Cambios en estilo de la vida y dieta mejoran la fertilidad
Las mujeres que siguieron al menos cinco conductas de estilo de vida y dietéticas eran al menos ochenta por ciento menos propensas a sufrir de infertilidad por trastornos ovulatorios que las mujeres que no siguieron ninguna de esas conductas, concluye un estudio de la Harvard.
El análisis de 17,544 mujeres casadas que participaban en el Nurses' Health Study II continuo, encontró que las que tenían las puntuaciones de fertilidad más altas comían menos grasa "trans" y azúcar proveniente de carbohidratos, consumían más proteína vegetal que animal, consumían más fibra e hierro, tomaban más multivitamínicos, tenían un índice de masa corporal (IMC) más bajo, hacían ejercicio por periodos de tiempo más largos cada día, y consumían más productos lácteos ricos en grasa y menos productos lácteos bajos en grasa.
La relación entre estas conductas y la reducción en el riesgo de infertilidad fue similar para las mujeres independientemente de la edad y si habían estado embarazadas anteriormente, apuntaron los autores del estudio, de la Facultad de salud pública de la Harvard, que aparece en la edición del uno de noviembre de la revista Obstetrics & Gynecology.
"Analizamos lo que sucede si se siguen uno, dos, tres, cuatro o más de los distintos factores. Lo que encontramos fue que, a medida que las mujeres comenzaban a seguir más de estas recomendaciones, su riesgo de infertilidad disminuía sustancialmente por cada una de las estrategias de dieta y estilo de vida que se llevaban a cabo. De hecho, encontramos una diferencia de seis magnitudes en el riesgo de infertilidad ovulatoria entre las mujeres que seguían cinco o más de los hábitos de dieta y estilo de vida de bajo riesgo y las que no seguían ninguno", afirmó en una declaración preparada el autor principal del estudio, Jorge Chavarro, becario de investigación del departamento de nutrición de la facultad.
"El mensaje clave de este artículo es que hacer las elecciones dietéticas correctas e incluir la cantidad apropiada de actividad física en la vida diaria podría significar una gran diferencia en las probabilidades de volverse fértil si se están experimentando problemas con la ovulación", añadió el autor principal del estudio, Walter Willet, presidente del departamento de nutrición.
Según los investigadores, la infertilidad afecta a una de cada seis parejas en los EE.UU. y Europa, y se han identificado problemas ovulatorios en hasta el treinta por ciento de esos casos.
El análisis de 17,544 mujeres casadas que participaban en el Nurses' Health Study II continuo, encontró que las que tenían las puntuaciones de fertilidad más altas comían menos grasa "trans" y azúcar proveniente de carbohidratos, consumían más proteína vegetal que animal, consumían más fibra e hierro, tomaban más multivitamínicos, tenían un índice de masa corporal (IMC) más bajo, hacían ejercicio por periodos de tiempo más largos cada día, y consumían más productos lácteos ricos en grasa y menos productos lácteos bajos en grasa.
La relación entre estas conductas y la reducción en el riesgo de infertilidad fue similar para las mujeres independientemente de la edad y si habían estado embarazadas anteriormente, apuntaron los autores del estudio, de la Facultad de salud pública de la Harvard, que aparece en la edición del uno de noviembre de la revista Obstetrics & Gynecology.
"Analizamos lo que sucede si se siguen uno, dos, tres, cuatro o más de los distintos factores. Lo que encontramos fue que, a medida que las mujeres comenzaban a seguir más de estas recomendaciones, su riesgo de infertilidad disminuía sustancialmente por cada una de las estrategias de dieta y estilo de vida que se llevaban a cabo. De hecho, encontramos una diferencia de seis magnitudes en el riesgo de infertilidad ovulatoria entre las mujeres que seguían cinco o más de los hábitos de dieta y estilo de vida de bajo riesgo y las que no seguían ninguno", afirmó en una declaración preparada el autor principal del estudio, Jorge Chavarro, becario de investigación del departamento de nutrición de la facultad.
"El mensaje clave de este artículo es que hacer las elecciones dietéticas correctas e incluir la cantidad apropiada de actividad física en la vida diaria podría significar una gran diferencia en las probabilidades de volverse fértil si se están experimentando problemas con la ovulación", añadió el autor principal del estudio, Walter Willet, presidente del departamento de nutrición.
Según los investigadores, la infertilidad afecta a una de cada seis parejas en los EE.UU. y Europa, y se han identificado problemas ovulatorios en hasta el treinta por ciento de esos casos.
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