"El rompecabezas UAP", por Jeremy Kenyon Corbell

“La verdad se percibe en fragmentos, y desde diferentes ángulos de visión”. Mahatma Gandhi

Los ovnis son reales. Esta es la verdad objetiva, no una realidad subjetiva. Y los ovnis, sea lo que sea que representen, han estado presentes y han sido parte de la condición humana desde al menos el comienzo de la historia registrada. Este no es un fenómeno nuevo, ha estado con nosotros durante mucho tiempo, mucho antes de que los humanos volaran por los cielos. Debemos conocer nuestra propia historia en este planeta para asegurarnos de que podemos comprender la naturaleza de los ovnis y los problemas que pueden plantear en el futuro. Al hacer esto, podemos avanzar en nuestra comprensión de este tema crítico, que trasciende las fronteras y la política.

Mientras escribo estas palabras, el tema de los ovnis está emergiendo como un tema principal de importancia global. Las fuerzas armadas de todo el planeta están reportando una mayor actividad de ovnis. Este aumento en la actividad afecta las operaciones de defensa vitales, incluidas las realizadas por nuestro propio Departamento de Defensa. Es cierto que estamos en una nueva era de capacidad tecnoobservacional en todos los dominios conocidos, incluidos el espacio, el aire, el mar y la cibernética; lo que ha resaltado la necesidad de que respondamos a estas nuevas observaciones corroboradas de la presencia de ovnis con capacidad avanzada, con un sentido de urgencia.

También ha habido un cambio alentador dentro de la cultura pop, donde existe un sentido de permiso socialmente respaldado para el discurso social reflexivo sobre el tema OVNI. En el mundo real, esto puede conducir a la desestigmatización y el reconocimiento de la presencia de ovnis en (o visitando) el planeta Tierra.

La mayoría de los ciudadanos estadounidenses han estado prestando atención. Como resultado, en este año de 2023, la realidad del consenso ahora se está desmoronando bajo el peso y la tensión de la presencia de ovnis. Este momento de nuestra historia colectiva es una oportunidad para desarrollar nuestra comprensión del mundo natural que nos sostiene; y para avanzar en nuestra comprensión científicamente, y más allá.

Durante décadas, si no siglos, los UAP han demostrado que pueden operar con impunidad dentro de nuestro espacio aéreo. Esto ocurre casi todos los días, a menudo dentro de nuestro espacio aéreo restringido. Y lo que es más alarmante, los UAP son presenciados, documentados y, a menudo, capturados en sensores de defensa multiplataforma y sistemas de selección de objetivos corroborativos, al tiempo que muestran la capacidad de maniobrar y superar a nuestro armamento militar más avanzado; o al inventario militar y las propiedades de la industria privada de cualquier otra nación terrestre tecnológicamente avanzada conocida.

Sin duda, estamos en un punto Lagrangiano cuando se trata de UAP, un punto sin retorno, donde tenemos que tomar decisiones críticas como nación y familia humana. Esta es una nueva era de oportunidades con respecto a la transparencia en el tema UAP. Esta es también una era de rendición de cuentas para quienes han custodiado la información recopilada y las pruebas materiales relacionadas con la UAP. La información y la tecnología se han ocultado al público estadounidense y mundial en nombre de la seguridad nacional y para extraer tecnologías derivadas para beneficio de los aliados. Esta decisión puede haber sido inicialmente justa, pero se ha construido y se ha convertido en una máquina burocrática no regulada, carente de una brújula moral y ética. Las razones de los secretos en el pasado ahora son anticuadas y presuntuosas; contradicen los principios fundamentales de una sociedad libre y abierta.

Es hora de aclarar la verdad sobre la UAP, y de que Estados Unidos brinde liderazgo en este tema dando ejemplo con nuestras acciones. Si vamos a liderar en un escenario global, debemos predicar con el ejemplo, como siempre lo hemos hecho en los mejores momentos de nuestra historia.

Como patriotas estadounidenses, ya no podemos taparnos los ojos, los oídos o la boca sobre este tema ontológico y epistemológico de la UAP, y lo que el fenómeno podría representar para la humanidad. Hacerlo sería engañarse y hacer un flaco favor a la verdad. Restringiría nuestra comprensión de la naturaleza misma y el tejido del universo que ocupamos y compartimos.

Cabe señalar que la falta de transparencia hasta la fecha sobre este tema, por parte de aquellos grupos en posesión de evidencia material relacionada con UAP, se está convirtiendo rápidamente en un crimen contra el pueblo estadounidense, la comunidad científica y la humanidad misma. Afortunadamente, los representantes de Estados Unidos han tomado nota y han tomado medidas al respecto.

Daré una advertencia en este momento, para alentar la transparencia continua, a aquellos cómplices de engañar al público estadounidense sobre la presencia de UAP. La verdad tiene una manera de escapar del vacío del silencio y el secreto. Es inevitable, debido a la priorización del significado sobre el juramento. Los verdaderos patriotas, sin que se les dé una razón moral y justificable, siempre se inclinarán hacia la honestidad radical. Los denunciantes se presentarán ante el público, posiblemente con evidencias tangibles y físicas, así como con testimonios y pruebas de una supuesta inteligencia no humana involucrada con la humanidad en el planeta Tierra; y su papel en encubrirlo a regañadientes.

