PSICOANÁLISIS. Desde el subconsciente los traumas experimentados en el pasado condicionan el pensamiento, las emociones y el comportamiento actual. Se trata de tomar conciencia del trauma, gracias a una relación estrecha con el terapeuta.

PSICOTERAPIA ANALÍTICA. Cada persona debe realizar un proceso de crecimiento personal (individuación), que incluye integrar los contenidos del inconsciente que se expresan a través de los sueños o ciertos comportamientos y emociones.

PSICODINÁMICA. Como el psicoanálisis, explora las conexiones entre acontecimientos pasados y presentes, pero da importancia a las estrategias de cambio.

TERAPIA DE GRUPO. Compartir experiencias y sentimientos ayuda a reflexionar de manera objetiva y recibir apoyo emocional.

TERAPIA COGNITIVA. Considera que se pueden modificar voluntariamente los patrones de pensamiento aprendidos que están representando un problema.

PNL. Desarrollada en los años 70, combina técnicas, humanistas, cognitivas, conductuales y la hipnoterapia. Se enseña a introducir cambios en la expresión para iniciar modificaciones positivas.

PSICOTERAPIA HUMANISTA. Abarca técnicas surgidas en los movimientos de crecimiento personal. Anima a explorar los sentimientos y responsabilizarse de los propios actos y pensamientos, sin insistir en correcciones funcionales guiadas por el terapeuta.

GESTALT. Es necesario analizar la propia conducta y expresar los sentimientos y pensamientos reprimidos. Las técnicas incluyen interpretación de papeles y análisis de sueños.

TERAPIA PRIMAL. Las experiencias del nacimiento y la primera infancia resultan neurotizantes. Se trata de revivir aquellos momentos, tomar conciencia y liberarse mediante una catarsis.