Continúan las quejas, demandas y petición de retirada del mercado del método anticonceptivo permanente marca Essure. La novedad es que en España también están apareciendo mujeres dañadas por este dispositivo metálico.

La principal “ventaja” de Essure es que consigue la esterilización de la mujer que lo porta sin que haya que recurrir a la “cirujía invasiva”. Se trata de un artilugio metálico que instalado en la trompas de Falopio bloquea la liberación de óvulos para la fertilización. También se pregona como alternativa a la ligadura de trompas entre quienes no desean ser fértiles.

Pero entre sus reacciones adversas incluyen alergias, hemorragias, perforación uterina, daño de órganos e incluso la muerte. En Internet pueden encontrarse grupos de afectadas y de apoyo como el facebook de Ohio E-Sister o Essure problems e incluso famosas activistas como Erin Brockovich le han declarado la guerra a la farmacéutica Bayer, su fabricante, por el anticonceptivo.

Bayer enfrenta en la actualidad múltiples demandas colectivas y las investigaciones del gobierno de Estados Unidos sobre la seguridad de sus variados productos anticonceptivos. Como publicábamos a mediados de diciembre pasado Bayer va apagar 1.800 millones de dólares a 9.200 afectadas por sus anticonceptivos.

El caso del Essure recuerda a otros tristemente famosos como el de las prótesis PIP. Hace poco un grupo de mujeres venezolanas han ganado en Francia el juicio por los daños recibidos.

De manera paradójica, aunque en USA se extiende el movimiento de protesta por los daños y secuelas de este dispositivo y otros anticonceptivos, sobre todos los hormonales, en España no ha sido hasta fechas recientes cuando he tenido constancia de la aparición de mujeres que intentan organizarse yreclamar sus derechos y la protección de la salud femenina. Una de ellas me cuenta:

"En España somos pocas las mujeres que asociamos nuestros problemas de salud al dispositivo anteriormente indicado. Yo misma tardé un año y hasta mediados de éste no encontré la página en Facebook que para mi fue una balsa de salvación. No sólo por el hecho de que tenemos que afrontar los dolores y demás, sino también has de luchar contra el sistema sanitario en general ya que nadie da credibilidad cuando asocias tus dolencias y tus síntomas al dispositivo y así lo expones.

Después de años de batalla finalmente nos retirarán los dispositivos quirúrgicamente en este año 2015, pero no porque nos están haciendo daño, sino ‘para nuestra tranquilidad’. Es irónico, nos los ponen sin intervención alguna y para poder retirarlos tenemos que pasar por una intervención quirúrgica.

Es por ello por lo que nos es de suma importancia disponer tanto de orientación y apoyo legal como médico, siendo el objetivo principal la retirada de éste producto del mercado“.

Miguel Jara