Consumo responsable de pescado

19.12.2012
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Los españoles comemos una media 40 kilos de pescado por año.

Los consumidores debemos adquirir especies que no estén sobreexplotadas.

Un tercio de los océanos debería cerrarse a la pesca durante 20 años como mínimo. Sería la única solución para recuperar los stocks pesqueros sobreexplotados, alertan los expertos en conservación marina. Según un estudio de 2006 de la Universidad de Dalhousie, Canadá, los peces desaparecerán de los océanos en el año 2048 si su población continúa decreciendo al ritmo actual. No hacen falta muchos más datos abrumadores: la mayor parte de los peces está en peligro.

Los peces desaparecerán de los océanos en el año 2048 si su población continúa decreciendo

Los españoles somos especialmente voraces con el pescado. De hecho, si en España solamente consumiéramos pescado de suministro propio, nos quedaríamos sin pescado el 25 de mayo, pasando a depender del pescado procedente del resto del mundo a partir del 26 de mayo, una conclusión que se desprende de un informe de NEF (New Economics Foundation) y OCEAN2012. De hecho, cada español consume una media 40 kilos de pescado por año.

El panorama de la pesca actual nada tiene que ver ya con el oficio de antaño, que se llevaba a cabo en concordancia con la naturaleza y con las necesidades de los humanos. Ahora, los enormes buques equipados con la última tecnología esquilman los mares de atún rojo, pez espada o bacalao. Localizan rápidamente los bancos de peces y los capturan con redes de arrastre o de deriva. En conjunto, su actividad resulta tan eficiente y su número tan desproporcionado que cada vez dirigen más especies hacia el colapso.

Un millón de toneladas de peces se desperdician cada año en aguas europeas debido a la legislación de la UE

A eso hay que añadir el gravísimo e inmoral problema del descarte: más de un millón de toneladas de peces se desperdician cada año en aguas europeas debido a una absurda legislación de la UE. Las razones de descartar tal cantidad de pescado son varias, pero, entre éstas, está la normativa de la UE que señala cuántas piezas de cada especie se pueden capturar. Cuando esta cuota se agota, los pescadores deben deshacerse de las capturas en el mar antes de entrar en el puerto si no quieren ser multados. Ante este sinsentido, se ha lanzado la campaña "Ni un pez por la borda", donde se recogen firmas para enviar una carta a la Comisaria europea de Pesca Maria Damanaki.

En definitiva, la presión que ejercemos sobre los bancos de peces en todo el mundo es tal que casi la mitad de las poblaciones de las principales especies de peces están plenamente explotadas, y más del 25%, sobreexplotadas, agotadas o en recuperación. Y especialmente grave es la situación de los grandes depredadores –atún rojo, tiburón azul y pez espada–, unas especies con un papel fundamental en el ecosistema del océano, pues se encuentran en la parte superior de la cadena trófica.

Qué podemos hacer los consumidores

Como consumidores responsables, a la hora de comprar pescado deberíamos tener muy presentes las especies que están en grave peligro y no adquirirlas nunca ni consumirlas en restaurantes. Además, comentar con nuestro pescatero de confianza o la dependienta de la pescadería o supermercados nuestras razones para elegir un tipo de pescado y descartar otro.

Pidamos a los proveedores que desarrollen una política de compra sostenible

Pidamos a los proveedores, sobre todo en los supermercados, que desarrollen una compra de política sostenible. Eso ayuda a que la información se extienda y ayudamos no solo con nuestra compra responsable sino también siendo agentes activos de información valiosa para los supermercados, los comerciantes y otros consumidores. O somos conscientes del problema de los mares o, como dice Greenpeace, "el único ser marino que vamos a poder comer dentro de unos años van a ser medusas". Veamos las especies que se hayan en la lista roja elaborada por Greenpeace en 2008.

Especies que no deberíamos consumir

Atunes
Bacalao del Atlántico
Fletán del Atlántico
Fletán negro
Gallinetas
Langostinos
Lenguado
Mantas y rayas
Merluzas
Merluza negra / Bacalao de profundidad
Pez espada o emperador
Platija
Rapes
Salmón Atlántico
Tiburones

Qué pescado cocinar sin destruir la vida marina

Hay alternativas a aquellas especies mediterráneas muy consumidas en España pero que se encuentran sobreexplotadas. En este sentido, organizaciones como Slow Food, en colaboración con ONG Accionatura, han realizado una loable labor divulgativa sobre una manera "consciente" de comer. Se dirige sobre todo a los cocineros, como avanzilla para el cambio, pero sus recomendaciones sirven para cualquiera de nosotros. Veamos cuáles son las alternativas: 

Consumir "Pescado sin precio"
Una buena parte del pescado, frecuentemente por la poca selectividad de las artes pesqueras, no tiene un valor comercial significativo, por lo que se descarta ante la poca aceptación entre los consumidores. A pesar de su valor gastronómico, se le llama “pescado sin precio” porque su valor económico es muy bajo. Los pescadores atribuyen el desinterés del pescado sin precio a la falta de información de los clientes, a la competencia de productos extranjeros y a no saber cómo cocinarlos. Consumir pescado sin precio, además de ser bueno y saludable, puede ayudar a dar salida a especies lanzadas al mar una vez capturadas o desaprovechadas.

Especies sabrosas "sin precio" que podemos consumir
Congrio (Conger conger).
Bacaladilla (Micromesistius poutassou).
Ratón (Caelorhynchus coelorhynchus).
Galupe (Liza aurata).
Pardete o lisa común (Mugil cephalus).
Pez plata (Argentina sphyraena).
Jurel mediterráneo (Trachurus mediterraneus).
Jurel azul o chicharro (Trachurus picturatus).
Jurel común (Trachurus tracgurus).
Estornino (Scombre japonicus).
Caballa (Scomber scombrus).
Cabrilla (Serranus cabrilla).
Boga (Boops boops).
Cangrejo de sopa (Liocarcinus depurator).

Alternativas al atún
Las características de alta fecundidad y rápido crecimiento de otras especies de la misma familia, aunque también estén bastante explotadas, las hace más resistentes al colapso. Además, se pescan frecuentemente con artes más selectivas, como la caña, o “cebo vivo”, que permiten pescar los ejemplares uno a  a uno. Estas especies son muy valoradas gastronómicamente:
Bonito (Sarda sarda).
Atún blanco o bonito del Norte (Thunnus alalunga).
Melva (Auxis rochei).
Pero las mejores alternativas son otras especies de pescado azul:

Caballa (Scomber scombrus).
Estornino (Scomber japonicus). 

Sardinas en vez de anchoas
La anchoa (Engraulis encrasicolus) debería dejar de consumirse, al menos temporalmente. Por otra banda, tenemos especies alternativas que pueden sustituir la anchoa:
Sardina
Caballa
Pescadilla

Alternativas al bacalao
Ésta es otra especie que habría que evitar consumir dada la sobreexplotación a nivel mundial. Las especies alternativas –todas ellas especies certificadas por The Marine Stewardship Council (MSC)– con un gusto parecido son:
Abadejo (Pollachius pollachius).
Merluza argentina (Merluccius hubbsi).
Liba, también llamada eglefino o haddock (Melanogrammus aeglefinus).