Feria España Solar
Esta semana se han presentado infinidad de ideas para aprovechar el sol. No nos referimos a que se unte de bronceador y se tumbe a rendir culto al astro rey, sino a que introduzca la energía solar en su casa, en su vida. Es decir, que aproveche la media de 2.000 horas de radiación solar de que disfrutamos al año en esta latitud. Una energía completamente limpia y gratuita que no acelera el cambio climático ni contamina.
En el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid se ha celebrado esta semana la primera feria España Solar. Organizada por cinco ministerios del Gobierno español, a la iniciativa se han sumado empresas de energía, organizaciones de consumidores, fundaciones, sindicatos, y, por supuesto, ONG, tanto de medioambiente como de cooperación al desarrollo.
Existen algunas de las ideas que se vieron en esta feria, de apenas dos días -los organizadores prometen que el año que viene durará una semana- y que podemos aplicar en la vida cotidiana.
Para empezar, se puede cambiar la tradicional barbacoa por una cocina u horno solar.
El Movimiento Clima, integrado por las ONG WWF-Adena e Intermón-Oxfam, el sindicato Comisiones Obreras y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), montó un puesto de hornos y cocinas solares en esta feria (y tienen más ideas para el ahorro energético en su web, www.movimientoclima.org).
Los hornos están formados por cuatro paneles que repercuten la radiación sobre una caja de cristal transparente, y que se pueden fabricar en casa con cartones y papel de aluminio. Las instrucciones están en Internet. La Fundación Terra ( www.terra.org ) tiene varios enlaces para encontrarlas.
La comida guisada, asada o cocida en la cocina solar parabólica K-Sol estaba deliciosa. Fabricada en Alemania, por el momento casi todos los aparatos han sido enviados al Tercer Mundo para proyectos de cooperación -hay 1.000 en India y otros 1.000 en Aceh, en la zona indonesia arrasada por el tsunami de 2005-, según Manolo Vilches, de Movimiento Clima y también de Fundación Terra.
La cocina parabólica se puede comprar por 182 euros. Viene en una caja con los materiales, instrucciones y herramientas. Con un poco de maña y cinco horas de bricolaje, tendremos nuestra cocina solar parabólica en una terraza un jardín donde quepan sus 1,40 metros de diámetro. Calienta agua o aceite a 200 grados a pleno sol, y se orienta haciendo coincidir un sistema de cuatro agujeros con la línea de los rayos solares. Otra buena noticia: la empresa alemana está ya preparando la construcción de una fábrica de este modelo en tierras españolas, probablemente en una zona con mucho sol.
En cualquier hipermercado o gran almacén especializado en bricolaje se puede encontrar también una ducha solar (80 euros) que calienta 80 litros de agua a 60 grados -que para no quemarse se pueden mezclar con agua más fría de la manguera-. Se puede usar en el jardín, o meter en el baño de casa con una manguera larga.
Más tecnológicas eran unas mariposas de tres alas con las que se divertían Marcos y Andrés, de 13 años y alumnos de 1º de secundaria: eran cargadores para móviles, que además acumulan la energía (90 euros). Había otros más sencillos y baratos en el puesto de Energías Renovables ( www.energias-renovables.com/tienda ). Y relojes, cafeteras, linternas, pequeñas placas solares acopladas a la batería de un coche, cargadores de pilas y juguetes, como un carrusel o un par de aviones, cuyas aspas giran en cuanto los pones al sol.
En el Paraninfo de la Universidad Complutense de Madrid se ha celebrado esta semana la primera feria España Solar. Organizada por cinco ministerios del Gobierno español, a la iniciativa se han sumado empresas de energía, organizaciones de consumidores, fundaciones, sindicatos, y, por supuesto, ONG, tanto de medioambiente como de cooperación al desarrollo.
Existen algunas de las ideas que se vieron en esta feria, de apenas dos días -los organizadores prometen que el año que viene durará una semana- y que podemos aplicar en la vida cotidiana.
Para empezar, se puede cambiar la tradicional barbacoa por una cocina u horno solar.
El Movimiento Clima, integrado por las ONG WWF-Adena e Intermón-Oxfam, el sindicato Comisiones Obreras y la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), montó un puesto de hornos y cocinas solares en esta feria (y tienen más ideas para el ahorro energético en su web, www.movimientoclima.org).
Los hornos están formados por cuatro paneles que repercuten la radiación sobre una caja de cristal transparente, y que se pueden fabricar en casa con cartones y papel de aluminio. Las instrucciones están en Internet. La Fundación Terra ( www.terra.org ) tiene varios enlaces para encontrarlas.
La comida guisada, asada o cocida en la cocina solar parabólica K-Sol estaba deliciosa. Fabricada en Alemania, por el momento casi todos los aparatos han sido enviados al Tercer Mundo para proyectos de cooperación -hay 1.000 en India y otros 1.000 en Aceh, en la zona indonesia arrasada por el tsunami de 2005-, según Manolo Vilches, de Movimiento Clima y también de Fundación Terra.
La cocina parabólica se puede comprar por 182 euros. Viene en una caja con los materiales, instrucciones y herramientas. Con un poco de maña y cinco horas de bricolaje, tendremos nuestra cocina solar parabólica en una terraza un jardín donde quepan sus 1,40 metros de diámetro. Calienta agua o aceite a 200 grados a pleno sol, y se orienta haciendo coincidir un sistema de cuatro agujeros con la línea de los rayos solares. Otra buena noticia: la empresa alemana está ya preparando la construcción de una fábrica de este modelo en tierras españolas, probablemente en una zona con mucho sol.
En cualquier hipermercado o gran almacén especializado en bricolaje se puede encontrar también una ducha solar (80 euros) que calienta 80 litros de agua a 60 grados -que para no quemarse se pueden mezclar con agua más fría de la manguera-. Se puede usar en el jardín, o meter en el baño de casa con una manguera larga.
Más tecnológicas eran unas mariposas de tres alas con las que se divertían Marcos y Andrés, de 13 años y alumnos de 1º de secundaria: eran cargadores para móviles, que además acumulan la energía (90 euros). Había otros más sencillos y baratos en el puesto de Energías Renovables ( www.energias-renovables.com/tienda ). Y relojes, cafeteras, linternas, pequeñas placas solares acopladas a la batería de un coche, cargadores de pilas y juguetes, como un carrusel o un par de aviones, cuyas aspas giran en cuanto los pones al sol.
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