En ruta solar, con Manolo Vílchez
Activista, 'microempresario solar' y comunicador nato, Manolo Vílchez es el hombre que más sabe de cocinas solares.
Estrena en El Correo del Sol el blog 'En ruta solar', un cuaderno de apuntes de iniciativas sostenibles.
Tenemos la suerte de contar con Manolo Vílchez desde el principio de esta aventura llamada El Correo del Sol y nos ha propuesto convertirse en nuestro particular EcoGPS humano. A partir de ahora, en su blog En ruta solar, irá publicando su particular cuaderno de campo sostenible, instantáneas, apuntes rápidos de "todo lo valioso para el bien común que un humilde ciudadano pilla en sus rutas por este mundo patas arriba".
Es el hombre que más sabe de cocinas solares en este país. Y nos quedamos cortos: es uno de los que más saben de cocinas solares del mundo. Hablar de él y de su pasión por el Sol es quedarse siempre corto, porque derrocha un entusiasmo y una devoción tal por el aprovechamiento de la energía solar que una charla con Manolo equivale a todo un máster universitario. En este vídeo muestra cómo funcionan.
Con sus kits de cocinas parabólicas desmontables, recorre el país (y parte del extranjero) para explicar, a todo el que lo quiera oír, que es posible cocinar sin generar emisiones de dióxido de carbono ni derrochar recursos naturales, solo con los rayos solares. "Pero el ingrediente principal de las recetas son la cultura de un nuevo modelo energético sostenible", puntualiza.
En la Vuelta Ciclista a España, en la competición internacional Solar Decathlon Europe, en campañas de las ONG ambientales, en Biocultura... Allá donde se convoque un encuentro sobre sostenibilidad y sobre "lo mucho y bueno" que puede hacer el sol por nosotros, lo encontrarás preparando unos sabrosos guisos y hablando con la gente.
En El Correo del Sol tenemos debilidad por sus paellas, pero también ha invitado a un café solar a algún presidente de Estado e incluso, a través del cocinero José Andrés, quiso hacer llegar una de sus cocinas a la Casablanca.
Estuvo en Haití tras el terremoto que devastó el país en 2010, formando parte del Proyecto The Solar For Hope. Allí estrechó su amistad con José Andrés, que quedó fascinado ante la utilidad de estas cocinas en países necesitados, sin recursos energéticos, y, juntos, se han pasado muchas horas ante los fogones solares.
Aunque Manolo Vílchez es un comunicador nato, él prefiere definirse como microempresario, ya que desde la empresa Alsol, situada en Bullas (Murcia) –y con la complicidad de un grupo de 20 personas que han apostado por el cambio–, se dedica a fabricar parabólicas solares y otros "solardomésticos": cocinas de varios tamaños, ollas específicas para retener el calor y secadores de frutas y verduras.
Ya tiene en preparación nuevos inventos (sistemas térmicos para el ahorro de energía donde practicar la cocción con calor retenido, usarla como una nevera portátil, un horno solar para calentar comida y un deshidratador de frutos) porque su cabeza no para y es un hervidero de ideas para vivir sin dañar nuestro entorno ni contribuir a acelerar cambio climático.
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