No te lo pierdas: Un planeta perfecto, una serie documental de David Attenboroug

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Un planeta perfecto, de David Attenborough, combina las ciencias de la tierra con imágenes deslumbrantes para mostrar cómo las fuerzas naturales nutren la vida.

Las ranas criogénicas y los pinzones chupadores de sangre se encuentran entre los muchos animales notables que protagonizan la última serie de David Attenborough, Un planeta perfecto, que examina lo que ha hecho de la Tierra un lugar tan adecuado para la vida.

Todo lo relacionado con el planeta, incluido su tamaño, giro, inclinación y distancia del sol y la luna es óptimo para nutrir la vida. Lo explica Attenboroug en esta nueva serie de cinco capítulos, donde analiza las fuerzas naturales que han creado las condiciones ideales para sustentar la vida.

También comparte historias fascinantes sobre animales que se benefician de estas fuerzas. Desde las remotas islas volcánicas de las Galápagos hasta las cristalinas aguas azules de los atolones tropicales, y desde las dunas de arena del Sahara hasta el mundo helado del Ártico, el documental traspasa los límites para capturar imágenes nunca antes vistas.

La serie comienza con uno de la más importante de esas fuerzas creativas o "nutritivas": los volcanes. Crearon tierra, trajeron dióxido de carbono a la atmósfera y, como nos recuerda Attenborough, la vida no habría comenzado sin ellos.

Las tomas iniciales muestran imágenes coloridas de flamencos anidando alrededor de las aguas corrosivas que rodean un volcán activo en Tanzania.

Otra escena inquietante muestra bandadas de polluelos, incapaces de volar, tratando de evitar a los depredadores mientras caminan por llanuras fangosas para encontrarse con sus padres en los manantiales de agua dulce donde buscan comida.

Algunas de las historias más fascinantes provienen de Galápagos. Por ejemplo, vemos una iguana preñada haciendo un peligroso descenso a un cráter para poner los huevos entre la ceniza caliente donde se puedan incubar.

También en las Galápagos, los pinzones vampiros, una de las especies descubiertas más recientemente en el mundo, se deleitan con la sangre de las aves marinas que tratan la isla como una parada en boxes, y están acostumbrados a la conducta, que puede tener su origen en una especie de pacto simbiótico.

El segundo episodio, que se centra en el poder del sol, ofrece una de las escenas más fascinantes de la serie al mirar dentro del mundo de los higos en la selva tropical. Vemos la relación algo inquietante y compleja entre la fruta y las avispas del higo, algunas de las cuales mueren dentro de un higo, mientras que otras mueren después de salir de él.

El sol también trae el calor de la primavera, incluso al círculo polar ártico, donde las ranas de madera se "descongelan". Después de permanecer "congeladas" en el hielo durante el invierno, la sangre de una rana se calienta con el sol y se despierta.

En el intenso calor del desierto del Sahara, vemos como uno de los animales más rápidos del mundo, la hormiga plateada, evita hervir al sol, y en China, los hambrientos monos dorados de nariz chata luchan por comida para sobrevivir al invierno.

La escena final es un verdadero clímax cuando las pardelas de Nueva Zelanda se preparan para un vuelo de 16.000 kilómetros a través del Océano Pacífico para seguir al sol hasta Alaska, persiguiendo el verano por todo el mundo.

Las aguas cálidas permiten que el plancton prospere, lo que constituye una comida de bienvenida para millones de pardelas hambrientas y las ballenas jorobadas que también han seguido el calor.

Quizá las escenas más dramáticas de la serie se encuentran en el episodio sobre el clima, donde reafirma que estamos alterando los patrones climáticos de los que dependen los animales. Las crías de tortugas gigantes de río se ahogan en el Amazonas porque la temporada de lluvias ahora llega demasiado temprano y las estaciones secas son demasiado secas.

Los abejarucos que anidan en las orillas de los ríos de Zambia ahora se enfrentan al colapso de sus nidos a medida que el calor se intensifica y los seca, mientras que muchos animales luchan por encontrar agua.

La gran combinación de historia natural y ciencias de la tierra en Un planeta perfecto lo convierte en uno de los mejores proyectos de Attenborough. Nos hará pensar más en cómo las fuerzas naturales dieron forma al planeta para que la vida florezca, y en cómo los seres humanos podemos alterar los delicados equilibrios que se han desarrollado durante miles de años.

Un planeta perfecto se puede ver en el canal #0 de Movistar+.

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