La luna en los trabajos del huerto
Aprovechar la influencia de la luna puede aumentar las cosechas un 20%.
La mayoría de las reglas sobre la cosecha y la siembra proceden de los tiempos de Carlomagno (siglos VIII y IX d.C.), según Hartmut Spiess, investigador del Instituto de Investigación Biodinámica de Bad Vilbel.
Sus experimentos demuestran, por ejemplo, que la maduración del centeno, la “judía de arbusto”, la mostaza amarilla o el rábano depende de las fases lunares.
Hay una regla básica: si la siembra y la germinación sucede en una fase lunar cercana a la tierra (perigeo), las cosechas son hasta un 20% mayores. Al parecer los mejores resultados se obtienen realizando la siembra dos días antes de la luna llena, siempre que no llueva, pero más importante que el volumen de la cosecha es que una vez almacenada resiste mejor el paso del tiempo.
Zanahorias. Se siembran dos o tres días antes de la luna llena. Especialmente favorable resulta la luna cuando está en el signo zodiacal de virgo. Ofrece la mayor cantidad de cosecha y la mayor durabilidad.
Patatas. La cantidad cosechada es mayor si se planta en luna nueva. La mayor cantidad de fruto se obtiene cuando la luna esta en el perigeo (más cerca de la tierra).
Judías de mata. Reaccionan de la forma más intensa cuando la luna mengua. La mejor cosecha se obtiene cuando se siembra cuando la luna está más alta, en el signo de Géminis, y también durante el perigeo.
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Rábanos. Crecen mejor cuando se siembran justo después de la bajada de la luna, en el signo de capricornio, y en el perigeo. En el caso de luna llena, se produce menos cantidad pero los frutos son más duraderos.