Stop! Rodando el cambio
Con este documental, presentado en forma de road-movie y formado por un equipo de mujeres, pretendemos mostrar una alternativa real y factible que puede hacerse tanto a nivel individual como colectivo. La corriente decrecentista agrupa a día de hoy diversas prácticas o formas de vida que muchas personas y colectivos ya están llevando a cabo.
Comenzaremos nuestro viaje en furgoneta por España, seguido de Portugal y Francia. Para acercar al espectador las prácticas decrecentistas recorreremos desde ciudades hasta ecoaldeas y pueblos en transición en busca de modos de vida alternativos y conociendo de cerca a esas personas que ya están llevando a cabo el cambio. Para ello contaremos, además, con la opinión de expertos y teóricos que nos hablarán de la necesidad de un modelo alternativo que beneficie a todas las personas.
Ofreceremos al espectador una visión diferente de entender la sociedad, dando otras opciones al modo de vida imperante.
¿POR QUÉ REALIZAR ESTE DOCUMENTAL?
Si paramos y observamos a nuestro alrededor comprenderemos la importancia que tiene el hecho de llevar a cabo un cambio. Un cambio no sólo social, económico o político, sino en primer lugar un cambio de mentalidad, una necesaria concienciación masiva.
Este crecimiento económico es insostenible. Los recursos naturales son limitados y nuestro crecimiento está siendo tal que está superando los niveles naturales de bioproductividad de la tierra.
El crecimiento genera agresiones medioambientales irreparables, además de concebir el trabajo por dinero, para luego generar necesidades obsesivas de consumo, adentrándonos en una rueda insostenible que dentro de poco caerá por su propio peso.
Por ello, el decrecimiento plantea una serie alternativas totalmente viables para disminuir o eliminar todas las prácticas perjudiciales para el ecosistema, y también para eliminar esa concepción del modelo de vida esclavo imperante en nuestra sociedad.
El decrecimiento implica la autosuficiencia y la simplicidad voluntaria, un rechazo profundo al consumo irracional. Si no decrecemos voluntariamente tendremos que hacerlo de manera obligatoria debido a la carestía de energías y el cambio climático que viene dado por el capitalismo global. Como propuesta alternativa el decrecimiento plantea: la simplicidad voluntaria, la defensa del ocio frente al trabajo bajo el lema de “ trabajar menos, para trabajar todos”, el triunfo de la vida social frente a la propiedad privada y el consumo, más oferta de servicios sociales y menos venta de productos poco duraderos, relocalizar el mercado, darle vida a las PYMES, recuperar el tiempo como tal y no como herramienta para ser productivo y eficaz, redistribuir la renta y establecer un máximo y un mínimo de ingresos.
Según Serge Latouche, se puede resumir las propuestas decrecentistas en ocho palabras, todas empiezan por “re”; revaluar, reconceptualizar, reestructurar, relocalizar, redistribuir, reducir, reutilizar, reciclar. En contra posición del “sobre” impuesto en las sociedades capitalistas: sobreactividad, sobreproducción, sobreabundancia, sobreconsumo, sobreendeudamiento, sobreequipamiento, etc Para Gandhi la cima de la civilización no la determinaba el designio de poseer, de acumular, cada vez más, sino el de reducir y limitar las necesidades.
Para más información y donar: www.rodandoelcambio.com