La vida en Marte puede encontrarse enterrada muy por debajo de la superficie
Se ha identificado una región específica en Marte como una ubicación potencial para la vida actual, con organismos viviendo muy por debajo de la superficie.
La doctora Andrea Butturini, de la Universidad de Barcelona, y sus colegas han investigado posibles lugares en Marte que podrían albergar organismos vivos, centrándose en áreas que podrían tener las cantidades adecuadas de agua, calor y energía química necesarias para que exista vida.
Tomando datos de orbitadores y rovers que han visitado Marte, los investigadores encontraron que Acidalia Planitia, una llanura de 3.000 kilómetros de ancho en el hemisferio norte del planeta, parece tener las condiciones adecuadas para los metanógenos, bacterias productoras de metano, kilómetros debajo de la superficie.
Los metanógenos de la Tierra se encuentran en muchos entornos, incluso en las profundidades de los océanos. Algunas de estas ubicaciones, como las bolsas de agua muy salada en el fondo del mar, son "análogos de un hipotético subsuelo marciano habitable", escriben Butturini y sus colegas.
Acidalia Planitia "es un área objetivo prometedora para futuras misiones en la búsqueda de vida existente en el subsuelo de Marte", escriben los investigadores. A entre 4,3 y 8,8 kilómetros de profundidad, y con una temperatura de 0 a 10 °C, las condiciones podrían soportar agua líquida mezclada con el suelo marciano debido
La baja presión y temperatura en la superficie de Marte (el rover Perseverance de la NASA experimenta un rango de entre -93 y 17 °C) hacen que la posibilidad de vida allí sea remota. Pero en el subsuelo, el agua remanente del pasado del planeta, más el calor y la energía química producida por la desintegración radiactiva de elementos como el torio que quedaron de la formación del planeta, podrían proporcionar los ingredientes para que la vida sobreviva.
"En teoría, hay energía suficiente para alimentar la vida muy lentamente", afirma Jon Telling, de la Universidad de Newcastle (Reino Unido). "Los tiempos de división de las bacterias podrían ser de cientos de años", afirma, mientras que las bacterias de los laboratorios de la Tierra "en condiciones ideales pueden dividirse y crecer en 20 minutos".
El potencial de los sitios subterráneos para albergar un ecosistema no es ciencia ficción.
Sin embargo, acceder a un lugar tan profundo para ver si hay vida allí sería difícil. "Apenas podemos hacerlo en la Tierra", dice Telling. "Va a ser difícil llegar a esos niveles sin grandes misiones tripuladas".
El explorador Rosalind Franklin, de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se lanzará en 2028, incluirá un taladro, pero este solo penetrará dos metros. Se desconoce si los metanógenos que se encuentran a varios kilómetros por debajo de la superficie podrían proporcionar evidencia de vida a esta profundidad menor, afirma Kevin Olsen, de la Universidad de Oxford.
"Si quieres buscar vida en Marte hoy en día, tienes que mirar en lo más profundo", dice Telling.