“El cáncer enferma el cuerpo, pero no debería dañar el espíritu”

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Entrevistamos a José Manuel Serrano Cueto, que se encuentra en plena preproducción de Pelucas, un cortometraje de ficción en el que abordará el tema del cáncer, enfermedad contra la que su mujer lleva luchando más de dos años.

Las actrices Lola Marceli y Cuca Escribano. Foto: Vero Pérez

Después de estar nominado a los Goya por Contra el Tiempo, José Manuel Serrano Cueto, un amigo especial de El Correo del Sol, está a punto de ponerse de nuevo tras la cámara para dirigir el cortometraje de ficción Pelucas. En esta ocasión el director gaditano abordará el tema del cáncer, una enfermedad que, por desgracia, conoce de cerca, pues su mujer Montse lleva dos años luchando contra ella.

Mientras avanza con la preproducción de Pelucas, que empezará a rodarse después del verano y estará protagonizada por Lola Marceli y Cuca Escribano, nos desvela algunas de los pormenores de este proyecto tan especial.

Tu decisión de tratar el cáncer en Pelucas está motivada por tu experiencia personal. ¿Qué has querido aportar con este corto sobre la visión que tenemos de esta enfermedad? ¿Qué te motivó a lanzarte y poner en marcha el proyecto?
Mi mujer, Montse, lleva más de dos años de tratamientos, con lo que eso conlleva para ella, fundamentalmente, y para quienes estamos a su lado y la queremos. En dos años hemos vivido muchas cosas, nos hemos unido mucho más y afrontamos la vida de otra manera. La enfermedad es muy dura, pero ha de sobrellevarse de la mejor forma posible, buscándole las vueltas a cada momento, sacando fuerzas y aceptando lo que nos va pasando sin que esto signifique resignarse.

En el fondo, el cáncer nos ha hecho comprender profundamente cosas que ya sabíamos: que nos preocupamos de cosas absurdas, que hay que relativizarlo todo, que el amor es algo absolutamente generoso… En un determinado momento pensé que podíamos transformar nuestra experiencia en algo creativo, algo que nos sirviera a nosotros como catarsis y que aportara a los enfermos y a sus familiares. Pelucas no es un corto biográfico, ni mucho menos, sino que se sirve de un elemento importante dentro de la enfermedad, especialmente en las mujeres que pasan por tratamiento de quimioterapia y pierden el pelo, y que yo he vivido directamente con mi mujer.

La enfermedad es muy dura, pero ha de sobrellevarse de la mejor forma posible, buscándole las vueltas a cada momento, sacando fuerzas y aceptando lo que nos va pasando sin que esto signifique resignarse

Montse es guionista. ¿Te ha ayudado con el guión?
Indudablemente sus vivencias han tenido repercusión en el guión, sobre todo porque han servido de inspiración para el argumento que planteamos, alejado absolutamente de nosotros. Montse ha sido la primera lectora de Pelucas y la que tenía que dar el visto bueno al proyecto. Si a ella no le hubiera gustado el guión o no hubiera tenido ganas de que yo me embarcara en un proyecto sobre la enfermedad, no estaríamos haciendo ahora esta entrevista. Para mí era fundamental que ella me dijese que sí y lo cierto es que, cuando lo leyó, se emocionó y me animó a continuar. 

¿Puedes explicarnos algo del argumento? Cuéntanos un poco desde qué perspectiva se aborda el tema del cáncer en el documental.
Lo siento, pero no puedo decir nada del argumento. Se trata de un corto muy breve y a poco que diga puedo desvelar muchas cosas. Eso sí, no es un documental; se trata de un corto de ficción, con dos actrices interpretando a dos personajes.

Es un corto contra el cáncer, dices en el documento de presentación de Pelucas, ¿en qué sentido? ¿De no resignarse, de homenajear esa lucha, de dar esperanza?
Cualquier cosa que se haga sobre el cáncer está intrínsecamente luchando contra el cáncer. Pelucas también, ya que lo que pretende es que la enfermedad no se apodere tanto de la vida cotidiana como para que se tenga que renunciar a ciertas cosas, fundamentalmente a ser y sentirse persona.