Sugiero que las partes interesadas involucradas con participaciones relacionadas con UAP se adelanten mientras la puerta esté abierta para que lo hagan. La legislación presentada para la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2024 está preparada para ayudar en este proceso.

UAPS Y PREGUNTAS APROPIADAS

El rompecabezas de UAP es complejo y tiene muchas formas de presentación, más de lo que sospecho que se entiende comúnmente, y requerirá hacerse preguntas diversificadas y coordinadas para producir una comprensión práctica y funcional. El problema de UAP ciertamente nos presenta preguntas científicas, tanto como plantea preocupaciones de seguridad nacional. Posiblemente, lo que es más importante, este rompecabezas brinda oportunidades existenciales que la humanidad haría bien en abrazar colectivamente.

Para avanzar desde aquí, debemos buscar el conocimiento sobre UAP desde todos los ángulos de interés y en un esfuerzo coordinado hacia el descubrimiento, la comprensión y la divulgación transparente.

Nuestras comunidades científicas deben participar plenamente en un proceso de descubrimiento serio, integrado y abierto. Debemos adquirir (y exigir) activamente conjuntos de datos de alta calidad sobre el tema para un análisis útil de la evidencia de UAP; gran parte del cual ya ha sido adquirido por nuestras plataformas basadas en la defensa nacional y está en posesión de varios grupos relacionados con el Departamento de Defensa, oculto al público en general y a la comunidad científica en este momento.

CENSURA Y PERIODISMO SOBRE UAP

Después de pasar décadas estudiando el fenómeno UAP, me encontré en una posición privilegiada de confianza. ¿Cómo he logrado esto? Siendo digno de confianza en mi trabajo. Escucho del público y también de legiones de miembros de las fuerzas armadas que han luchado por el concepto mismo de democracia y lo que significa ser estadounidense. Quienes hemos luchado por nuestros derechos de vivir en América con libertad y transparencia; tener un gobierno verdaderamente representativo; vivir y morir por la causa de nuestra libertad colectiva. El precio de esa libertad debe ser un compromiso con la transparencia para quienes otorgan a nuestros representantes el poder de representarnos.

Uno de los aspectos que más escucho de nuestros frustrados miembros de las fuerzas armadas es cómo los intentos recientes para simplificar y definir los parámetros del proceso de informes de UAP aún no están definidos y son ineficaces. Que el análisis de sistemas y el flujo de información de los encuentros y avistamientos de UAP, con demasiada frecuencia se ocultan debajo de la alfombra o se ignoran por razones de estigma o arribismo. Si un piloto militar tiene la mala suerte de ver un UAP, ¿qué puede esperar? Un informe que luego se convierte en un interrogatorio agresivo y de confrontación donde la amenaza de degradación se hace muy clara.

Este sistema está roto, y por el bien de nuestro país y la seguridad de nuestros valientes miembros del servicio, debemos comprometernos por completo en reparar el proceso de presentar informes de UAP.

En definitiva, lo que he aprendido a lo largo de estos años gracias a la confianza de los  testigos directos de la presencia de la UAP es esto: que estamos preparados para la verdad y ahora la exigimos, sea la que sea o donde caiga la ficha. 

Nunca deja de asombrarme que si estuviéramos hablando de otra cosa que no fuera UAP, habríamos reconocido y abordado este problema de frente como nación y como especie hace mucho tiempo. Pero nuestra arrogancia y antropocentrismo ayudaron a generar una cultura de disidencia fabricada, donde las personas "razonables" se han desalentado y avergonzado por discutir la posibilidad de que otras civilizaciones tecnológicamente avanzadas visiten o vivan aquí en la Tierra.

Este estigma y ocultación nos ha cegado hasta el punto de la autocensura y el autoengaño. Y esta ignorancia promovida ahora nos ha obligado, en un curso de colisión, a reconocer rápidamente la innegable e incómoda verdad que ahora debemos enfrentar: los UAP son reales y el fenómeno incluye máquinas de origen desconocido, probablemente no fabricadas aquí en la Tierra.

La forma en que Estados Unidos ha visto el rompecabezas de UAP durante décadas, la forma en que nuestro Departamento de Defensa y las comunidades de inteligencia han ocultado la verdad al público estadounidense, habla más sobre los defectos de la naturaleza humana que sobre el misterio de lo que representan los UAP.

SECRETO GENERACIONAL UAP

Si generacionalmente, el Gobierno de los Estados Unidos, nuestras agencias de inteligencia y contratistas tecnológicos o aeroespaciales tienen en su poder naves de origen desconocido (no humano o de otro tipo), cuerpos de origen desconocido, no terrestre, extraterrestre o no humano, es simplemente un secreto que ya no es moral, ético o justo para ocultarlo al público estadounidense y mundial. Nadie debería tener ese derecho a censurar verdades relativas a la naturaleza de la realidad.

