Las verdades y los errores sobre el cambio climático actual
Cambio Climático
El jueves día 14 de marzo (2019) participé en un debate sobre Cambio Climático organizado por el diario El Español y patrocinado por Acciona. En el mismo se plantearon un par de cuestiones interesantes, y una pregunta sobre una cuestión estúpida.
Esta cuestión es la de si el cambio Climático actual, y su causa, que es la acción humana de quemar combustibles fósiles de forma masiva, es una falacia, un camelo. Esta cuestión es estúpida. Estupidez es causar un mal sin sacar ningún beneficio a cambio. Negar la existencia del Cambio Climático actual es estúpido, porque retrasa la toma de decisiones esenciales para frenarlo, y no se obtiene ningún beneficio a cambio de ese mal.
Las dos cuestiones interesantes se refieren a si ha disminuido recientemente la emisión de CO2 y si este cambio actual es diferente de otros cambios climáticos de la historia del planeta.
Para dilucidar estas dos cuestiones, nada mejor que observar las siguientes figuras, tomadas todas del observatorio de CO2 de la Institución Scripps de Oceanografía, sito en Hawai, en el Mauna Loa, y confirmadas con las observaciones del observatorio de Izaña en las Islas Canarias.
Estas figuras podrían, según algunas mentes enfermizas, ser una conspiración. A eso solo se puede responder que, según esas ideas de conspiraciones, yo soy chino, la Tierra es plana y es el Sol el que se mueve alrededor de la Tierra.
La primera figura, aquí arriba, marca la concentración de CO2 en la atmósfera de nuestro planeta desde 1950 a marzo de 2019.
Observamos que no existe el menor cambio en la tendencia de aumento de CO2 en la atmósfera en las últimas décadas.
La siguiente figura, aquí arriba, muestra el aumento de CO2 en la atmósfera de la Tierra desde 1700 (Guerra de Sucesión en España, fin del reinado de Luis XIV en Francia) hasta marzo de 2019. Observamos cómo la concentración de CO2 empieza a aumentar con la puesta en marcha de la nueva era energética (llamada Revolución “Industrial”, cuando realmente fue la segunda revolución energética, siendo la primera el desarrollo de la agricultura) y se acelera notablemente a partir de 1960.
La siguiente figura (aquí arriba) nos amplía el rango temporal hasta hace 10000 años, con el fin de la última glaciación y el comienzo del desarrollo de lhomo sapiens.
Observamos un cambio notable a partir de 1800, con respecto a la evolución lenta de los años entre -10000 y esta última fecha.
Finalmente tenemos la siguiente figura:
Aquí se incluyen las últimas 8 glaciaciones (durante la última los mamuts lanudos y los tigres de dientes de sable se movían por nuestras latitudes hispanas y europeas).
Observamos, de nuevo, el carácter radicalmente distinto de la concentración de CO2 desde 1800, con respecto a los cambios climáticos anteriores.
No hay deceleración alguna del aumento de la concentración de CO2 en la atmósfera en los últimos años.
Y el presente cambio climático es el más rápido de la historia geológica de la Tierra.
No vamos a detener el actual Cambio Climático. Podemos ¿quizás? hacer que vaya más despacio, aunque hasta hoy no lo hemos hecho y no es nada claro que lo vayamos a hacer.
Se precisaría para ello cambiar radicalmente el trasporte de mercancías, eliminando de raíz los camiones y los barcos con motores de gasóleo. Esto supone un inmenso problema humano, pues desaparecerían los camioneros como profesión, y hay millones de ellos en el mundo.
Se precisaría cambiar 1.000 millones de coches con motores de explosión y de combustión a coches eléctricos. Se puede hacer, pero el plazo es mayor de 30 años.
Las inyecciones de CO2 a la atmósfera van más rápidas que las sustituciones energéticas necesarias, no ya para parar el Cambio Climático, sino para frenarlo significativamente.
Tenemos, y esta vez quizás alguien me escuche, que diseñar, ya, las estrategias de adaptación no sea que, de nuevo, como con el Cambio Climático, las queramos poner en marcha cuando ya sea tarde.
La princesa troyana Casandra profetizaba la verdad, y nadie le hacía caso. Los troyanos podían haber devuelto a Helena a los griegos, y firmado con ellos un tratado comercial del cual se habrían beneficiado ambos pueblos.
Troya fue arrasada hasta sus cimientos.