Un exagente de inteligencia entrega pruebas de la existencia de naves recuperadas de origen no humano

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Un exfuncionario de inteligencia ha declarado al Pentágono y al Congreso sobre la existencia de proyectos secretos ilegales de investigación sobre naves de origen no humano. Otros funcionarios corroboran sus informaciones.

Sede del Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial en Wright-Patterson (Estados Unidos)

Un exfuncionario de inteligencia convertido en denunciante ha proporcionado al Congreso de los Estados Unidos y al Inspector General de la Comunidad de Inteligencia informaciones clasificadas sobre programas encubiertos ilegales que, según la información que ha aportado, poseen naves recuperadas intactas de origen no humano.

La información ha sido divulgada por los periodistas Leslie Kean y Ralph Blumenthal, reportero de The New York Times entre 1964 y 2009, en el medio online thedebrief.org. Ambos periodistas han podido corroborar las informaciones del denunciante con otros funcionarios de inteligencia en activo y retirados.

El denunciante se llama David Charles Grusch, tiene 36 años de edad, fue oficial condecorado en Afganistán y ha trabajado para la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y para la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), a la que representó en el UAPTF, el grupo de trabajo del Pentágono que investigó los OVNIS o UAP (siglas en inglés para fenómenos anónomalos no identificados) entre 2019 y 2021.

David Charles Grusch en una entrevista con News Nation
David Charles Grusch

Desde este año hasta julio de 2022 fue el codirector de NGA para el análisis de los fenómenos anómalos y su representante en el grupo de trabajo. La oficina UAPTF se reorganizó y pasó a llamarse AARO (oficina de resolución de anomalías en todos los dominios). Grush dejó el gobierno el pasado 7 de abril para dar a conocer los proyectos secretos ilegales de investigación OVNI.

Grusch afirma en Thedebrief que durante décadas las fuerzas armadas de los Estados Unidos, las empresas contratistas del Pentágono y gobiernos aliados han recuperado fragmentos y vehículos de fabricación no humana. Estos objetos han sido sometidos a análisis que han determinado un origen no humano, que puede ser extraterrestre o desconocido.

Grusch ha entregado toda la información que posee al Pentágono, acogiéndose a la protección que ofrece a los delatores la última Ley de Autorización de Defensa Nacional, que dedicaba 14 páginas al problema de los UAP u OVNIS. La ley establece que cualquier persona con información relevante sobre los UAP puede informar al Congreso sin represalias. Aunque no ha trascendido a la opinión pública por una extraña dejación o negligencia de los grandes medios de comunicación, esta ley solicitaba informes sobre "recuperación de materiales, análisis de materiales, ingeniería inversa, investigación y desarrollo" que involucraran fenómenos anómalos no identificados en la actualidad y desde 1945, lo que ya indicaba que los congresistas estaban al corriente de algo.

Grusch actuó en consecuencia y declaró durante horas en la comisión de inteligencia del Congreso (la transcripción ocupa cientos de páginas), aportando datos específicos sobre programas secretos de recuperación de materiales. Obtuvo la información entrevistando a funcionarios de inteligencia de alto nivel y asegura que ha sido acosado y amenazado por investigar el tema, por lo cual ha interpuesto una denuncia. Su abogado es nada menos que Chales McCullough III, un ex Inspector General de Inteligencia. Además, asegura que las investigaciones secretas, al margen del control de Congreso, y por tanto, ilegales, continúan, y que conoce a personas involucradas.

Hace un año, Grusch presentó una queja al Inspector General porque elementos de la comunidad de inteligencia estaban reteniendo u ocultando información para frustrar la supervisión del Congreso.

Kean y Blumenthal han hablado con otros miembros actuales de los programas de recuperación que no han salido a la luz, pero que también han declarado en la oficina del Inspector General y han confirmado las informaciones actuales de Grusch. Además han contrastado la credibilidad de Grusch. Entre otros, Karl E. Nell, un ex coronel del ejército recientemente retirado y actual ejecutivo aeroespacial que también participó en la UAPTF, ha dicho que Grusch es irreprochable. Nell también ha confirmado la procedencia no humana de la tecnología investigada, así como ha habido una guerra fría soterrada entre potencias para hacerse con su poder.