Si ha habido recuperación y apropiación de artefactos encubierta (como se testificó), ilegal o incluso técnicamente legal, esta es una información que nadie debería tener el derecho de mantener fuera de la conciencia pública. Ese tipo de información no es algo que le pidamos a nuestro gobierno representativo que nos oculte jamás. Y si de hecho, al estar oculto (que puedo decirles con mucha confianza que así es), esto es inaceptable y criminal en un nivel más allá de la legislación; similar a mantener a los prisioneros encerrados en la alegoría de la caverna de Platón.

Si las tecnologías UAP han sido secuestradas dentro de la industria privada para evitar que nuestro Departamento de Defensa las detecte, donde la comunidad científica mundial no puede explorar posibles derivados que podrían alterar nuestra relación con el mundo físico, el costo que podríamos pagar es la supervivencia. Nuestro futuro como especie radica en buscar lugares habitables fuera del mundo para permitir que la humanidad logre una existencia más amplia. Si alguien más lo descubrió, también necesitamos la oportunidad de hacerlo.

Las razones del secreto sobre este tema pueden haber sido válidas en algún momento, pero ya no se aplican, y el público estadounidense y el público global ahora exigen que compartamos esa carga de comprensión de una verdad mayor. Esta ya no es la elección de nuestros representantes, ya que deben representar nuestra elección.

Las preguntas conducen a las respuestas, y las respuestas pueden dar miedo, pero esto no es una excusa para la peligrosa ignorancia deliberada o las fuerzas corruptas en nombre de la seguridad nacional.

SORPRESA ESTRATÉGICA Y LAS GRANDES PREGUNTAS

En última instancia, tenemos que abordar el tema de la sorpresa estratégica, el concepto de seguridad nacional y posiblemente global, y la consecuencia de nuestro estudio compartimentado de este fenómeno.

Si no enfrentamos el problema de los UAP de frente, podríamos experimentar una versión cósmica de Pearl Harbor. Podemos ser sorprendidos por una verdad que altera inmensamente nuestro concepto de existencia, si no tenemos la información relevante o hacemos todas las preguntas necesarias, sin importar cuán incómodo sea hacerlas o cuán perturbadoras puedan ser las respuestas.

Algunas de las preguntas para las que espero encontrar respuestas son...

• ¿De quién es esta tecnología?
• ¿Quién construyó y opera estos vehículos?
• ¿De dónde son?
• ¿Cuál es la intención de su presencia?
• ¿Cómo operan estos vehículos aeroespaciales transmedia avanzados?
• ¿Tenemos una comprensión incompleta de una física universal?
• ¿Por qué se ha ocultado intencionalmente la divulgación fundamental de esta información a los estadounidenses y al público mundial durante tanto tiempo?

TRANSPARENCIA UAP Y DAR UN PASO AL FRENTE

Represento directamente a una masa crítica del público, así como a los miembros de las fuerzas armadas que se han acercado a mí con frustración y deseo de saber toda la verdad, porque han tenido experiencia de primera mano interactuando con lo que llamamos UAP.

Ya es hora de que la realidad del consenso adopte la verdad sobre la presencia de UAP. Vivimos en un entorno rico en datos, pero actuamos desde una perspectiva pobre en datos. El público estadounidense y mundial tiene derecho a saber la verdad sobre UAP; de hecho, tenemos una necesidad de saber. Y siento el deber personal de averiguarlo.

Para comprender lo que significa ser humano, debemos buscar respuestas sobre el teatro dentro del cual estamos teniendo nuestra experiencia humana. Los seres humanos somos magníficamente adaptables, pero para adaptarnos debemos ser conscientes de nuestro nuevo entorno.

Está surgiendo una nueva topografía y cosmología de lo que significa ser humano en la Tierra, y se está desarrollando una mayor conciencia y comprensión de lo que todos somos parte. El tejido de nuestra propia comprensión se está tejiendo frente a nuestros propios ojos, y sigo siendo optimista, el que busca la verdad, la encuentra. Sobre todo cuando la sociedad fomenta la exploración, la investigación y la adaptación en lugar de estigmatizarlas. Es un hecho simple que la humanidad estará mejor sabiendo la verdad sobre UAP.

El descubrimiento de la verdad es históricamente una guerra de desgaste. Podemos rastrear esto hasta la época de Galileo Galilei y más allá. Y no te equivoques; estamos armados, somos implacables, estamos comprometidos, y no dejaremos de luchar por la transparencia sobre los UAP hasta que sepamos la verdad absoluta, sea lo que sea. Cuenta con eso.

Con fortaleza y determinación indomables,
Jeremy Kenyon Lockyer Corbell,
26 de julio de 2023, Washington, D.C.

“No dejaremos de explorar, y el final de toda nuestra exploración será llegar a donde comenzamos y conocer el lugar por primera vez”. T.S. Elliot