica” es el tema de la celebración hoy del Día Mundial de la Biodiversidad 2007, organizado por la Convención para la Diversidad Biológica (CBD), organismo dependiente de Naciones Unidas. La CBD dedica este día al cambio climático coincidiendo con la celebración en el 2007 del Año Polar Internacional, con el objetivo de alertar que el calentamiento global se ha convertido en “una de las principales amenazas para la diversidad biológica del Planeta”.
La CBD avisa también que “durante el próximo siglo el ascenso de la media de la temperatura Fundación Natura se suma a la celebración del Día Mundial de la Biodiversidad con la presentación del estudio “Impactos del cambio climático en la Biodiversidad y Patrimonio Natural de España”, en el que se analizan cinco ejemplos de los efectos del calentamiento global sobre los ecosistemas terrestres y marinos españoles.
“Impactos del cambio climático en la Biodiversidad y Patrimonio Natural de España” aparece con motivo de la celebración hoy martes 22 de mayo del Día Mundial de la Biodiversidad, que este año se dedica al cambio climático.
1. PARQUE DE DOÑANA (Cádiz, Huelva, Sevilla): El aumento del nivel del mar favorecerá la erosión costera con un consiguiente retroceso de la línea de costa y desaparición de hábitat. Existe la amenaza de desaparición de diferentes hábitats y especies, y la intrusión salina alterará la composición química de los acuíferos y humedales.
2. PINO ROJO (Pinus sylvestris nevadensis) (Sierra de Baza, Sierra Nevada, Granada): estos pinos necesitan humedad para crecer y se encuentran en una zona geográfica reducida, lo que aumenta el riesgo de desaparición. El aumento de temperatura les hace más vulnerables a la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa), una larva de la mariposa que no sobrevive a temperaturas muy bajas. Su plaga provoca la defoliación del pino rojo y disminuye su capacidad de crecimiento.
3. GLACIAR DEL MONTE PERDIDO (Aragón): pérdida de superficie y volumen de nieve y hielo por el aumento de temperatura, que pone en peligro a los ecosistemas de las zonas de alta montaña, disminuye la disponibilidad de agua dulce, afecta a la calidad del agua de lagos y ríos, y puede provocar inundaciones en asentamientos.
4. TRITÓN PIRENAICO (Euproctus asper) (Montseny, Pirineos): el aumento de la sequía y los cambios en la vegetación afectan la supervivencia de este tipo de salamandra acuática, que acusa también el aumento de la temperatura del agua. Se trata de poblaciones muy pequeñas y aisladas geográficamente, lo que dificulta su supervivencia.
5. PRADERAS DE POSIDONIA (Posidonia oceanica) (Mediterráneo): el cambio climático agrava las consecuencias de la degradación de estas formaciones sumergidas, que constituyen el ecosistema más productivo del Mediterráneo. La subida del nivel del mar aumenta la erosión marina y vulnerabilidad de la Posidonia, a la vez que el aumento de temperatura afecta a la supervivencia de las praderas, facilita la presencia de especies invasoras alóctonas y reduce la capacidad del mar como sumidero de carbono.
Fuente: CeroCO2.
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