Grusch no está solo. Otros funcionarios también han decido hablar. Jonathan Gray (no es su nombre real) es un agente del Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial (NASIC, con sede en la Base de la Fuerza Aérea Wright Patterson), cuya función es “descubrir y caracterizar las amenazas aéreas, espaciales, de misiles y cibernéticas. Según Gray, "no debería seguir siendo un secreto (…) la existencia de programas históricos complejos que involucran la recuperación coordinada y el estudio de materiales exóticos". La existencia de "máquinas anómalas" y sus características ha sido probada con varios sensores sofisticados, según Grey.

“El fenómeno de la inteligencia no humana es real. No estamos solos”, dice Gray, que añade: "Las recuperaciones de este tipo no se limitan a los Estados Unidos. Este es un fenómeno global".

Grusch afirma que otros gobiernos también están al tanto de la existencia de tecnologías no humanas en la Tierra y espera que su revelación sirva como un shock ontológico y proporcione un tema de unión general para que las naciones del mundo reevalúen sus prioridades.

Actualizaciones:

• Leslie Kean y Ralph Blumenthal han explicado en sus cuentas de Twitter que el artículo se iba a publicar en The Washington Post, pero que no podían esperar el tiempo que les pedían. Al parecer alguien pidió a los periodistas que se publicara cuanto antes.

• Entrevista a Grusch en News Nation, por el prestigioso periodista de investigación Ross Coulthart

Lue Elizondo, exdirector del programa de investigación AATIP del Pentágono, muestra su apoyo a David Grusch:

• El periodista Bryce Zabel, copresentador junto con Ross Coulthart del podcast Need to Know, realiza las siguientes puntualizaciones interesantes:
-Grusch no afirma que haya sufrido quemaduras por radiación de un OVNI o que haya hablado con un extraterrestre cautivo o que haya visto lugares de ingeniería inversa. Ha visto documentos y fotos, y ha hablado con hombres y mujeres altamente clasificados que trabajan en El Programa que afirman tener conocimientos específicos de esas cosas y más.
-Sus declaraciones fueron lo suficientemente creíbles como para que el Inspector General de la Comunidad de Inteligencia (IGIC) calificara lo que tenía que decir como "urgente y creíble". Además, ha dado más de once horas de testimonio clasificado ante varios comités de inteligencia del Congreso donde nombró nombres, ubicaciones y programas específicos donde se estaba estudiando tecnología de origen no humano.
-Grusch está hablando, pero obviamente no se le permitió tomar fotos o documentos como prueba después de renunciar en abril... solo su experiencia y su testimonio. En los próximos días, meses y años, otros seguirán y esa evidencia eventualmente seguirá con ellos.

Extractos de la entrevista de Le Parisien a David Grusch

David Grusch: “Podría ser extraterrestre u otra cosa, pero no humano”
• "Durante casi noventa años, Estados Unidos y sus aliados han recuperado fragmentos de objetos y objetos exóticos, naves dañadas o intactas... Los análisis realizados han proporcionado pruebas de que se trataba de objetos no humanos, especialmente los descubiertos hace noventa años. Los programas de los que hablo estaban dedicados a la ingeniería inversa (estudiar las propiedades de un objeto para determinar su funcionamiento interno) con fines militares. Y este es desafortunadamente el uso principal..."
• "Los datos mecánicos y experimentales muestran que no es humano. Podría ser extraterrestre o podría ser otra cosa, de otras dimensiones como lo describe la mecánica cuántica. No he visto suficientes datos para decir que es una cosa o la otra".
• "Uno de ellos fue en Italia en 1933, es el caso más antiguo del que me han informado. No puedo hablar de los demás".
• "Vi algunas cosas muy interesantes de las que no tengo permitido hablar públicamente en este momento. No tengo aprobación".
• Sobre países que han colaborado con los Estados Unidos en la ocultación del secreto: "Estos son principalmente los miembros de la alianza Five Eyes (“Five Eyes”), por lo tanto Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda".
• "Todavía estoy sujeto a mi acuerdo de confidencialidad con el gobierno de los EE. UU. y no puedo discutir información que todavía está clasificada".
• "Tengo más información que publicaré más adelante. Quiero ser un líder de pensamiento en este tema. Estaré lanzando una fundación sin fines de lucro este año para ayudar a la comunidad científica a iniciar protocolos sobre este tema, desde estudiantes universitarios hasta graduados. Sería útil porque no hay secretismo en el sistema universitario. Esto haría posible mirar estas cosas, finalmente, científicamente.

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