Cómo construir una casa nido
Si colocamos una caja nido en nuestro balcón o jardín, aparte de ayudar a los pájaros, estaremos acercando la naturaleza a nuestro hogar.
Somos seres conscientes y, como tales, deberíamos favorecer el equilibrio en todos los ecosistemas. Por desgracia, el ser humano actúa frecuentemente como un exterminador, como si los demás seres vivos le molestaran. Sin embargo, lo sabio es atraer a los animalitos que pueden ayudarnos. Es el caso de los pequeños pájaros. Podemos construirles una casita que les anime a convivir con nosotros y que facilite su supervivencia. Es, asimismo, una actividad ideal para reunir a los adultos con sus hijos o nietos, así como una ocasión para asomarnos al fascinante mundo de las aves.
No nos referimos a una casita con funciones meramente decorativas. Los pájaros no quieren vivir en palacetes de cuento, sino en lugares que les resulten útiles y les recuerden a sus nidos naturales. Por eso proponemos una casita sencilla de madera sin tratar.
Utensilios y materiales
Proponemos que se utilicen herramientas manuales, sobre todo si las van a utilizar niños, siempre bajo la vigilancia de un adulto. Es fundamental el uso de lentes de protección para protegerse de las astillas o los clavos que puedan salir despedidos. Los niños deben aprender que las herramientas, aunque útiles y necesarias, exigen ser empleadas con cuidado y atención. Por supuesto, en lugar de serrucho o berbiquí, podemos recurrir a la caladora eléctrica y al taladro. Conviene tener en cuenta que las prendas demasiado holgadas pueden enredarse en las herramientas eléctricas y arrastrar una mano hacia las cuchillas o las brocas.
Herramientas necesarias
• Serrucho
• Sierra de arco
• Martillo
• Berbiquí o taladro eléctrico
• Destornillador
• Regla
• Escuadra de carpintero
• Pincel
• Lentes de protección
Materiales para construir la pajarera
• Una madera contrachapada (triplay) para exteriores de 60 cm x 122 cm y 1,3 cm de grosor
• Una espiga de 16 cm x 0,5 cm de diámetro
• Clavos galvanizados de unos 2,5 cm de longitud
• 6 tornillos inoxidables para madera
• Pegamento resistente al agua
• Papel de lija
• Pintura de látex para exteriores
Preparar las piezas
Dibujamos las piezas sobre la tabla. Para dibujar bien los ángulos rectos, utilizamos la escuadra de carpintero, pues es importante que las paredes y el suelo de la casita encajen perfectamente. Recomendamos seguir las medidas indicadas a continuación. Una vez hecha la primera casita, podremos construir modelos para pájaros más grandes, realizando nuestros propios planos.
• Para las paredes frontal y posterior dibujamos dos rectángulos de 16,3 cm de ancho x 22 cm de alto. Los lados más cortos se corresponden con las partes superior e inferior.
• Dibujamos una marca en cada lado vertical, a 13,3 cm de la parte inferior.
• Hacemos una marca en el punto medio de la parte superior de cada rectángulo. Estas marcas señalan la parte más alta del tejado. En cada rectángulo, trazamos una línea desde la marca superior a las marcas de los lados, para definir el ángulo de las aguas del tejado de la pajarera.
• Trazamos las dos paredes laterales de 13 x 16,3 cm.
• Recortamos una pieza para el suelo de 16,3 x 15,8 cm. Distribuiremos cuatro agujeros en el suelo para que sirvan de drenaje. Necesitamos dos guías para sujetarlo de 16,3 cm de longitud x 1,3 m de ancho.
• Las vertientes del tejado serán una de 16,3 x 23,5 cm, y la otra de 15,2 x 23,5 cm. Haremos un agujero de 0,5 cm de diámetro en cada una con el berbiquí para que sirva de ventilación.
Montaje
Con el berbiquí y la sierra de arco, haremos un agujero de 4 cm de diámetro que será la entrada de la casita. Si queremos hacer un agujero más grande para especies de mayor tamaño, tendremos que incrementar las dimensiones de toda la casa.
Debajo de la entrada, haremos otro agujero con el diámetro de la espiga.
Fijamos las guías de sujeción del suelo a la parte interior de las paredes frontal y posterior. Las centramos con las paredes, cuidando de que queden bien alineadas con las bases, y las unimos con cola resistente al agua y clavos galvanizados.
A continuación, fijamos también las paredes laterales a las paredes frontal y posterior con pegamento resistente al agua y clavos galvanizados. Debemos asegurarnos de que las bases de las paredes estén bien alineadas.
Fijamos las vertientes del tejado a la parte superior de la casa. Para ello, fijamos primero la pieza menos ancha al borde superior. La otra pieza debe solaparse en el borde del tejado.
Ponemos la pajarera cabeza abajo y fijamos el suelo con los tornillos para madera. Deben atravesar la base hasta las guías de sujeción situadas en el interior de la casa, en las paredes frontal y posterior. No debemos poner pegamento para que podamos desmontarlo en cada cambio de estación y proceder a limpiar la casita.
Toque final
Lijamos todas las superficies y bordes hasta que quede agradable al tacto, e insertamos la espiga en el pequeño agujero perforado debajo de la entrada.
Podemos dejar la casita tal como está o barnizarla con un producto ecológico. También podemos pintarla, teniendo en cuenta que a cada variedad de pájaro le atrae un color distinto. En general, son preferibles los colores que no contrasten demasiado con el entorno, como el verde, el gris o el canela. Los colores llamativos pueden atraer a los depredadores.
Es importante que el interior quede natural. A los pájaros no suelen gustarles las casas que huelen demasiado a ser humano. Ya solo queda ubicarla en un lugar discreto y esperar (los inquilinos pueden tardar semanas en instalarse).
Recibiendo a los huéspedes
La ubicación
El lugar donde se sitúa la casa tiene la misma importancia que su diseño y su construcción. Es posible, por ejemplo, instalarla sobre un poste de metal, colgarla con una cuerda de la rama de un árbol o fijarla al tronco. El sitio elegido debe estar protegido, en la medida de lo posible, de los depredadores como gatos y otros pájaros. En general, el poste de metal ofrece la mayor protección. No hay que colocar más de cuatro casas por cada hectárea de terreno, ni más de una pajarera en el mismo árbol. Por otra parte, en las regiones donde los veranos son calurosos, conviene orientar la entrada hacia el norte.
Para atraer a los inquilinos
Para favorecer la llegada de pájaros, podemos colocar, junto a la casa, dos platitos, uno con comida (migas de pan, semillas variadas, copos de avena y frutos secos sin salar) y otro con agua.
Aprender
Con la ayuda de una guía, podemos reconocer fácilmente la especie, pero, además, ya que hemos alojado un pájaro, debemos aprender todo lo posible sobre él. Podemos observarlo con unos prismáticos, hacerle fotos y llevar un cuaderno donde podemos ir anotado cuándo ha llegado, qué tipo de alimentos come, cuándo está más activo y cuándo menos, si está en pareja o solo, cuando se ha ido...
Cuidado
Conviene inspeccionar la casa una vez a la semana. Es fundamental para desalojar insectos, avispas y ratones. Cuando los pájaros abandonan su nido, es importante limpiarlo y dejarlo preparado para la próxima temporada. En esta labor es imprescindible utilizar guantes.