¿Cuáles son los piensos para perros más sanos y eco?
Los piensos ecológicos no contienen conservantes, colorantes ni otros aditivos o restos de plaguicidas.
Los veterinarios lo recomiendan y es cierto. Su experiencia les demuestra que en lugar de comida casera, al sistema digestivo de los perros les sienta mejor el pienso seco. Además resulta más limpio y barato. La alimentación de la mascota estaría resuelta si no fuera porque algunos piensos tienen un contenido deficiente de minerales y otros contienen mohos peligrosos, porque su proceso de elaboración y conservación no ha sido lo suficientemente cuidadoso.
El problema es que tales atentados a la calidad no pueden ser descubiertos por el consumidor. Sólo los análisis independientes pueden sacarlos a la luz. La única orientación que se puede ofrecer al lector es que ni el precio ni el prestigio de la marca son garantías de nada. Productos baratos de supermercado de descuento pueden proporcionar mejor composición nutritiva y mejor higiene del producto que firmas caras y de distribución en tiendas especializadas.
Carnívoros, pero no tanto
Los perros proceden de los lobos. Esto significa que en los albores de los tiempos los perros eran cazadores y cubrían su necesidad de vegetales y fibra ingiriendo el contenido del intestino de los animales que se comían. Actualmente, para bien o para mal, la civilización humana se ha hecho cargo de su alimentación. Sin embargo, de la época de los lobos les quedan sus preferencias fisiológicas. Así, por ejemplo, no tienen tanta fijación por la comida de origen animal como los gatos.
Los fabricantes de piensos intentan ajustarse a esta realidad e incluyen bastantes ingredientes vegetales como maíz, otros cereales y verduras. Pero lo que no hay manera de saber es el origen de los ingredientes animales. En la mayoría de marcas comerciales es de suponer que hay una parte importante de restos de matadero que no han podido ser aprovechados para la alimentación humana (cabezas, pezuñas, piel, uñas, pelo, pluma, menudillos, corvejones, glándulas mamarias...). Algunos investigadores sostienen que los fabricantes no renuncian a los animales muertos por enfermedad, atropellados en la carretera o sacrificados en las perreras.
Los piensos ecológicos ofrecen más garantías de calidad
La masa resultante se cocina a temperaturas muy altas —por encima de los 220 grados— y se deseca completamente. Como el producto ha perdido buena parte de los nutrientes, finalmente se le añaden vitaminas y minerales. En este paso es fundamental el equilibrio -por ejemplo, en las proporciones de fósforo, calcio y magnesio- para que sean bien absorbidos sin perjudicar los órganos (demasiado fósforo favorece la aparición de cálculos en las vías urinarias). Por supuesto, también se añaden conservantes, colorantes y aromas artificiales. Existen marcas de piensos ecológicos que no los utilizan, emplean ingredientes procedentes de la producción ecológica y ofrecen más garantías de calidad en general.
Micotoxinas
Los análisis de piensos convencionales demuestran que el contenido de proteínas es satisfactorio y que los valores de grasa, fibra y cenizas son relativamente correctos. Los mayores problemas se encuentran en los ingredientes vegetales, que pueden estar contaminados con micotoxinas, como deoxinivalenol (DON) y ocratoxina A.
Para los alimentos humanos se han establecido valores máximos de DON, pero no para los productos destinados a los animales, porque en su caso no se ha determinado el daño que pueda hacerles. No obstante, cabe imaginar, hasta que no se demuestre lo contrario, que les resulta igualmente perjudicial. Pues bien, todos los piensos contienen DON, a menudo en proporciones mayores que las recomendadas para la alimentación de los cerdos (1000 microgramos por kilo), sobre la que sí existen recomendaciones. Como no existe manera de comprobar antes de comprarlo si hay micotoxinas o no en el pienso, sólo cabe elegir sacos con la fecha de caducidad lo más alejada posible.
Algunas recomendaciones
• Conviene intentar que las cualidades del producto se adapten a las necesidades del animal concreto en cuanto a edad, peso y actividad. Un perro de 2,5 kilos necesita unas 250 cal diarias. Uno muy grande, de unos 60 kg, necesita unas 2400. Existen piensos energéticos (suelen llevar en la etiqueta el calificativo "premium"), más ricos en grasas, para los animales más activos, y comidas light para los sedentarios y con sobrepeso.
• El perro debe tener siempre a su disposición agua fresca para que beba a voluntad. La comida seca le da mucha sed y necesita hidratarse. De lo contrario su sistema digestivo y sus riñones podrían resultar dañados.
• Son preferibles los piensos ecológicos. Es mucho más improbable que contengan restos de plaguicidas y medicamentos.
• El dueño es quien mejor conoce cómo le sienta el pienso al perro, a través de la regularidad y consistencia de las heces, así como del aspecto del pelaje, que debe estar brillante.
• Cuando se desee cambiar el pienso hay que introducírselo poco a poco, mezclándolo con el antiguo cada día en mayor proporción.