La espiritualidad y la meditación previenen la depresión
Las creencias espirituales y la meditación modifican la estructura cerebral, haciéndola más resistente a la depresión.
A todas horas y en todos los lugares se nos aconseja cómo debemos prevenir la obesidad, el colesterol, la diabetes o la osteoporosis, pero ¿qué ocurre con los trastornos anímicos? ¿No se puede hacer nada o no son importantes? En realidad son una epidemia (en España, la depresión puede afectar hasta a 6 millones de personas y es la principal causa de discapacidad) y sí existen medidas preventivas eficaces.
Las personas con profundas creencias espirituales o que practican la meditación están en un riesgo mucho menor que la media de sufrir de depresión, según un estudio realizado con 108 personas en la Universidad de Columbia (Estados Unidos). Determinadas creencias y prácticas mentales modifican la estructura y la química cerebrales de manera que se previenen las alteraciones asociadas a la depresión, como un córtex más delgado en el hemisferio cerebral derecho.
El efecto preventivo se produce incluso en las personas más predispuestas genéticamente.
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