Siete claves para plantarle cara al porvenir

DEJA DE PROYECTAR. Las personas con pánico al porvenir a menudo se trasladan mentalmente al futuro e imaginan las dificultades que se encontrarán. Con ello sólo facilitan la profecía de autocumplimiento, es decir, contribuyen a que el temor se vea confirmado.

OCÚPATE DE LO PRESENTE. Para alejar de nuestro ánimo los temores, la mejor terapia es ocuparnos de lo que tenemos entre manos. La actividad nos aporta la seguridad de quien controla su rumbo.

SELECCIONA TUS RECUERDOS. En lugar de acudir al pasado para revisitar las cosas que salieron mal y alimentar nuestro temor, ¿por qué no guardar en la memoria aquello que sí funcionó? El recuerdo de las pruebas superadas ayuda a afrontar los retos actuales.

LIMITA LOS NOTICIARIOS. No se trata de estar desinformado, sino de salvaguardarnos del catastrofismo que planea sobre los medios de comunicación. Si tienes un mal día, abre el periódico por la sección de cultura o deportes.

RODÉATE DE OPTIMISTAS. Muchas veces, el miedo se alimenta de los mediadores de lo negativo, personas de nuestro entorno que sólo ven el lado sombrío de la realidad y nos arrastran a compartir su visión. Por suerte, podemos elegir estar con los que nos enseñan el lado soleado.

RÍETE DE TUS MIEDOS. El humor nos permite tomar una distancia saludable de aquello que nos angustia. Tras una sesión de risoterapia  a partir de una película, por ejemplo, las amenazas en el horizonte menguan considerablemente.

PIENSA EN LAS OPORTUNIDADES. Haz una lista con todas las iniciativas que puedes llevar a cabo para mejorar tu vida laboral, familiar e intelectual. Piensa también qué puedes hacer para mejorar el mundo en el que vives o, como mínimo, la vida de los que te rodean.