Al ajo lo conocemos todos, pues es un alimento muy usado en la cocina de forma tradicional. Pero además es una gran planta medicinal, llena de virtudes para mejorar nuestra salud.

Justo ahora que acabamos de estrenar estación ya vamos notando el efecto del frío. Es muy interesante usar el ajo de forma diaria para prevenir y tratar enfermedades típicas del invierno, como pueden ser: los catarros y las gripes incluso patologías como bronquitis o faringitis.

Los beneficios del ajo son muchos y muy variados, es una estupenda planta medicinal. Pero quiero resaltar 4 propiedades en concreto, las más interesantes cara al invierno.

Los beneficios del ajo para el invierno

• Refuerza nuestro sistema inmune. Disminuyendo así la posibilidad de que enfermemos.
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• Es un excelente antibiótico natural.
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• Tiene un efecto expectorante, nos ayuda a eliminar la mucosidad.
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• Es un gran antiséptica. Tanto por vía interna como por externa.

¿Cómo podemos tomar el ajo?

Hay muchas formas diferentes de tomar y usar el ajo para aprovechar todos sus beneficios.

En la cocina

Tomarlo como alimento es una forma maravillosa de disfrutar de sus propiedades y de una comida sana.

“Que tu medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina”, Hipócrates.

Tomarlos crudo:

Lo ideal sería tomar uno o dos dientes de ajo al día, los pelamos y nos los comemos crudos. Pero sabemos que para muchas personas esto puede ser complicado por su sabor, así que podemos tomarlos crudos pero en ensalada, en sopas y purés, en un buen gazpacho o ajoblanco, en hummus de garbanzo o de lentejas, etc.

Debemos pensar, que cuanto más cocinemos el ajo más propiedades perderemos, por esto debemos procurar tomarlo crudo o lo menos cocinado posible. Otro plato rico y donde no se cocina mucho el ajo son las típicas “sopas de ajo”.

Aceites y vinagres:

Otra opción es usar o elaborar aceites y vinagres macerados con ajo (podemos incluir una ramita de tomillo, romero...)  que nos servirán para aderezar nuestros platos y ensaladas.

Preparados caseros

Los preparados caseros son fáciles de hacer, solo necesitamos los ingredientes y algo de tiempo.

De manera tradicional se ha usado aceite macerado en ajo para tratar los dolores de oídos incluso la otitis (siempre que no haya perforación de tímpano o lo desaconseje el médico de la persona).

Otra opción es hacer un vinagre macerado en ajo, similar a la conocida receta de el “Vinagre de los 4 ladrones”, para usarlo diluido en agua como spray antiséptico para nuestro hogar.

Algo también muy sencillo y efectivo, es hacer un jarabe de ajo, nos servirá tanto para prevenir como para tratar las enfermedades invernales.

La cura o remedio del ajo

La cura o remedio del ajo consiste en tomar unas gotas de ajo macerado en aguardiente, diluidas en un poco de agua o zumo, durante un mes aproximadamente.

Este preparado se hace en casa de forma sencilla. Si queréis saber como prepararla y tomarla, os recomiendo que veáis este vídeo sobre la Cura tibetana del ajo.

Preparados listos para tomar

En herbolarios y parafarmacias venden muchos productos de ajo. Pero lo más típico son las perlas de ajo,  ya preparados listas para tomar por vía oral.

Como véis hay muchas opciones y para todos los gustos, incluso podemos elaborar un vino de ajo.

Espero que desde ahora, siempre tengáis ajo en casa y lo uséis a diario, ¡vuestra salud os lo agradecerá!