La radiación de los teléfonos móviles "probablemente" no causa daño
"Es poco probable que la exposición a la radiación de los teléfonos móviles aumente el riesgo de tumores cerebrales", ha concluido un metaestudio dirigido por la Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear publicado en septiembre.
Los investigadores australianos examinaron más de 5.000 estudios sobre los efectos de los campos electromagnéticos en el rango de radiofrecuencia. Además de las comunicaciones móviles, el trabajo también estudió aplicaciones como WiFi, vigilabebés y radares. Los investigadores incluyeron en el metaestudio 63 de los estudios que eran relevantes en términos de contenido y científicamente bien realizados.
Se piensa que si los teléfonos móviles causaran cáncer, el número de casos habría aumentado significativamente en las últimas décadas. Sin embargo, "la incidencia de tumores cerebrales no ha aumentado a pesar del enorme aumento del uso de la tecnología inalámbrica en los últimos 20 años", escribe el líder del estudio, Ken Karipidis, en un comunicado de la agencia australiana.
No hay diferencias entre usuarios frecuentes e infrecuentes. El hecho de que el estudio califique los resultados como una “certeza moderada” se debe a que el diseño del estudio únicamente incluyó los trabajos observaciones disponibles. La “alta certeza” sólo existe para estudios clínicos aleatorizados. Para ello, habría que dividir a las personas aleatoriamente en varios grupos y seguir las correspondientes directrices sobre el uso del smartphone o la abstinencia durante un periodo de años.
La OMS probablemente utilizará el estudio como base para su reevaluación de los efectos de la radiación de los teléfonos móviles en la salud. A esto le seguirán otras recomendaciones científicas. Sin embargo, la investigación aún no está completa. Se realizarán más estudios sobre la red 5G, que actualmente se está instalando en todo el mundo. Un estudio está registrando a más de 200.000 personas y evaluando posibles conexiones entre el uso de teléfonos móviles y los tumores cerebrales. Hasta ahora, los hallazgos son consistentes con los del metanálisis: no se ha podido determinar una conexión.