6 plantas y una infusión que protegen la salud de tu corazón
La función cardiaca y otras alteraciones vasculares se pueden tratar o mejorar en gran medida con la inestimable ayuda de las plantas medicinales.
Las plantas más importantes y que se consideran “remedios universales” para el corazón son:
Espino blanco (Crataegus monogyna)
Cuando pensamos en plantas que fortalecen la actividad cardiaca siempre pensamos en primer lugar en el espino blanco. Es útil ante problemas cardiacos funcionales como sensación de opresión, taquicardia, enfermedades coronarias e insuficiencia cardiaca leve. También se puede emplear tras fuertes infecciones que hayan debilitado el corazón. Es un buen remedio profiláctico frente a alteraciones cardiacas en personas sometidas a estrés continuo y que tienden a sobrecargarse. Se puede encontrar en la farmacia y los herbolarios en forma de pastillas, infusión o tinturas. Se puede tomar durante periodos largos. A menudo se combina con melisa o valeriana. Ambas plantas ayudan a armonizar un corazón nervioso.
Agripalma (Leonorus cardiaca)
Tiene un efecto parecido a la valeriana. Es relajante y desde la Edad Media se emplea contra palpitaciones, angustia y temblores. Suele encontrarse en preparados junto con flores de tilo.
Hipérico (Hypericum perforatum)
Mejora el estado de ánimo, de ahí que sea positivo para el corazón. Tranquiliza y favorece el bienestar del corazón al mismo tiempo. En herboristería se suele prescribir en forma de infusión, pastilla o tintura. La verbena también posee un ligero efecto antidepresivo y regula las alteraciones del ritmo cardiaco de origen nervioso.
Dedalera (Digitalis lanata)
Es una planta con principios activos muy potentes. La digoxina se utiliza médicamente en situaciones graves. La planta ya no se utiliza porque su margen de seguridad es pequeño: su consumo incontrolado puede resultar mortal. Pero puede tomarse en forma de medicamento homeopático para la debilidad cardiaca o las migrañas que se acompañan con náuseas. También ante algunas patolgías renales-
Muérdago (Viscum album)
La infusión de hojas y brotes de muérdago enlentece el latido cardiaco y ensancha las arterias. Se emplea para prevenir la arteriosclerosis y se suele prescribir conjuntamente con espino blanco para apoyar la función cardiaca. ¡Cuidado!: Las bayas blancas son altamente tóxicas por su contenido en viscotoxina. Su ingesta es peligrosa y puede provocar mareos, vómitos, diarreas y, en casos extremos, insuficiencia respiratoria y cardiaca.
El muérdago es una planta protegida. El que se encuentra en el bosque no se puede tocar.
Se puede tomar en forma de preparado homeopático.
Estrofanto (Strophantus gratus, Strophantus kombé)
Es una planta controvertida cuyo principio activo, la estrofantina, se empleo durante mucho tiempo como remedio de primeros auxilios en caso de anginas de pecho e infartos de miocardio, ya que estimula la musculatura cardiaca. Pero con la llegada de preparados farmacéuticos como los betabloqueadores, los inhibidos de la ECA y los sprays de nitroglicerina ha caído en desuso.
El estrofanto tiene una efecto relajante del sistema nervioso vegetativo, disminuye las hormonas del estrés, aumenta el rendimiento del corazón y evita la hipertensión. Además aumenta el grado de eficacia del oxígeno y mejora el flujo de los glóbulos rojos.
Infusión para fortalecer el corazón
• 10 partes de agripalma (Leonorus cardiaca)
• 35 partes de hojas y flores de espino blanco
• 5 partes de hipérico
• 10 partes de flores de lavanda
Preparación:
Se toma una cucharada de la mezcla y se cubre con 200 ml de agua hirviendo. Se deja reposar 10 minutos. Se cuela y se toma una taza por las mañanas y una por las tardes.
LAS PLANTAS NO SUSTITUYEN A LOS MEDICAMENTOS QUE HAN SIDO PRESCRITOS POR EL MÉDICO. LAS ALTERACIONES CARDIACAS EXIGEN SIEMPRE UN CONTROL. | ||
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