Los campos de césped artificial pueden ser cancerígenos
La Comisión Europea prohibirá que se siga utilizado el granulado de caucho en las pistas deportivas a partir del 17 de octubre de 2031 porque es un microplástico contaminante. Un estudio español había demostrado la presencia elevada de compuestos tóxicos en ese caucho que se utiliza en los campos de césped artifical y en las zonas de juego infantiles.
La Comisión Europa ha anunciado que a partir del 17 de octubre de 2031 no se podrá comercializar el granulado de caucho que se está utilizando desde hace más de 20 años como complemento amortiguador en las pistas deportivas de césped artificial de todo el mundo. Se ha establecido un plazo largo para dar tiempo a encontrar alternativas aceptables. Sin embargo, las consecuencias negativas para el medioambiente y para la salud van a continuar hasta entonces.
La construcción de los campos con SBR comenzó en el año 2000 y se ha impuesto sobre los campos naturales porque tienen un coste menor, gracias a que necesitan menos agua y menos horas de mantenimiento. Pero los campos de SBR también se riegan, sobre todo en verano, para reducir la temperatura de la superficie. El agua arrastra los compuestos tóxicos y se convierte a su vez en un contaminante ambiental.
Granulado de caucho SBR: una amenaza para la salud
Las superficies de juego infantil y los campos de césped artificial acolchados con granulado de caucho SBR obtenido de neumáticos reciclados pueden estar favoreciendo la aparición de casos de leucemia y linfoma no-Hodgkin, entre otros problemas de salud.
El granulado SBR (caucho estireno-butadieno) contiene metales pesados muy tóxicos y emite compuestos orgánicos volátiles. Los niños que juegan sobre el césped artificial están directamente expuestos al granulado que se cuela en el calzado deportivo, entre la piel y la ropa, se adhiere al cabello e incluso puede entrar en los oídos y la boca y ser ingerido. Los porteros de fútbol estarían en especial riesgo.
María Llompart, investigadora y profesora titular del departamento de Química Analítica Nutrición y Bromatología en la Universidad de Santiago de Compostela, tras realizar un estudio pionero en 2014 sobre la composición y las emisiones del SBR concluyó que su uso en superficies de juego infantil debiera estar legalmente prohibido o regulado por sus posibles riesgos, dada la alta concentración de algunos compuestos tóxicos.
El estudio, publicado por la revista Chemosphere ( pdf), demuestró la presencia de grandes cantidades de sustancias tóxicas que incluyen hidrocarburos aromáticos policíclicos y ftalatos. Otros estudios ( 1, 2, 3) han hallado también metales pesados como el plomo, un potente neurotóxico.
Los hidrocarburos policíclicos aromáticos alcanzan el 1% de la composición en una de las muestras analizadas de losetas de caucho. Estos compuestos pueden volatilizarse y entrar en el organismo de los pequeños con el aire que respiran (por tanto el riesgo aumenta si el espacio de juego está cerrado, como ocurre en algunos restaurantes que cuentan con zona de juego y suelo de este material). Buena parte de los hidrocarburos policíclicos aromáticos son cancerígenos y favorecen las malformaciones de nacimiento. Los ftalatos, por su parte, interfieren el funcionamiento del sistema endocrino y pueden producir trastornos en el desarrolllo del sistema reproductivo (como criptorquidea, alteración en el descenso de los testículos) y favorecer la aparición de cánceres con relación hormonal. Debido a sus efectos, uno de los ftalatos que se encuentran en mayor cantidad en el caucho de las zonas de juego inftantiles, el Di(2-etilhexil)ftalato (DEHP), ha sido prohibido en Francia para su uso en los espacios hospitalarios de pediatría, neonatología y maternidad.
Los resultados del estudio fueron alarmantes, pero Llompart no recibió la llamada de autoridad sanitaria alguna. "Sabemos que algunas de las sustancias presentes en estos materiales presentan un claro riesgo para la salud. El problema es que como los daños derivados no se verán hasta dentro de años o décadas, a nadie le interesa reaccionar", nos dijo entonces, en 2014. Ha hecho falta esperar 9 años para que la prohibición sea un hecho y hará falta essperar otros siete para que se haga efectiva.
Sobre el silencio que ha reinado sobre los efectos del granulado SBR ha influido enormemente que el reciclaje de neumáticos sea un gran negocio en que la construcción y mantenimiento de zonas de juego infantil y campos de fútbol son sus principales aplicaciones. Un solo campo de fútbol puede recoger 27.000 neumáticos hechos trizas que de otra manera se acumularían en un vertedero. El negocio del reciclaje es ha presentado por autoridades y empresarios como una gran idea verde... si no se mira el riesgo que representa para la salud de las personas.
EFECTOS DE LOS COMPUESTOS PRESENTES EN EL SBR
- Cáncer
- Irritación de las vías respiratorias
- Irritación de los ojos, la piel y las mucosas
- Daños sobre hígado y riñón
- Alteraciones neurológicas
- Reacciones alérgicas
Existen alternativas al granulado de caucho
Además del césped natural, existen alternativas al granulado de caucho SBR como el plástico Ecofill, de la empresa italiana Mondo, o las fibras de coco o corcho de InfillPro Geo (este producto de Limonta Sport ha sido la opción elegida por el Atlético de Madrid para los campos de entrenamiento del equipo de primera división).
Monsanto en el origen
El césped artificial fue inventado en 1964 por la empresa Monsanto, la misma que unas décadas más tarde se convirtió en bestia negra del ecologismo por sus experimentos transgénicos. Aquel césped se vendió con el nombre de Chemgrass. Se trataba de una simple moqueta peluda de plástico que se instalaba sobre superficies de cemento y resultaba muy dura para la práctica deportiva, favoreciendo todo tipo de lesiones. Llegó a instalarse en campos de fútbol de la primera división inglesa, pero en 1988 se desautorizó. El año 2000 comenzó la proliferación de la nueva generación de césped artificial acolchado con SBR que ha triunfado absolutamente en el ámbito del fúbtol formativo y aficionado. Actualmente el fútbol huele inevitablemente a neumático, un aroma muy distinto al que se espera encontrar sobre una pradera verde.