El nuevo Gobierno, una decepción mayúscula
Durante la campaña electoral se crearon grandes expectativas sobre la política ambiental de un gobierno del PSOE. La realidad del nuevo gobierno tras las elecciones las ha defraudado de manera radical.
Era el momento apropiado para crear un nuevo superministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, o mejor aún, de Medio Ambiente, Energías y Cambio Climático. Hubiera sido un departamento con capacidad para coordinar transversalmente las políticas del resto de ministerios. También era una oportunidad para colocar al frente una figura emblemática con pedigree "verde" o al menos a una persona que llevara años trabajando en esos terrenos. Narbona no era una ecologista de raza pero se trabajó el puesto durante la oposición al PP.
En lugar de todo esto, se ha creado un nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino que incluye las competencias de Agricultura y Pesca. Un desaguisado semántico y político. Como si los medios rural y marino no fueran medio ambiente. Pero ¿cómo compaginará la nueva ministra, Elena Espinosa, la gestión de una de las actividades económicas más contaminantes, la agricultura, con la protección del entorno? Como es sabido la agricultura es actualmente un agujero negro donde se pierden millones de litros de agua dulce que salen del trance contaminados hasta la última molécula. Cosa parecida vale decir sobre la conservación de la costa y el mar con los intereses de los pescadores. Hubiera sido mucho más razonable que un Ministerio de Medio Ambiente potente pudriera apretar las tuercas al anterior de "Agricultura, Pesca y Alimentación" y a todos los demás.
Otra decepción es la persona elegida. Elena Espinasa ha sido alabada por su gestión al frente de Agricultura, pero ¿qué sabe de contaminaciones, energías y cambios climáticos? Tendrá que aprender día a día y veremos cómo resuelve las contradicciones intelectuales y prácticas que se le plantearán. No somos optimistas al respecto. Pero es que en su curriculum hay suficientes datos para temer lo peor. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela, ha sido responsable de la Zona de Urgente Reindustrialización de Vigo y entre 1988 y 1996 ocupó el cargo de Presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo. La industrialización en aquellos años no tenía nada que ver con la "producción limpia". Con la llegada del PP al poder, Espinosa pasó a la empresa privada: fue directora financiera de Rodman Polyships, una empresa dedica a la construcción de yates de lujo, y luego adjunta a presidencia del naviero Grupo Rodman. ¿Este es un destino aceptable para una militante socialista? ¿Y para una futura titutar de Medio Ambiente? Los barcos que ha construido no sólo son ostentosos, innecesarios y derrochadores de energía, son terriblemente contaminantes.
No es extraño que Ecologistas en Acción haya calificado de paso atrás el nuevo ministerio. Con toda la razón. "El Presidente del Gobierno ha pasado de coquetear con la creación de una vicepresidencia de sostenibilidad, a diluir el Ministerio de Medio Ambiente", según un comunicado de la organización. "La nueva ministra con competencias ambientales, Elena Espinosa, es una persona refractaria hacia la lucha por la sostenibilidad, como lo ha demostrado en su actuación al frente de Agricultura, Pesca y Alimentación en la pasada legislatura, en la que apostó por la agricultura industrial y los transgénicos", ha advertido Ecologistas en Acción. "Poner en manos de una economista como Elena Espinosa la dirección de temas delicados como la gestión del agua o la conservación de la biodiversidad supone correr el riesgo de que éstos se supediten a los intereses agrarios y productivistas. No es admisible que se gestione el agua y la biodiversidad como meros recursos para fines agrarios".
Era el momento apropiado para crear un nuevo superministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, o mejor aún, de Medio Ambiente, Energías y Cambio Climático. Hubiera sido un departamento con capacidad para coordinar transversalmente las políticas del resto de ministerios. También era una oportunidad para colocar al frente una figura emblemática con pedigree "verde" o al menos a una persona que llevara años trabajando en esos terrenos. Narbona no era una ecologista de raza pero se trabajó el puesto durante la oposición al PP.
En lugar de todo esto, se ha creado un nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino que incluye las competencias de Agricultura y Pesca. Un desaguisado semántico y político. Como si los medios rural y marino no fueran medio ambiente. Pero ¿cómo compaginará la nueva ministra, Elena Espinosa, la gestión de una de las actividades económicas más contaminantes, la agricultura, con la protección del entorno? Como es sabido la agricultura es actualmente un agujero negro donde se pierden millones de litros de agua dulce que salen del trance contaminados hasta la última molécula. Cosa parecida vale decir sobre la conservación de la costa y el mar con los intereses de los pescadores. Hubiera sido mucho más razonable que un Ministerio de Medio Ambiente potente pudriera apretar las tuercas al anterior de "Agricultura, Pesca y Alimentación" y a todos los demás.
Otra decepción es la persona elegida. Elena Espinasa ha sido alabada por su gestión al frente de Agricultura, pero ¿qué sabe de contaminaciones, energías y cambios climáticos? Tendrá que aprender día a día y veremos cómo resuelve las contradicciones intelectuales y prácticas que se le plantearán. No somos optimistas al respecto. Pero es que en su curriculum hay suficientes datos para temer lo peor. Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Santiago de Compostela, ha sido responsable de la Zona de Urgente Reindustrialización de Vigo y entre 1988 y 1996 ocupó el cargo de Presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo. La industrialización en aquellos años no tenía nada que ver con la "producción limpia". Con la llegada del PP al poder, Espinosa pasó a la empresa privada: fue directora financiera de Rodman Polyships, una empresa dedica a la construcción de yates de lujo, y luego adjunta a presidencia del naviero Grupo Rodman. ¿Este es un destino aceptable para una militante socialista? ¿Y para una futura titutar de Medio Ambiente? Los barcos que ha construido no sólo son ostentosos, innecesarios y derrochadores de energía, son terriblemente contaminantes.
No es extraño que Ecologistas en Acción haya calificado de paso atrás el nuevo ministerio. Con toda la razón. "El Presidente del Gobierno ha pasado de coquetear con la creación de una vicepresidencia de sostenibilidad, a diluir el Ministerio de Medio Ambiente", según un comunicado de la organización. "La nueva ministra con competencias ambientales, Elena Espinosa, es una persona refractaria hacia la lucha por la sostenibilidad, como lo ha demostrado en su actuación al frente de Agricultura, Pesca y Alimentación en la pasada legislatura, en la que apostó por la agricultura industrial y los transgénicos", ha advertido Ecologistas en Acción. "Poner en manos de una economista como Elena Espinosa la dirección de temas delicados como la gestión del agua o la conservación de la biodiversidad supone correr el riesgo de que éstos se supediten a los intereses agrarios y productivistas. No es admisible que se gestione el agua y la biodiversidad como meros recursos para fines agrarios".
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