El cáncer enferma el cuerpo, pero no debería dañar el espíritu. Es indudable que en ciertos casos la enfermedad limita a los pacientes físicamente, pero hay límites que son autoimpuestos, casi siempre fruto de la presión psicológica que, como es obvio, también influye mucho. Por eso creo que es muy importante que quienes estamos alrededor de los pacientes intentemos también sacar fuerzas de flaqueza y entregarnos con todo el cariño y amor del mundo. Somos muy importantes para su salud y, aunque también pasamos nuestros malos momentos, esos ratos de bajón que no nos quita nadie porque la enfermedad se ha apoderado también de nosotros hasta el punto de levantarte y acostarte pensando en ella, debemos estar ahí, siempre, arrimando el hombro y sobre todo el corazón.

El corto tendrá fines benéficos. ¿Sabéis ya a qué organización se destinará el dinero recaudado?
Tanto la productora, Creta, como yo mismo queremos hacer con el corto pases y actividades que puedan reportar beneficios a alguna entidad. Todavía no tenemos claro cuál, ya que lo estamos midiendo muy bien, pero en cuanto lo sepamos lo haremos público.

¿Cómo os estáis financiando en estos tiempos donde se recortan subvenciones de todo tipo y donde el cine ha sido uno de los grandes perjudicados por la subida del IVA? En la preproducción habéis tenido muy buena acogida por parte de actores, periodistas, empresas que os prestan su colaboración… ¿En qué momento os encontráis ahora? ¿Qué os falta?
Ahora mismo estamos en esa búsqueda de financiación. Hay dos patas: aquellas marcas que quieran patrocinar económicamente y aquellas que no pueden poner dinero pero quieren colaborar de alguna manera. A patrocinadores y colaboradores ofrecemos una presencia distinta tanto en los créditos como en la cartelería o la comunicación. La respuesta de los colaboradores ha sido estupenda, ya que prácticamente todos con los que hemos contactado han querido participar aportando alguna cosa. Por ejemplo, las marcas gaditanas de alimentación Suralgae, Quesos Pajarete, Quesería El Gazul, Pancracio y Cerveza Maier. También Rosa de Madrid, una tienda de Madrid que tendrá mucha importancia durante el rodaje, el Grupo Quorum de libros,  Ediciones Mayi, Imprenta Jiménez Mena, la agencia Factoría Interactiva o la propia El Correo del Sol. Todos aportan ya o aportarán algo a que Pelucas se haga realidad.

Háblanos del equipo. ¿Cómo has convencido a las actrices Lola Marceli y Cuca Escribano?
No ha sido nada difícil. Pensé en ellas a medida que escribía el guion y a la primera que se lo dije fue a Lola, ya que la conozco desde hace tiempo. Me dijo que sí nada más leerlo y lo mismo ocurrió con Cuca. Hemos tenido ya alguna reunión y creo que la elección ha sido perfecta, hay química entre ellas y esto es algo fundamental. En Pelucas es muy importante el maquillaje y Sylvie Imbert, ganadora del Goya por Blancanieves, es una elección estupenda, así como Yvonne Blake, ganadora del Oscar, que realizará un traje para Lola Marceli. Igualmente han querido estar tras leer el guión. Pero todos, todos y cada uno de los miembros del equipo, se han querido implicar con Pelucas desde el principio: el productor Rafa Linares, el montador Jesús Ramé, la fotógrafa Vero Pérez, el dibujante Antonio Romero Olmedo, el periodista Alberto Quintanilla, la diseñadora gráfica Cristina Cantarero, por supuesto mi hermana Dolores y otro músico, este de flamenco: Jesús Serrano Tirado…

Para terminar, háblanos un poco de tu experiencia con la enfermedad. ¿Qué enseña el cáncer? O al menos ¿qué te ha enseñado a ti?
Esta es una pregunta que quizás podría responder mejor mi mujer. Yo os puedo decir qué me ha enseñado a mí como familiar de alguien que lo padece: a medir mejor la importancia de las cosas. Puede parecer muy pedante, pero estoy convencido de que hoy soy mejor persona que hace dos años y medio. Eso sí, preferiría no haber aprendido nada y que Montse estuviera sana.

 

Pelucas
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