El Pentágono promovió campañas fake antivacunas contra China

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Los gobiernos se quejan mucho de las noticias fakes y de los movimientos antivacunas. Pero el gobierno de los Estados Unidos promovió ambas cosas para debilitar la credibilidad de China. 

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El ejército estadounidense lanzó un programa clandestino en medio de la crisis de la COVID para desacreditar la vacuna Sinovac de China. La campaña de información falsa fue dirigida contra la población de Filipinas para que rechazara la vacuna que les ofrecía China. Obviamente, al Pentágono no le importó que, como consecuencia, se perdieran vidas inocentes que podrían haber sido salvadas por la vacuna. Al parecer, solo las vacunas norteamericanas podían salvar al mundo. 

Según la información de la agencia Reuters, escrita por Chris Bing y Joel Schectman, en el punto más alto de la pandemia COVID-19, el ejército estadounidense lanzó una campaña secreta para contrarrestar lo que percibía como una creciente influencia de China en Filipinas, nación que estaba siendo muy afectada por el virus. 

El objetivo de la campaña era sembrar dudas sobre la seguridad y eficacia de las vacunas y otras ayudas que estaba suministrando China. Se realizó a través de cuentas falsas en redes sociales que se hacían pasar por ciudadanos filipinos, que criticaban desde la calidad de las mascarillas chinas, los kits de prueba y la primera vacuna que estaría disponible en Filipinas, la china Sinovac. Se crearon hasta 300 cuentas falsas en X (por entonces Twitter) que repetían una y otra vez el hashtag #Chinaangvirus ("China es el virus" en idioma tagalo). 

La campaña de desinformación atacaba además al gobierno de Rodrigo Duarte, al que presentaba como un vendido a los intereses de China. “El COVID vino de China y la VACUNA también vino de China, ¡no confíen en China!” era un tuit típico. 

Según la agencia Reuters, la misma campaña se dirigió contra otras poblaciones de Asia Central y de Medio Oriente, siempre con el objetivo de perjudicar su relación con China. Entre las poblaciones musulmanas se extendió el bulo de que las vacunas procedentes de China podían contener gelatina de cerdo y que por lo tanto podían considerarse prohibidas según la ley islámica.

El programa militar de desinformación comenzó durante el gobierno del expresidente Donald Trump y continuó meses después de la presidencia de Joe Biden. Según Reuters, la Casa Blanca de Biden retiró la campaña y el Pentágono inició una revisión interna.

A China no le ha sorprendido la noticia. Aunque el gobierno chino no ha reconocido tener conocimiento concreto de la operación del Pentágono, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha expresado en varias ocasiones que el gobierno de los Estados Unidos manipula las redes sociales y difunde informaciones erróneas.

 

 

 

 

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